Fermín Cabanillas. La imagen de Nuestra Señora de la Bella, patrona de Lepe, ha sido trasladada, como cada 7 de agosto, al altar mayor de la parroquia de Santo Domingo, un acto que, por primera vez, se ha celebrado sin público debido a la crisis sanitaria de Covid-19. Este hecho se celebra en recuerdo de cómo los leperos mantuvieron a la imagen en el pueblo en 1835, salvando a su patrona de ser trasladada a La Rábida. Un acto que tradicionalmente es presenciado cada año por miles de personas.
Todo tiene su origen en la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica del 25 de julio de 1835 por la que se suprimían todos los conventos en los que no hubiera al menos doce religiosos profesos.? Aquel año, cuando la imagen se encontraba aún en el puerto de El Terrón, donde se celebra la romería de La Bella cada segundo domingo de mayo, uno de los frailes que se encontraba en el convento, fray José, avisó a los vecinos de que la imagen iba a ser trasladada a La Rábida, y fueron los propios vecinos los que se encargaron de ir a buscarla, a unos cuatro kilómetros, para ocultarla y evitar el traslado.
Este 2020 han sido los directivos de la Hermandad de La Bella los que realizaron el traslado, para este sábado, 8 de agosto, abrir la iglesia para que los devotos puedan ver a la imagen en el altar mayor de la parroquia, mientras que el resto del año está en un camarín situado a unos 15 metros.
La hermandad ha recordado en sus redes sociales que «hace 185 años se perpetuó que el binomio indisoluble entre Lepe y su Madre sería eterno”, y esta noche comenzarán las novenas de la Virgen, que cada año son celebradas de forma previa a las fiestas patronales, que tienen su día grande el 15 agosto.