P. Gamero. “Las azafatas no sabían a donde acudir”…. “Aquel viaje lo vamos a recordar siempre, algunos que se montaban por primera vez en avión, sólo podían hablar contando chistes por el miedo que tenían”… “Lo pasamos muy bien en ese viaje y en toda la Copa”. Alejandro Ceballos, componente del plantel del San Roque de Lepe entonces, luego entrenador del equipo aurinegro, tiene un recuerdo imborrable de ese día, marcado en rojo entre los aficionados leperos, porque dieron el trago más agradable a una Copa que se tiñó de amarillo y negro.
Ocurrió el 8 de noviembre de 1990. Ese día el San Roque disputó en la localidad asturiana de Piedras Blancas, ante el Hispano el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, eliminatoria a la que llegó tras superar en la primera ronda al Lebrija y en la segunda -también otro hito- al Recreativo de Huelva.
La crónica deportiva de ese partido quedó marcada por el gol de Moreno en el segundo tiempo, que dio ventaja al San Roque para la vuelta, en la que con empate a cero, certificó su pase a los octavos de final donde se topó con el Orihuela, en ese momento en Segunda División.
Pero el recuerdo de todos se centra en ese viaje a Asturias, marcado por mil vicisitudes, que hicieron aún más famoso a Lepe en toda España, llegando incluso a El Mundo Deportivo a realizar un reportaje sobre lo que vivió el San Roque en ese viaje en particular, y en la Copa en general.
Tras eliminar al Recre el sorteo quiso que el San Roque se enfrentara al Hispano. Y ¿quien dijo miedo? La directiva sanroquista no quiso que el equipo estuviera solo en Asturias y organizó un vuelo chárter Sevilla-Asturias, en el que hubo cabida para aficionados y periodistas.
“Hubo gente que se montó en el avión muy asustada, porque era la primera vez que lo hacían, y los chistes que se contaron, ese viaje no lo puedo olvidar”, señaló Ceballos que, ante todo, reconoció que “era un ambiente fenomenal el que se respiró en ese vuelo chárter, porque fuimos junto a la afición, estábamos muy unidos a ella”.
“Llevaron un montón de cajas de fresas de regalo, que no querían ponerlas en la bodega, pero el avión salió”, recordó. Luego en la vuelta “la gente seguía con miedo al avión, pero bueno, ya iban más animados y algunos pudieron llevarlo mejor”.
Ceballos no sólo tiene buenos recuerdos de ese viaje, sino también de la eliminatoria anterior ante el Recre. “En Lepe jugaron los menos habituales y ganamos por 2-0. Yo ese día jugué un poco más adelantado de mi posición, presionamos mucho, el campo era más pequeño y ganamos bien”, señaló el entonces defensa sanroquista, que reconoció que en la vuelta se sufrió de lo lindo: “Cuando jugamos en Huelva se declaró festivo en Lepe, la grada de Fondo era toda de Lepe. Marcó Luzardo, sufrimos mucho, el Recreativo llevó el peso del partido pero supimos aguantar y pasar adelante”.
Luego llegó el duelo con el Orihuela, recordando Ceballos que tras perder en la ida en casa (0-1), en el partido de vuelta “sufrimos un arbitraje tremendo, no habías hablado nada y el árbitro te enseñaba una tarjeta… y con una chulería innecesaria”.
Alejandro Ceballos posteriormente ascendió a Segunda B en la temporada 1991-92, si bien se perdió casi la totalidad de la temporada por una grave lesión. Luego volvió a ascender a esa categoría como entrenador en 2009 y en 2014, amén de ser el técnico que llevó al cuadro lepero a ganar la Copa Federación en 2010.
Ficha técnica:
HISPANO: Bango; Alecano, Carlos, Miguel, Toñín, Manolo (Marañón), Víctor I, Granda, Juan Carlos, Fran y Fermín.
SAN ROQUE: Vela; Salvador, Álvarez, Ceballos, Anzarda, Babi, Fede, Moreno, Fali (Juanijuán), Lito (Mora), Sebastián.
Árbitro: Muñoz Fernández (colegio castellano-leonés). Expulsó por doble amonestación al sanroquista Miguel. Mostró la cartulina amarilla a Toñín, por el equipo de casa; y a Vela, Álvarez y Ceballos, por los visitantes.
Gol: 0-1 (68′) Moreno.
Incidencias: Partido de ida de la segunda eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el estadio de La Ferrota, lleno, con cerca de medio millar de seguidores del San Roque en las gradas.