La gestora cultural onubense Ana Fernández pone en valor la relevancia del arte del graffiti en Huelva

La gestora cultural Ana Fernández ha sido pionera en el estudio de los graffitis en Huelva.
Las calles de Huelva se han convertido en un ejemplo del arte graffitero. En la imagen, murales de Man-o-Matic en el Antiguo Mercado del Carmen antes de ser tapados. / Foto: Ana Fernández.

Mari Paz Díaz. La palabra graffiti tiene su origen en el término griego graphein, que significa escribir, por lo que no cabe ninguna duda de que se trata de una forma de expresión. Un arte urbano que ha pasado de ser repudiado por algunos colectivos debido a su ilegalidad inicial, a ser venerado y a colgar sus obras en salas culturales y museos. Una fórmula que comenzó a desarrollarse en los años sesenta del pasado siglo XX en Nueva York, desde donde se fue trasladando al resto del mundo, donde han ido surgiendo artistas que encontraron en el graffiti una fórmula para transmitir mensajes a la sociedad. Sin ir más lejos, las paredes de Huelva se han convertido en los últimos años en un escenario idóneo para la difusión del arte graffitero, con la presencia de diversos artistas que han conseguido llamar la atención de los viandantes con sus creaciones. Arte puro en plena calle.

La gestora cultural Ana Fernández ha sido pionera en el estudio de los graffitis en Huelva.

Una manifestación hasta ahora ignorada desde el punto de vista científico y divulgativo, pero que acaba de ser investigada por la gestora cultural onubense Ana Fernández Peña, que el pasado 30 de septiembre presentaba en la Universidad de Sevilla el trabajo titulado ‘Una aproximación etnográfica al graffiti en las calles de Huelva: Artistas, instituciones, valoraciones e incidencias’, dirigido por la profesora Assumpta Sabuco i Canto. Una interesante memoria que forma parte de su Trabajo Fin de Máster (TFM), en el marco del Máster de Antropología, Patrimonio y Gestión de la Diversidad Cultural de la Hispalense. Un estudio con el que Fernández Peña se ha convertido en pionera en poner el foco en este tipo de manifestaciones artísticas y culturales en la ciudad onubense.

Tras la carrera realizó prácticas en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. / En la imagen, con Belén Rueda y Mariano Peña.

Un paso más en la trayectoria de esta joven de 24 años que siempre ha estado vinculada a la cultura y el ámbito social, dos conceptos que le apasionan. Por este motivo, tras cursar el Bachillerato en el IES Alonso Sánchez de Huelva decidió matricularme en el grado de Gestión Cultural, que entonces ofrecía por primera vez la Universidad de Huelva. Una carrera que finalizó en el año 2016, por lo que recuerda cómo «mis compañeros y yo fuimos la primera promoción de Gestores Culturales en España. En esta etapa hice las prácticas del grado en el Festival de Cine Iberoamericano».

Tras estos primeros pasos, Ana se matriculó en el Máster de Antropología, Patrimonio y Gestión de la Diversidad Cultural de la Universidad de Sevilla, donde «aprendí numerosos conceptos y metodologías que me sirvieron para el futuro trabajo de investigación. Entre tanto, tuve la oportunidad de realizar una estancia de prácticas en el Centro de Documentación y Estudio del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, teniendo como especial responsabilidad la búsqueda y recopilación de documentación bibliográfica en plataformas especializadas para la posterior difusión y puesta en valor de lugares y actividades inscritos o incoados en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz», nos cuenta.



Ha realizado prácticas en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida.

Experiencias que ha completado durante este año 2019 con su participación en el Programa Univergem de la Universidad de Huelva, cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad y el emprendimiento entre mujeres universitarias desde una perspectiva de género. Un programa que le ha permitido realizar prácticas durante algo más de dos meses en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida, en el que, según nos detalla, «he desarrollado, entre muchas otras tareas, visitas guiadas, gestión del espacio, digitalización del fondo de Jesús Hermida y participación y organización de cualquier actividad realizada en centro». Una experiencia que considera muy positiva y, de hecho, actualmente sigue vinculada a este espacio a través de un contrato temporal.

En Budapest (Hungría), durante su estancia Erasmus +.

Junto a todo ello, Ana reconoce que es una apasionada de viajar y de conocer otras culturas, otras formas de vida, así que «en el cuarto curso del grado, decidí vivir una nueva experiencia marchándome con una beca Erasmus a Szeged (Hungría). Esto, junto a mi participación en un intercambio joven en Turquía, me ha hecho crecer tanto personal como profesionalmente, conociendo a mucha gente de otros países».

Unas vivencias que le han permitido realizar con éxito este trabajo sobre el graffiti en Huelva, poniendo de manifiesto el interés de las obras de artistas onubenses como Wild Welva, Konestilo, Garrido Barroso y Man-o-Matic. Un estudio que hemos querido conocer con mayor profundidad a través de esta entrevista.

Un movimiento cultural que comenzó a desarrollarse en Huelva hace una década. / Foto: Ana Fernández.

-Ana, ¿por qué hacer un trabajo de investigación centrado en el arte graffitero en Huelva?
-Elegí este tema, principalmente, porque, hace algo más de una década comenzó a surgir en la ciudad de Huelva un interesante movimiento cultural vinculado al graffiti y a la pintura mural que está alcanzando, en estos días, gran proyección a escala nacional e, incluso, internacional. El mayor ejemplo lo tenemos en Man-o-Matic, que comienza a desarrollar estas nuevas formas de expresión en Huelva en el año 2010. Estos hechos me llevaron a interesarme más por este fenómeno y adentrarme en una exhaustiva investigación.

-¿Cuál ha sido el objeto de estudio?
-Mi objetivo principal ha sido analizar las diferentes expresiones artísticas en las calles de la ciudad de Huelva desde una perspectiva antropológica y cultural, mezclando las dos líneas de mi formación en el grado y el posgrado.

Los graffiteros de Huelva suelen ser más valorados fuera de la ciudad.

-¿Cuáles son las principales conclusiones de la investigación?
-Las conclusiones que he sacado de este trabajo han sido muchas y muy interesantes. En mi estudio he podido reconstruir los orígenes del movimiento graffitero en Huelva, analizar su evolución a lo largo del tiempo en consonancia con esta práctica a escala nacional e internacional y comprobar la importancia de algunos aspectos, como la visibilidad de las obras, el reconocimiento mutuo entre autores y la valoración que se les proporciona a los artistas, curiosamente más reconocidos fuera que dentro de nuestra ciudad. La mayor implicación de las pequeñas asociaciones, frente a las grandes instituciones, también me ha interesado, detectando que éstas aún están en un terreno incipiente en la valoración y gestión de estas prácticas. Otra de las variables que he podido observar a lo largo de esta investigación es la competencia existente, la importancia de las redes sociales, la obtención de permisos por parte de los autores en relación con las zonas patrimoniales e, incluso, he estudiado la vinculación de este fenómeno a una ideología o estatus social concreto. Este estudio ha sido muy amplio y he podido abarcar también la conservación de estas obras, su potencial vinculación al mercado del arte, el desarrollo desde la trasgresión hacia la profesionalización de los autores y su entrada en los museos. He podido comprobar también que existe una gran implicación por parte de la ciudadanía y, al mismo tiempo, una falta de tutela por parte de las instituciones. El Museo de Huelva y la Casa de La Juventud ‘La Ruta’ son dos de las instituciones a las que he dirigido mi estudio conociendo de primera mano su relación con estas prácticas.

Obra de Konestilo en la puerta de un garaje. / Foto: Ana Fernández.

-¿En qué punto se encuentra Huelva en este ámbito?
-Huelva, aunque viene ya desarrollando una interesante pintura mural desde algo más de una década, adolece de una escasa gestión y valoración de este tipo de manifestaciones artísticas. Es desde el ámbito institucional desde el que se debe tomar una mayor conciencia de la valía de los autores y sus obras, igual que se viene desarrollando en otras partes del mundo.

En el estudio también recopila los orígenes y el desarrollo de esta práctica en Huelva. / Foto: Ana Fernández.

-¿Quiénes son los principales graffiteros onubenses?
-No me atrevería a decir cuáles son los principales, pero sí los más reconocidos, pues mi estudio no solo ha estado vinculado al graffiti en la actualidad. Todos ellos han ido tomando diferentes caminos, pero tienen en común el trabajo y desarrollo en estas expresiones, mejorando sus técnicas y estilos hacia una mayor calidad de sus obras. Como autores que desarrollan paste up y graffiti mural en Huelva, algunos de los mayores referentes actualmente son: Wild Welva, Konestilo, Garrido Barroso y Man-o-Matic. Mientras que también he podido recopilar los orígenes y desarrollo de estas prácticas en Huelva gracias a Pepe Toscano, uno de los referentes del Hip-Hop en Huelva, del grupo ‘Punto Final’, así como MöHo, Ciclón, Pure131 y Sace.

Ana, de visita a la exposición del artista urbano Banksy en Málaga.

-¿De qué fuentes has bebido a la hora de realizar este trabajo?
-Las fuentes han sido muy numerosas y amplias: desde trabajos académicos y tesis doctorales, -por ejemplo, la de Francisco Javier Abarca Sanchís sobre el postgraffiti y sus orígenes-, hasta fuentes primarias, como las hemerográficas, pasando por webgrafía y filmografía de gran interés, sirviéndome de plataformas como YouTube y blogs, o bien películas y documentales. Aunque, sin duda, el trabajo etnográfico ha sido la mayor fuente de información siguiendo la metodología de trabajo de campo, observación participante y análisis de redes.

-¿Quiénes han formado parte del tribunal del TFM?
-El tribunal lo han compuesto los profesores Félix Talego Vázquez, Julia Rey Pérez y David Lagunas Arias.

La joven, durante la presentación del trabajo en la Universidad de Sevilla.

-¿Cómo han valorado este estudio?
-Han valorado, sobre todo, la originalidad del tema escogido, pues, hasta ahora, nadie había tratado este fenómeno con tanta profundidad y desde un terreno académico; pero también han tenido en cuenta la exhaustividad del análisis y la variedad e innovación de las fuentes.

-¿Tienes previsto publicarlo o continuarlo?
-Me gustaría seguir en la investigación y, si es posible, publicarla, porque creo, sinceramente, que sirve para poner en valor un aspecto muy singular de la ciudad de Huelva que podría ser, bien gestionado, de utilidad incluso didáctica, cultural o turística.

Le gustaría continuar con esta investigación.

-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-Actualmente estoy opositando, entrelazándolo con mi vinculación al Centro de la Comunicación Jesús Hermida, un centro, por cierto, de muchísimo valor e interés que debe ser conocido y reconocido por los onubenses y puesto en valor por las instituciones.

-¿Tienes algún otro proyecto para el futuro?
-Me gustaría seguir investigando sobre este fenómeno en Huelva y realizar algún proyecto de Gestión Cultural en relación a él. Pero, de manera inminente, mi objetivo seguirá seguir formándome y estudiando oposiciones.

Su trabajo es fruto de mucho esfuerzo, pero muy satisfactorio. / En la imagen, graffiti en el callejón detrás del colegio SAFA Funcadia, firmado por ‘RN1’. Foto: Ana Fernández.

-¿Qué ha supuesto para ti presentar este TFM?
-Este trabajo de investigación ha supuesto para mí mucho esfuerzo y sacrificio, ya que han sido muchos los meses de trabajo. Eso sí, a la vez, me ha resultado maravilloso observar cómo, poco a poco, obtenía respuestas a muchos interrogantes que en un principio me había planteado. Sin duda, ha sido un trabajo que he disfrutado mucho, pues hablar con los autores, observar sus prácticas en las calles, al tiempo que recopilar la mayor parte posible de las imágenes -a veces compleja por esa falta de conservación directa- o que me permitieran hacerme partícipe de sus vivencias y experiencias ha sido muy gratificante. Tengo que agradecer, por supuesto, a los protagonistas (Man-o-Matic, Konestilo, Wild Welva, Garrido Barroso, Pepe Toscano, MöHo, Ciclón, Pure131 y Sace) su amabilidad y colaboración por haberme dedicado su tiempo y haberme aportado numerosa información e, incluso, en muchos casos, material fotográfico de gran interés. También quiero agradecer a Pablo Guisande, antiguo director del Museo de Huelva, toda la información aportada, así como a los dirigentes de la Casa de la Juventud ‘La Ruta’, Lucrecia Campanario y Antonio Alés, junto al monitor de artes plásticas, José Manuel López.

Anima a los onubenses a tomar conciencia sobre la importancia de los graffitis. / En la imagen, con sus compañeros realizando un intercambio joven en Trabzon (Turquía).

-¿Qué le dirías a los onubenses para terminar?
-Mi mensaje es que dejen de infravalorar la pintura mural o de verla solo como un elemento de trasgresión. Todos deberíamos comenzar a reconocer su complejidad técnica y el mensaje de crítica y valores que encierra, integrándola como un elemento estético y patrimonial más de la ciudad.


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