P. G. Claudio Barragán tendrá una prórroga de su contrato. Es ahora mismo la opción preferencial de los rectores del Recreativo de Huelva, a los que, eso sí, han llegado diversos ofrecimientos de entrenadores para la temporada 2020-21.
La interrupción y posterior suspensión de la Liga no ha parado el trabajo en la secretaría técnica del club que ya lleva un tiempo manos a la obra en el diseño del siguiente ejercicio, que será novedoso por los efectos colaterales que ha dejado esta campaña inconclusa solventada, entre otras cuestiones, sin descensos.
Claudio llegó al Recre para relevar en el banquillo a Alberto Monteagudo con una cláusula de renovación si conseguía dejar al equipo entre los siete primeros -en puesto de Copa del Rey-, reto que no ha podido conseguir tras la suspensión de la competición.
Entre el mar de incógnitas que rodean al Recre -y al resto de equipos de Segunda B- a la hora de planificar la próxima temporada, una de las cuestiones que, en principio, tiene menos dudas, es la continuidad de Claudio Barragán. Con sólo cuatro partidos en el Recre poco ha podido dejar su sello, y en el seno de la entidad la confianza que se tenía en él a la hora de su llegada para sustituir a Monteagudo, no ha mermado pensando en la siguiente campaña. En ella habrá que pelear duro, primero para buscar el retorno al fútbol profesional, y segundo, al menos, para asegurar el pase a esa nueva categoría que se quiere crear, la Segunda B Pro.
Se unen, además, las ganas de Claudio por continuar al frente del Recre, y el sentir de una parte del plantel albiazul, satisfecho en líneas generales con lo que se había trabajado con el valenciano en el tiempo que ha podido estar. Todo esto hace que se contemple más lejano dar un nuevo volantazo en el equipo técnico, y se apueste inicialmente por la continuidad de Barragán con el que, de todos modos, habrá que perfilar su nuevo contrato.
Se supone que, una vez cerrado el tema entrenador, éste, junto a la dirección deportiva, perfilarán el plantel para la campaña 2020-21, en la que se deberá tener en cuenta, aparte la exigencia en sí de la competición, las circunstancias económicas que pueden rodear al Recre -y a todos-, como otro de las consecuencias del devastador paso del coronavirus.
