HBN. La congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede ha concedido el Nihil Obstat para la apertura en Roma del Proceso de Canonizacion de Paco Giron. Un proceso que se inició hace ya cinco años con la creación en 2014 de la Asociación Pro Canonización de Paco Girón, entidad que solicitó la apertura del Expediente de Beatificación por parte del obispo de Huelva, José Vilaplana.
Se nombra Postulador a Teodoro León Vicario de la archidiócesis de Sevilla que comienza a instruir la documentación y se recibe la aprobación en la asamblea de obispos andaluces. En estos días es el Vaticano el portador de tan buena noticia, sin duda recibida con gran alegría entre los onubenses. El legado del cura Santo en su trayectoria de vida y reflejada en sus libros y textos publicados ha dejado una huella de Dios en el corazón de las personas que lo conocieron y, además, la distancia engrandece su recuerdo.
Pero, ¿era Paco Girón Santo? Cuando falleció el 15 de enero de 2009 en Higuera de la Sierra, voces en toda la provincia de Huelva se elevaron al grito de ‘Paco Santo, Paco Santo’. Fue tal aquel clamor, que el obispo de la Diócesis onubense, José Vilaplana, solicitó la recogida de información y testimonios sobre aquel sacerdote de barrio. Quizá por su entrega a los demás y por su condición de hombre bueno, más allá de su vocación de sacerdote, desde su fallecimiento las peticiones para hacerlo ‘Santo’ no cesaron en encuentros, diálogos y artículos de prensa en su memoria. Por ello, un grupo de onubenses solicitó al Obispado de Huelva que abriera un Expediente de Beatificación, cosa que lograron, iniciándose así un proceso que desde 2014 ha ido dando pequeños pasos.
¿Quién fue Paco Girón?
Francisco Girón Fernández (Sevilla, 1923 – Higuera de la Sierra, 2009) fue un hombre con vocación tardía. De joven ya dejó patente su creatividad y sus ganas de vivir. Era el que animaba a sus amigos a hacer cosas, quien organizaba partidos de fútbol, bailes de máscaras, corridas de toros, excursiones en burro… “Él siempre despotricaba del sillón, decía que coartaba la actividad de la personas”, afirma Ángel Manuel Rodríguez Castillo.
Girón estudió Derecho en la Facultad de Granada, tras lo cual inició la oposición a abogado del Estado, aunque tras el fallecimiento de su padre debió hacerse cargo del negocio familiar. Fue entonces cuando sintió la llamada del sacerdocio. Estudió en el seminario de vocaciones tardías, en la Universidad Pontificia de Salamanca, siendo ordenado sacerdote el 13 de abril de 1963 por el primer obispo de Huelva, Pedro Cantero Cuadrado, realizando su primera misa en su pueblo de Higuera de la Sierra.
En 1975 fue nombrado primer párroco de la parroquia de San Pablo de Huelva, en la barriada de Fuentepiña, ejerciendo desde entonces en esta iglesia su labor pastoral junto a los sacerdotes Manuel Martín de Vargas, Manuel Salazar Monge, Pedro Carrasco Chacón y Eugenio Lobo Conde. Fue director espiritual del Seminario de Huelva, alternando esta misión con la de juez eclesiástico, vocal del Consejo de Administración y director de la Comisión Económico-social de la Diócesis. Más tarde fue nombrado pro-vicario general y vicario episcopal de la zona Sur, ejerciendo otras responsabilidades de carácter diocesanas y pastorales, como delegado del clero, miembro del Consejo del Presbiterio y arcipreste de Huelva.
Fue muy amplia su labor en los Institutos Masculino y Femenino de Huelva como profesor en el nocturno y director espiritual de ambos institutos. Y en 1991 le nombraron consiliario del secretariado de cursillos de cristiandad. Promovió la Cabalgata de Reyes Magos de Higuera de la Sierra y la residencia de ancianos ‘Hogar Virgen del Prado’, actividades para las que organizaba sus conocidos festivales taurinos. Además de colaborar con un amplio abanico de entidades, fue el promotor de la Casa que lleva su nombre, un proyecto, ya una realidad, que contribuye a la inserción sociolaboral de jóvenes que necesitan un hogar.
Siendo una persona tan querida, y sin cuya labor no podría entenderse el último medio siglo de historia de la Diócesis de Huelva, fueron varios los reconocimientos que se le otorgaron. Entre ellos, la Medalla de Oro de Andalucía en 2008, la Medalla de Huelva a la Solidaridad en 2002, o la calle que lleva su nombre desde 2006 en Higuera de la Sierra.