Antonio J. Martínez Navarro. El aire alegre y jovial que disfruta Huelva se lo da su cielo azul y espléndido, sus balcones floreados de geranios y claveles que te atan como una cita de amor, tiene uno de sus ejemplos más venerado en ese trozo denominado “El Punto” en el que pasan por delante del onubense o foráneo bonitas y morenas caras por doquier. Contiguos están junto a este sitio la bonita Casa Colón y la Avenida Martín Alonso Pinzón (vulgo Gran Vía). De improviso, quedamos fascinados por el hermoso Monumento a la Virgen del Rocío y, a unos metros, la imaginación nos indica que en el sitio que ocupaba, en los años cuarenta y cincuenta, el indeleble Quiosco de Paco Isidro (la historia de este kiosco la publicamos en Historia Menuda, así como las biografías de los propios cantaores Francisco Barrera García, cuyo padre era muy popular. Y comenzó a ser conocido como “Paco el de Isidro” (por su padre) lo que evolucionó hasta Paco Isidro, e hijo Pepe) se eleva un nuevo monumento dedicado a esta saga que ha enaltecido el fandango de Huelva.
Muchas veces he pensado que los cantes de Paco Isidro no envejecen, porque en sus letras están, más que en el repertorio de la mayoría de los cantaores, en el alma del pueblo onubense. Y es que es ciertamente la historia de Huelva la que aguarda o queda encerrada entre las páginas prietas y de largos párrafos dedicados a Paco Isidro. Y no es historia dogmática, fría, estadística, sin calor de humanidad, sino plástica, palpitante, en un tal reflorecimiento de sí misma, que nos sentimos contemporáneo de aquel hombre, de aquel gesto que, sin aspecto trascendental entonces, habían de quedar eternizados en esta escultura. En este punto nos acordamos de un fandango, conocido por casi todos los onubenses, que habla de la grandeza de su intérprete. Decía y dice así este quinteto:
“Sevilla tú eres muy grande
Pero Huelva te ganó
Con un fandango alosnero
Que Paco Isidro cantó
En lo alto del Conquero”.
Paco Isidro falleció en Huelva el 2 de julio de 1960. Queremos nosotros rendir en este trabajo un homenaje de admiración a s hijo, nuestro buen amigo Pepe Isidro, por el que sentíamos un gran afecto, a su señora e hijas. Y es que Pepe tras la muerte de su padre fue un atento centinela del legado flamenco de Paco Isidro y se esforzó en que no dejase tras de sí un sonoro vacío. Craso error, ya que formó una estela de discípulos aprovechados que no se olvidan del fandango que cantaba uno de los mejores cantaores que ha tenido Huelva, Paco Isidro al que todos queríamos entrañablemente y lo respetabamos. Pepe tenía una voz excelente, pero a ésta le unía un extraordinario conocimiento de cómo cantaba su padre, se esforzaba cantando al máximo de su potencia para aproximar a los aficionados a que conocieran el cante de su padre. Así, fue de admira, llevado por un cariño filial, que actuaran en numerosas Peñas y escenarios flamencos diciendo las coplas de su ascendiente y justo está a su lado en el monumento que se levanta en la Plaza del Punto.
Del prólogo del CD escrito por Onofre López, que fuera gran crítico de flamenco. Esta grabación llevaba por nombre “Recordando a mi padre. Fandangos de Huelva”. Extraemos las líneas siguientes:
<<Pepe Isidro nos propone, en este su primer disco una herencia paterna que, respetando la verdad de su antigua esencia, refresca con el perfume de su propia personalidad expresivas. . Son los fandangos, tantas veces oídos en el seno familiar, pero adobados por el cariño dimensional profesado al padre/maestro, que supo trasvasar en él la riqueza de un legado, sembrando su semilla en lo más profundo de su corazón, para que lo hiciera florecer después de muchas primaveras…
En la voz de Pepe Isidro e fandango brota dulce y con la fuerza reivindicativa del que quiere reavivar la llama de la historia. Una historia donde su progenitor escribe, a lo largo de unas décadas, las páginas más importantes de nuestra identidad flamenca.
Así, en los adentros de Pepe Isidro, va aflorando cada pétalo heredado para mostrarlo a una nueva generación que, muchas veces, confunden estilos y maneras. . Él es la fuente, el caudal de melismas que definieron una forma de expresar nuestro fandango y que asoma a nuestra luz de ahora con las aguas claras e incontaminadas de una limpia herencia…>>.
Los sones para su CD y para muchas de sus actuaciones los aportaron los excelentes guitarristas Antonio Sousa y José Luis Rodríguez. Pepe Isidro nació en Huelva en 1931 y falleció en esta misma ciudad el 1 de octubre de 2013. Pero acerquémonos y describamos esta figura.
Ciudad gloriosa e inagotable esta andaluza que el Atlántico acuna y un sol benigno fecunda. Y van resurgiendo la estatuaria gracias a varios artistas que transforman a la ciudad de Huelva en un segundo Renacimiento Antonio León Ortega, Alberto Germán Franco, Elías Rodríguez Picón podrían cantar sus nuevas gracias y definir con palabras este originalísimo espíritu onubense que quiere mostrarse y perpetuarse en su nueva estatuaria, llena de gracia y alegría. No son monumentos nuevos, sino la resurrección de toda el alma huelvana, que sale de la negra noche que para Onuba representó el siglo pasado con el arte abstracto e insípido de algún mal llamado artista. Pero vayamos sin más dilación a la descripción del monumento que historiamos: La escultura descansa en un alto basamento y tiene como bello fondo los jardines de “El Punto”. Está realizada por Elías Rodríguez Picón y dedicada a los dos grandes cantadores citados anteriormente. En ella, realizada en bronce a tamaño natural, se representa al gran artista onubense sentado con un ademán de iniciar su cante. Está tocado con elegante sombrero Su hijo, en un tierno gesto filial, apoya su mano sobre el hombro de su padre. Ambos cantaores visten con impecables trajes, que les dan a sus cuerpos esbelteces de planta.
La escultura, según decía Rodríguez Picón, ha sido posible gracias a una estrecha colaboración con la familia y después de un minucioso estudio de las fotografías que se conservan de los cantaores “para transmitir el aire flamenco y la pose de patriarca necesaria para que las nuevas generaciones puedan conocer la importancia de las tradiciones”.
En la ceremonia de inauguración el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y Eva Barrera, hija de Pepe Isidro y nieta de Paco Isidro, “en representación de la familia, han descubierto el monumento a estos dos cantaores onubenses en un acto en el que han estado representados los distintos grupos políticos del Ayuntamiento y ediles no adscritos, en un tributo que se alza ya en los jardines de El Punto…”.
El día 11 de abril de 2019 la prensa local añadía lo siguiente:
<<Gabriel Cruz ha señalado que ”con este monumento cumplimos un sueño de la familia, del mundo del flamenco, pero también de toda la ciudad, porque rendimos homenaje a dos referentes de una manifestación con la que los onubenses expresamos lo más profundo que llevamos dentro, nuestras raíces, sentimientos, aspiraciones, estados de ánimo y personalidad”. A partir de ahora cada vez que pasemos por estos jardines, podremos estar orgullosos de una escultura con la que además de embellecer la Plaza de El Punto, estamos mostrando el cariño y el reconocimiento que Huelva siente por sus artistas y cantaores porque estamos orgullosos de nuestro flamenco y nuestro fandango>>.
La hija de Pepe Isidro, Eva Barrera, mostraba su agradecimiento con las palabras siguientes:
<<…Por su parte, Eva Barrera, ha agradecido un monumento que consigue “plasmar el sentir de un hijo reivindicando el lugar que le correspondía a su padre y el de un padre orgulloso de dejar tras de sí un legado único e irrepetible dedicado a todos los aficionados del mundo del flamenco y a Huelva entera…>>
En resumen, bonito y bien merecido monumento a Pepe y Paco Isidro que ayuda, sin duda, a Huelva a dar un paso más hacia la plenitud de su segundo Renacimiento.
Nota: En la Gran Enciclopedia de Huelva, de Antonio José Martinez Navarro, que se publicara en un futuro no lejano vienen las biografías de Pepe y Paco Isidro.