S. D. Por fin con la raqueta. Atrás han quedado los dos meses y medio que ha estado confinada en Huelva natal por el estado de alarma debido al coronavirus. Un periplo de tiempo complicado para Carolina Marín, que pasó como pudo entre entrenamientos ‘sui géneris’ y visitas a su padre a hospital, y que ha dejado atrás una vez que ha regresado al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid para reiniciar su trabajo.
“Entreno con dos garrafas de agua, con bricks de leche, con bolsas de arroz y de garbanzos, eso son mis mancuernas”. Lo dijo en pleno confinamiento, momento en el que trataba de no perder definitivamente la forma, en espera de la luz en el túnel… que ya se ve con la confirmación del calendario de torneos que esperan desde septiembre, y sobre todo, con la vuelta a la ‘normalidad’. Es el inicio del camino que, a la fuerza, tiene que llevarla a Tokio en 2021.
Carolina Marín expresó con alegría que tenía “muchas ganas de regresar” a los entrenamientos en el CAR, no ocultando su emoción en un vídeo de @123acorrer del banco de Santander, del que es embajadora: “Estoy muy contenta por volver a pisar la pista de nuevo después de tanto tiempo”.
A Carolina espera un largo periplo en su puesta a punto, no para los Juegos que serán en julio de 2021, sino para reaparecer en los diversos torneos que se celebrarán desde septiembre hasta final de año, que serán claves para el ránking pensando en esos JJOO. “En apenas cuatro meses hay más de 22 torneos, son muchísimos”, señaló Carolina, que espera regresar bien para acumula puntos y subir peldaños en ese ránking que le permita ser una de las cabeza de serie en Tokio.
De momento, no ocultó que “me ha beneficiado que se hayan aplazado los Juegos”, ya que como apuntó “no podía entrenar”, aparte de recordar una serie de vicisitudes que habían marcado el primer trimestre del año: “Estuve enferma, llegó luego el problema personal de mi padre, la verdad es que era imposible estar concentrada al 100% en los entrenamientos y en la competición”.
El aplazamiento de los Juegos ha dado un margen de maniobra a Carolina, que insistió en que “me beneficia para poder prepararlos mejor”, y es que en su mente no está otra cosa que “ir a por la medalla de oro”.