
Mari Paz Díaz. Con más de 120 kilómetros de playas de arena fina, el litoral onubense es un paraíso para disfrutar del mar en cualquier época del año. Unas playas que se extienden desde la desembocadura del Guadiana, en la frontera con Portugal, hasta la desembocadura del Guadalquivir, incluyendo unos sistemas délticos que, junto con la presencia de estuarios de los ríos Piedras, Tinto y Odiel, le confieren a Huelva una enorme personalidad. Una costa que no sólo cuenta con una gran belleza, sino que posee unas peculiaridades que la hacen excepcional, como sucede con el hecho de que es la única en España que no se asienta sobre rocas ni tiene una cordillera directamente en contacto con la línea costera.

Otra característica del litoral onubense es que sus playas son las de mayor volumen de arena de entre todas las playas españolas, peninsulares o insulares, destacando la construcción de largas flechas litorales, como las del río Piedras, Punta Umbría y Doñana. Una arena procedente, fundamentalmente, de la erosión de los acantilados costeros onubenses, situados entre La Redondela y El Rompido y entre Mazagón y Matalascañas, así como por la aportación de las corrientes de agua dulce.

De carácter único son también los estuarios onubenses, al tratarse de los más desarrollados y evolucionados de todo el territorio nacional, a la altura del Delta del Ebro, el río más caudaloso de España.

Singularidades que han quedado plasmadas en el libro científico, de carácter internacional, titulado The Spanish Coastal Systems (Los Sistemas costeros españoles), en el que participan 82 investigadores de universidades españolas y de fuera de España, todos ellos coordinados por el catedrático de Geología de la Universidad de Huelva y vicepresidente de la Sociedad Geológica de España, Juan Antonio Morales. Un interesante trabajo, que hemos querido conocer a través de esta entrevista, que realizamos a este profesor de la Universidad de Huelva, que ha dirigido, entre 1998 y 2016, el grupo de Investigación ‘Geociencias Aplicadas’, siendo autor de diversos libros y artículos científicos, de repercusión nacional e internacional, relacionados con la dinámica de la costa (playas y estuarios). Todo ello, sin olvidar, que es autor de dos novelas históricas: Más allá de las Columnas de Hércules e Ira de Plutón.

-Juan Antonio, acaba de publicarse el libro The Spanish Coastal Systems (Los Sistemas costeros españoles). ¿Cuál es la relevancia de esta obra?
-Este libro es una monografía sobre el estado actual del conocimiento de la costa española, obtenido de la investigación científica de numerosos grupos de investigación en los últimos 30 años. Desde un punto de vista general, las costas son los sistemas más cambiantes de la tierra. Esto es fundamental, puesto que muchos recursos humanos, así como la mayor parte de las actividades económicas y sociales, se encuentran en las zonas costeras. Especialmente, en el caso de España, en estas costas se extienden ciudades, amplias áreas industriales,-incluyendo complejos portuarios-, importantes sistemas ecológicos, así como nuestro principal recurso económico: el turismo. La comprensión del funcionamiento dinámico de cada tramo de esta costa se convierte en vital para la correcta gestión costera futura, con el fin de resolver los problemas derivados de planes mal desarrollados en las últimas décadas del siglo XX.

Este es un texto valioso para graduados e investigadores costeros avanzados, que tienen como objetivo conocer el funcionamiento dinámico específico de los principales ambientes costeros españoles y sus relaciones con las actividades humanas. El hecho de que esté editado por Springer Nature, una de las dos editoriales científicas más importantes del mundo, da idea de la calidad de las aportaciones incluidas en este libro.

-¿Cuál es su aportación en el libro?
-En este libro he sido editor. Esto significa que he realizado el diseño de los capítulos del libro, he asignado a los científicos más apropiados para escribir estos capítulos y me he encargado de la revisión de los mismos en aras de la calidad final, liderando un equipo formado por 82 investigadores de todas las universidades españolas y algunos de fuera de España. Además, he sido autor de 5 capítulos: la introducción, las conclusiones finales, y tres dedicados a sistemas de la costa de Huelva: Delta del Guadiana, Estuario del Odiel y Playas de Huelva.

-¿Participan otros investigadores onubenses en este estudio?
-En la escritura de los sistemas costeros de Huelva han participado José Borrego, Antonio Rodríguez-Ramírez y Berta Carro, de la Universidad de Huelva y de mi mismo grupo de investigación. Realmente, me siento muy satisfecho por dos cuestiones: la primera, que la comunidad de investigadores españoles sobre la costa haya confiado en mí para liderar este proyecto. La segunda, que una editorial de la importancia de Springer reconozca la importancia de nuestras investigaciones invirtiendo en un libro sobre nuestras costas.

-De las aportaciones realizadas en este trabajo, ¿qué destacaría de la provincia de Huelva?
-En cuanto a la provincia de Huelva, se incluyen tres capítulos dedicados a nuestros sistemas de desembocadura: El delta del Guadiana, la Ría de Huelva y las marismas de Doñana. El capítulo sobre el Guadiana está escrito en colaboración con Erwan Garel, un investigador francés afincado en la Universidad del Algarve, con quien vengo colaborando en los últimos años. En el capítulo sobre la Ría de Huelva colaboro con mis compañeros de grupo Berta Carro y José Borrego, quienes tienen una amplia trayectoria en la investigación de este estuario. El capítulo de las Marismas de Doñana fue escrito por mi compañero Antonio Rodríguez Ramírez, que es al mayor conocedor de la dinámica de este estuario, ya que varias generaciones de sus antepasados fueron guardas del parque y él mismo se crió en la marisma.

Además, se incluye un amplio capítulo sobre las playas de Huelva en el que he colaborado, precisamente con Antonio y otro investigador de la Universidad del Sur de Bretaña (Francia), Mouncef Sedrati. En este capítulo se habla sobre la singularidad de las playas de Huelva frente al resto de las playas españolas. Finalmente se incluye un capítulo sobre el sistema de dunas de Doñana, escrito por mis amigos Ismael Vallejo y José Ojeda, de la Universidad de Sevilla. Este sistema dunar destaca por ser el más amplio de Europa constituido por dunas móviles.

-¿Qué relevancia tiene la Costa de Huelva dentro de un contexto nacional?
-La costa de Huelva es diferente al resto de costas españolas por varias causas. Quizá la causa más determinante es que es la única costa que no se asienta sobre rocas ni tiene una cordillera directamente en contacto con la línea costera. Por el contrario, es una costa que se desarrolla directamente en el frente de una cuenca terciaria constituida por materiales arenosos fácilmente disgregables. Ese hecho ha facilitado que las corrientes de agua dulce transporten hacia la costa grandes cantidades de arena, a la vez que el oleaje fue capaz de obtener mucha arena de la erosión de nuestros acantilados costeros situados entre La Redondela y El Rompido o entre Mazagón y Matalascañas. Con este sedimento se construyeron las playas con mayor volumen de arena de entre todas las playas españolas, peninsulares o insulares, destacando la construcción de largas flechas litorales como las del río Piedras, Punta Umbría y Doñana.

No solo las playas son singulares, sino que nuestros estuarios también son los más desarrollados de todos los españoles y su grado de evolución es más alto si los comparamos con otros como las rías gallegas, asturianas o cantábricas. Sólo el delta del Ebro presenta un grado de evolución similar y recordemos que el Ebro es el río más

caudaloso de España.
-¿Qué puede llamar más la atención del lector onubense en este libro?
-Aparte de las preciosas fotografías aéreas que ilustran nuestras costas y el conocer la dinámica de nuestros sistemas naturales, quizá, la parte que pueda ser de mayor impacto sobre los lectores sea la que destaca las relaciones de la costa con el ser humano. Estas relaciones no siempre son fáciles, ya que el ser humano modifica el sistema costero según sus necesidades y, muchas veces, estas modificaciones se hicieron sin estudiar previamente cuáles son las respuestas que el medio costero ofrece para adaptarse a las nuevas condiciones dinámicas que el ser humano le impone. Esto ha hecho que en muchas zonas de nuestra costa hayan comenzado procesos erosivos a causa de los desequilibrios que las estructuras humanas han causado y, curiosamente, en nuestra costa, este impacto siempre ha sido mayor en las áreas urbanizadas que en aquellos tramos costeros que continúan siendo naturales.

-¿Qué conclusiones podemos sacar de todo ello?
-Las conclusiones sobre la aportación de este libro se exponen en su capítulo final, donde se recomiendan las líneas que deben estudiarse en las próximas décadas, de cara a adaptarnos a los cambios que se nos avecinan en relación con la previsible subida del nivel del mar aparejada al cambio climático. Otro aspecto interesante es el relacionado con nuestra adaptación a los riesgos de grandes eventos, como tormentas extremas y tsunamis, de los que nuestra costa no está exenta. Desde luego, se nos presenta un reto interesante en los próximos años.

-A nivel personal, ¿está trabajando en algún otro proyecto de cara al futuro?
-Actualmente estoy terminando un nuevo libro de geología, esta vez dedicado a los niños, Geología de Andar por casa. Una ciencia tan campante. Me involucré en este proyecto porque resultaba un reto interesante cambiar el nivel de escritura desde el nivel científico más alto al nivel divulgativo adecuado a los niños. En este caso es la editorial Pábilo la que se hará cargo de la publicación, dentro de su serie ‘Ciencia de andar por casa’. Por lo demás, sigo con la investigación en proyectos sobre los problemas ambientales del estuario del Tinto y el Guadalquivir.

-¿Algún mensaje final?
-Sólo me queda agradecer a todos los investigadores que me han acompañado escribiendo los capítulos del libro, que desde hace años forman parte de mi familia: la familia de la costa. Ellos aguantaron mis latigazos para que cumplieran los plazos de entrega, así que es justo que ahora, que tenemos un libro del que sentirnos orgullosos, reciban el agradecimiento que les corresponde.