HBN. Con tan solo 41 años, Gonzalo Leandro Bravo, ha conseguido un objetivo vital al que muchos aspiran. Formado en el exterior como ingeniero de telecomunicaciones, vuelve a su tierra, crea una empresa y vive en nuestro pequeño paraíso compitiendo en un mercado globalizado desde aquí. “Soy de los pocos profesionales de la ingeniería de la telecomunicación que son de Huelva y ejercen en Huelva; en total somos unos cinco o seis ingenieros los que somos de aquí, nos formamos fuera y residimos aquí. Terminé la carrera y decidí quedarme en Huelva. Aquí se vive muy bien, muy a gusto, estoy con mi gente, mi familia y mi entorno, y eso no limita el desarrollo de mi actividad”.
Una filosofía que le permite ver crecer a sus hijos de 4, 7 y 10 años respectivamente, en el lugar que a él mismo le vio nacer. Y una base para buscar la felicidad según el la entiende. En su sede central de la calle Puerto (Gabitel Ingenieros) nos atiende en medio de una intensa agenda profesional.
La Felicidad puede parecer un concepto abstracto pero en su búsqueda el mundo de las empresas, de los profesionales, debería ocupar su propio espacio ¿qué opina al respecto?
“El mundo personal y profesional está cambiando, siendo cada vez más divergente y a la vez más convergente. La empresa se tiene que digitalizar, adaptarse a las nuevas tecnologías, y teóricamente convertirse en algo más frío y menos humano. Por otro lado hay una necesidad personal de ser cada vez más cercana y tener algo que te solucione y sustituya esa modernización (ese uso de redes, nuevas tecnologías y menos contacto personal), por lo que entendemos que la felicidad no es un concepto abstracto sino necesario, imprescindible que ambas líneas (personal y profesional) vayan más que en paralelo en convergencia, aunque sea a largo plazo para que la persona obtenga una satisfacción de su día a día laboral en el que hoy por hoy se pasa mínimo un tercio de nuestra vida. Hay que ir a trabajar feliz”.
¿Qué momentos de mayor felicidad recuerda en el contexto precisamente de su trabajo?
“Para nosotros, con más de quince años de trayectoria en el sector, el concepto de crecimiento que tenemos ha sido siempre muy lineal, escalón a escalón, no hemos dado grandes saltos sustanciales, aunque cada vez los escalones son más grandes, hemos ido creciendo poco a poco. La mayor satisfacción y felicidad reside en los momentos de tomarte una cerveza con tu grupo de compañeros de todos los puestos, independientemente de los momentos de tensión que puedan ocasionarse en el día a día profesional; Para nosotros es importante saber diferenciar ambos escenarios”.
Gonzalo Leandro es, junto a su socio, Rodrigo Delgado, la principal referencia de su entidad. Gabitel es un proveedor de servicios técnicos y tecnológicos cuyo factor principal es el humano. ¿Qué ventajas y qué inconvenientes, si los tiene, supone el peso específico de las personas en el resultado de su actividad?
“Somos una empresa de servicios pero el mayor valor reside en las personas, y en ese valor, ponemos antes la actitud, el buen ambiente, la sonrisa, antes que la capacidad personal, de hecho, tenemos trabajadores de ramas de letras realizando actividades técnicas porque entendemos que la capacidad de aprendizaje es generalizada, independiente de la formación. Es para nosotros importante la cara con la que entre un trabajador por la puerta, la actitud, las ganas de ayudar a un compañero, de trabajar juntos, más que la formación per se”.
“La ventaja es que somos una gran familia y el inconveniente es que hay que gestionar esa gran familia, lo que conlleva sus dificultades, pero aun así intentamos sembrar para recoger. Trabajan en base al optimismo como filosofía profesional”.
“La media de la plantilla se sitúa en 32 años, una cifra que denota que somos una plantilla joven, por lo que intentamos adaptarnos, ser flexibles, ofrecer libertad para poder disfrutar tanto de la familia como del trabajo”.
Gabitel Ingenieros es un desarrollo empresarial que muestra un nítido planteamiento estratégico, con todas sus variables bien definidas, como puede apreciarse en su web corporativa www.gabitelingenieros.com. ¿El concepto Felicidad que cabida tiene en este planteamiento?
“Nuestro crecimiento profesional va parejo al crecimiento del personal humano. Somos un gran grupo de profesionales que trabajan al unísono, y siempre fomentamos el buen ambiente para que las metas sean alcanzables y satisfactorias. Nuestra estrategia sin felicidad sería imposible, porque el capital humano es lo más importante para nosotros, el estar contento, sentirse integrado, ya que sin ese bienestar quizás no sería posible conseguir objetivos. Nuestros requisitos son muy estrictos con el cliente y si no se hacen desde aquí con una actitud positiva no podrán ser resueltas”.
Lo tecnológico se asocia a lo prosaico como mínimo y, normalmente, a la frialdad. ¿La tecnología y vivir inmensa en ella es compatible con el ‘corazón’?
“La naturaleza humana, y más en la sociedad en la que ahora vivimos, tiene cubiertas una serie de necesidades y entiendo desde mi perspectiva laboral que, o aportamos el valor emocional, o el trabajo no te aporta nada. Al fin y al cabo si nos reducimos a lo básico (entiéndase alimentación o vivienda), lo que nos queda por satisfacer es lo emocional, y desde aquí lo potenciamos a raíz del roce y la atención continua”.
Ha transcurrido escasamente un año desde la inauguración de sus nuevas instalaciones, en la calle Puerto, a la altura de la llamada Plaza Arqueológica. ¿Cómo valora, en relación a las previsiones, este hito para su empresa?
“En Gabitel Ingenieros hemos tenido años muy positivos, optimistas, felices. Nos vinimos a Huelva dando un gran salto en nuestra firma, con ilusión de expandir nuestro proyecto. Actualmente podemos decir que estamos completos tanto aquí como en Sevilla, y que posiblemente ampliemos la oficina de Huelva próximamente. Las perspectivas de crecimiento se han cumplido y notamos el incremento conceptual de empresa cuando nos hemos instaurado en Huelva”.
La firma que representa, dadas sus características, tiene un amplio volumen de trabajo en el exterior de nuestra provincia, de alguna manera ‘exporta’ servicios. ¿Cuáles son las claves para que un empresario pueda superar las barreras de nuestro límite geográfico?
“Igual que hemos empezado diciendo que los avances tecnológicos pueden ir en contra de las emociones, van a favor de la posibilidad de crecimiento. El tiempo y el mundo gracias a las nuevas tecnologías se empequeñecen; hay que trabajar muy rápido porque la tecnología se nos viene encima de una forma muy rápida, pero también nos da la gran posibilidad de trabajar desde y hacia cualquier punto. En este caso, aprovechémosla, ya que aunque entendamos que la tecnología va en contra del factor humano, nos permite potenciar al fin y al cabo la ciudad y el entorno de Huelva.
¿Dónde podemos encontrar la inspiración para seguir pugnando por ser felices, en general y en el ámbito laboral o profesional en particular? ¿Cuál es la ilusión de Gabitel Ingenieros en estos momentos?
“En una apuesta personal de Gabitel el darle libertad a la gente, el intentar gestionar un equipo de forma diferente a como tradicionalmente han funcionado las ingenierías (siempre asociadas a productos más fríos)”.
“La inspiración puede llegarnos de cualquiera que tenga una propuesta feliz, de cualquiera que entre con una idea, algo divertido que quiera compartir. Realmente nosotros no tenemos ilusión por crecer, en el sentido de facturar más, pero la ilusión sí que es una continuidad ya que nos queda afortunadamente muchos años por delante, por lo que la ilusión que tenemos es que el que venga, se quede para siempre, que entre y salga con una sonrisa, que la experiencia sea la más agradecida posible. No hay sueldo que satisfaga una mala relación laboral”.
Muchas gracias, Gonzalo, y enhorabuena.