
HBN. La Comunidad de Regantes Palos de la Frontera, que está de aniversario con la celebración de los 20 años de su constitución, ha sacado a la luz la historia de 16 hombres y mujeres que han dedicado su vida a la agricultura y que han ayudado a conformar la esencia de la actual fórmula de negocio sobre la que se sustenta uno de los pilares fundamentales de la economía onubense.
Los 16 hombres y mujeres han sido seleccionados tras un proceso de candidaturas por la propia gente del entorno y han sido premiados durante un acto de homenaje celebrado en el salón de actos de la entidad de riego.
Antes del ‘boom’ del cultivo de fresas y berries, estas personas ya cultivaban la tierra con patatas, sandías, árboles frutícolas y otros productos y también avanzaron en la fresa, cuando todavía era un cultivo de secano, en algunas ocasiones hace más de 50 años. Estas son algunas pinceladas de las vidas de estos pioneros sin los cuales no se entendería la agricultura actual:

Antonio Garrocho Díaz
Tiene 82 años. Trabajador incansable ha estado desde pequeño en el campo aunque también lo ha compaginado con otros trabajos en un horno de ladrillos o en Refinería. Comenzó a sembrar hace más de 50 años en una parcela donde actualmente está la fábrica de Tioxide primero con su padre, donde además de fresas en verano también sembraba sandías y melones. Hasta hace tan solo dos años continuaba yendo al campo de forma regular demostrando su compromiso con los regantes de la zona

Cándido Robles Romero
Tiene 88 años y cumplirá los 89 el próximo mes de enero. Tras trabajar una temporada en Aragonesas compró una parcela en la zona de Las Arenillas y dos años después en El coto.
Aún hoy Cándido sigue yendo a diario al campo aunque hace unos ocho años que dejó el negocio a sus familiares. Allí siembra patatas, tomates, lechugas, habas y guisantes. Siempre fue un amante de la agricultura tradicional y no tenía tractor ni maquinaria agrícola, quiso hacer las cosas a la antigua usanza.

Domingo Pérez Cruzado
Con 82 años siempre se ha dedicado a la agricultura desde niño, y siempre en la zona de Palos de la Frontera con viñedos. diversos tipos de árboles y otros productos hortofrutícolas. Desde hace 40 años comenzó con la fresa donde ha puesto su experiencia y su esfuerzo en este cultivo. Hasta los 78 años ha seguido acudiendo al campo de forma regular aunque ya hace algunos años que ha dejado de ir. También ha tenido algo de ganadería con vacas en la finca. Actualmente uno de los hijos es el que continúa con la tradición en la zona de Las Arenillas.


Eulalia Pérez González y Manuel Márquez Márquez
Matrimonio que tiene en la actualidad 82 y 86 años respectivamente. El comienzo de Manuel y de Eulalia como agricultores se puede decir que fue aproximadamente sobre el año 1966 donde Manuel Trabajaba como arriero en una finca de Las Madres sacando mineral de la turba, mientras que Eulalia trabajaba como recolectora de tomates durante dos años.
Manuel comenzó después su nuevo trabajo como parcelista en una finca donde ambos estuvieron trabajando unos 30 años y al mismo tiempo estuvieron sembrando fresas por cuenta ajena. Finalmente consiguieron dinero para comprar sus tierras en la zona del Carril Pereira.

Francisco González Cerezo
A sus 78 años, no ha hecho otra cosa más que labrar la tierra. Pertenece a la vieja escuela de la agricultura, sector al que se vinculó desde niño a través de su padre. Creó Marifrancis y formó parte junto a tres socios de Fresgonzalez. Con 10 años ya iba al campo todos los días con su padre, del que aprendió las labores agrícolas de antaño y fue uno de los pioneros en la siembra de fresas en el año 1957 aunque al principio lo hacía acarreando agua con dos mulos.
En los 60 vendieron tierras para el Polo Químico y se acercaron al pueblo donde continuaron siempre con su actividad agrícola.

Isidro Cortés Jiménez
Nació en La Garrobilla (Badajoz) hace 79 años. Después de cumplir el servicio militar se viene a Palos de la Frontera para trabajar en Dragados, donde se casó con Esperanza Cerezo Ortega, hija de agricultor palermo con la que tuvo tres hijas. Fue nombrado guarda de campo y desde entonces ha estado siempre al servicio de los agricultores de palos. Su misión era evitar que robaran en los cultivos de los agricultores, y para ello incluso le entregaron una carabina y un uniforme que aún guarda como oro en paño. Siempre ha sido recordado por su virtud conciliadora, como hombre de diálogo y consenso que trataba de buscar el acuerdo entre los agricultores. También sembró fresas en un trozo de tierra en Cabañas para ayudar a sus hijas a estudiar.

José Cerezo Coronel
Tiene 84 años. Desde pequeño ha cultivado la tierra en el área de Palos en la zona de la Laguna con su padre. todos los días iba al campo con un carro con mulos a las 4 o 5 de la mañana. Hace ya 40 años empezó por su cuenta en varias fincas en Valdemaría, o Pino Gordo entre otras. Su labor incansable por la agricultura y su esfuerzo le han hecho dedicar su vida y su afán a esta tradición. Ya hace cuatro años que dejó de ir al campo, pero hasta entonces siguió acudiendo al mismo por el amor que le procesaba a esa actividad.

Manuel Camacho Romero
Tiene 77 años y desde los 12 ha estado trabajando. Primero haciendo ladrillos en un horno de Palos y después en la mar, aunque pronto se afianzó a la tierra para dedicarse a los cultivos cogiendo una parcela. Pese a que ya está jubilado continúa yendo al campo a diario del que nunca ha llegado a despegarse del todo y donde cuida a unos pajaritos que son una de sus aficiones.

Manuel Oliva Trisac
Nació en Palos de la Frontera y tiene 76 años. Ha dedicado su vida casi al completo a la agricultura, aunque también recuerda con gran entusiasmo los años dedicados al transporte, siendo el volante, otras de sus pasiones, unidas a la agricultura y los caballos.
La aportación de Manuel Oliva a la agricultura Palerma, la ha venido realizando en diversas explotaciones muy conocidas en el entorno, como por ejemplo: “Las Casillas”, “Las Arenillas” o “El Coto”, dónde años tras año, con esfuerzo y dedicación ha dejado su semilla, como agricultor, dejando en la actualidad en manos de su hijo Manuel Oliva González, la dirección de toda la producción fresera.

María Moreno Cerezo
Tiene 75 años y siempre ha estado en el campo en una finca que tenían sus padres. Empezó a trabajar con 14 años con su tío donde cultivaban fresas y chicharos. A los 22 años se casó con Juan Coronel y aunque durante seis años se dedicó a cuidar de la familia con 27 comienza a trabajar de nuevo en el campo. En los años 80 compra otros terrenos en la zona de las Malvinas desarrollando aquí su actividad. María Moreno fue además socia fundadora de la Cooperativa Santamaría que inició su andadura en el año 1981. Continuó trabajando en el campo hasta el año 2004.

Francisco Garrido Sánchez
Tiene 82 años, llegó a Palos de la Frontera procedente de La Garrovilla y aquí conoció a la que sería su mujer hace unos 50 años y se instaló en el municipio. Desde entonces empezaron a cultivar unas tierras que tenía ella llamadas Casa Conejo. Más tarde amplió sus cultivos a unos terrenos en Las Malvinas. Francisco ha estado hasta hace poco en el campo y es conocido por todos en el pueblo como ‘el Coronilla’. También ha sido tractorista y trabajaba por cuenta ajena con esta maquinaria.

Francisco González Rodríguez
Desde que tenía 9 años ya iba al campo y a los 16 tenía su propia cuadrilla que llevaba en un carro donde ya sembraba en una zona donde hoy se sitúan los terrenos de Tioxide.
Más tarde empezó a cargar fresas en los camiones que transportaban la chirla aprovechando los portes iniciado la distribución nacional de este producto. Francisco Rodríguez, estuvo en los inicios de CORA durante los primeros ocho años en la junta rectora abriendo muchos caminos nuevos a la comercialización de la fresa. Realizaron muchas visitas comerciales al norte de España en áreas como Bilbao, Barcelona y Santander.
Tras ocho años fundó su propia empresa privada junto a cuatro socios, que evolucionó y creció con rapidez y desde el principio se preocupó por la formación de sus hijos para que algún día pudieran coger el relevo de sus actividades. En 2004 fundó Baldifresa, empresa en la que estuvo que estar en la sombra por problemas de salud. Hoy son sus hijos los que han cogido su testigo.

Rafael Cabeza Coronel
Tiene 84 años. Empezó a sembrar siendo un niño, junto a su padre y sus hermanos hace ya unos 70 años. Luego siguió cultivando junto su hermano Manuel y más tarde con los hermanos de su mujer durante más de 10 años hasta que desde 1987 comenzó a sembrar con su hijo en la zona de Sietevalles. Todavía sigue yendo al campo de vez en cuando. Toda su vida ha estado ligada a la tradición agrícola por lo que ahora le entregamos este premio

Enrique Molina Cabeza
Ha cumplido ya 75 años. Él se dedica al cultivo y a la agricultura desde la constitución de la cooperativa La Rábida del que fue uno de los socios fundadores aunque siempre, de una u otra forma ha estado muy ligado al campo. Empezó con una hectárea de cultivo y en la actualidad tiene más de 50. Compaginaba esta tarea con su actividad como funcionario de Correos. Está jubilado desde hace unos 10 años aunque continúa yendo al campo y colabora en lo que puede ayudando a perpetuar aún más esta tradición.

Francisco Rodríguez Moreno
De 81 años, empezó a sembrar siendo niño en la zona de Aguaeltoro. Al principio cultivaba patatas aunque más tarde, hace unos 50 años comenzó con la fresa y con algunas vacas. Luego empezó a sembrar en la zona de ‘El Príncipe’ durante unos 40 años y hace unos 35 en Las Malvinas. Hasta que se jubiló estuvo con dos fincas. Hace ya unos ocho años que dejó de ir al campo aunque incluso después de jubilarse siguió acudiendo con regularidad.