Redacción. Hoy en día, los imprevistos pueden surgir en cualquier momento. Por eso son cada vez más populares los préstamos, que nos permiten salir de un apuro sin tener que recurrir a que alguien nos deje dinero, y a la vez nos aportan financiación para comprar ese producto que tanto deseamos pero que no podemos permitirnos con nuestro sueldo.
En sí, un prestamos sin nomina ni aval se define como un producto bancario mediante el cual el cliente puede recibir una cantidad de dinero determinada por parte del prestamista (esto es, la entidad o persona que deja el dinero). A cambio, el prestamista debe recibir la misma cantidad de dinero junto con los intereses que le corresponden a dicho préstamo, en pagos periódicos previamente establecidos.
Lo más habitual en estos casos en los que se necesita dinero es acudir a nuestro banco de confianza. Normalmente, estas entidades tienen preparados determinados préstamos para nosotros. En este caso, según datos publicados en 2020 por el Banco de España, el coste medio de estos préstamos estaría ahora mismo en el 7,91 % TAE.
Sin embargo, los préstamos bancarios no son la única opción por la que obtener dinero. De hecho, actualmente el mercado ha avanzado hasta ofrecernos distintas posibilidades por las que obtener un préstamo. En España, podemos acudir a las siguientes entidades:
- Bancos
- Cajas de ahorro
- Prestamistas online
- Cooperativas de ahorro y crédito
- Empresas de tarjetas de crédito
- Plataformas que gestionan préstamos entre particulares
Las diferencias entre estos distintos medios para obtener un préstamo son varias:
- La cantidad de dinero que ofrecen
- El tiempo en el que podemos disponer del préstamo
- El tiempo total que podemos disponer del préstamo hasta su devolución
- Los documentos requeridos (nómina, renta…)
No en todas estas entidades son necesarios los mismos documentos. Por lo general, el documento que será necesario para casi cualquier transacción de este tipo es el DNI (Documento Nacional de Identidad) o NIF, es decir, un documento que nos identifique como persona física. Sin embargo, es posible que algunas entidades, en especial los bancos, requieran otro tipo de documentos:
- Última nómina. Resulta muy común para los bancos demandar este documento, puesto que les aporta información sobre nuestra solvencia.
- Fotocopia de la declaración de la renta. Con este documento los bancos pueden cerciorarse de cuál es nuestra situación económica en general.
- Contrato de trabajo. Mediante el contrato de trabajo, los bancos pueden asegurarse de que seremos capaces de hacer frente a los pagos del préstamo.
- Escritura de la casa. Es requerida solo en ocasiones especiales, pero algunas entidades pueden demandarla.
Estos son algunos de los documentos que los bancos pueden requerir para procesar nuestra solicitud de préstamo. Por supuesto, no todas las entidades que pueden otorgarnos un préstamo requieren todos estos documentos. Por ejemplo, organizaciones de microfinanzas como Prestamer nos demanda exclusivamente el DNI para solicitar un préstamo. Si nos corre prisa y no disponemos de alguno de los documentos necesarios en un banco, ¡probablemente una de estas organizaciones sea la mejor opción!