Cristina Morales. A veces cuesta conectar con una persona y que se abra a los demás para conocer su realidad y su mundo interior. Sin embargo, la música siempre ha servido como nexo de unión entre personas, despierta sentimientos y emociones, nos ayuda a expresarnos y conecta directamente con nuestro estado de ánimo. Tanto es así que incluso se usa de forma terapéutica, para ayudar a las personas a expresarse, conocerse mejor e interactuar con el resto. Se trata de la musicoterapia, una disciplina que aboga por el uso de la música y de sus elementos de forma terapéutica, buscando siempre la calidad de vida de los usuarios. Es una terapia complementaria a cualquier otra y que busca desarrollar y potenciar funciones que tenemos, o bien, restaurar aquellas que por algún motivo estén mermadas.
Verdaderamente, es una forma de conectar con las personas, de trabajar con ellas de forma diferente, dejándose llevar por la música, por el momento y evadiéndose del día a día. Cualquier persona puede necesitar este tipo de terapia, ya que en ella puede encontrar la mejor forma de enfrentarse a sus problemas y afrontar una realidad. Sin embargo, también es una terapia totalmente recomendable para personas que presentan algún tipo de trastorno, enfermedad o dolencia y a sus familiares.
En Huelva, Sofía Domínguez Bervel, es pionera en esta terapia. Como musicoterapeuta, esta onubense se ha formado en esta especialidad y, de hecho, nunca para de hacerlo para seguir profesionalizándose y puliendo su forma de trabajar. Posee extensa experiencia en el mundo educativo, ya que ha trabajado en varios centros educativos en los departamentos de orientación, tanto de orientadora como de profesora de apoyo a la integración. Como musicoterapeuta sigue abriéndose camino en Huelva y provincia, trabajando desde con pequeños de 1 año, hasta con personas de la tercera edad y tanto en grupo, como en sesiones individuales, según las necesidades de las personas. De hecho aplica la terapia a personas con diversidad funcional pero también en otras que no presentan dificultad alguna, además de impartir formaciones tanto en la Universidad de Hueva, como en el Centro de Enseñanzas Deportivas Al-Ándalus, con ciclos de formación en los que los alumnos adquieren recursos y estrategias para su futuro profesional.
Ayudar a las personas a expresarse y a sentirse mejor con ellas mismas es lo que más motiva a esta musicoterapeuta, recibir el agradecimiento de usuarios y familiares es su mayor recompensa al trabajo realizado. Hablamos personalmente con Sofía Domínguez Bervel sobre esta terapia y su trabajo del día a día.
– ¿En qué consiste la musicoterapia? ¿Cómo la definirías?
– La musicoterapia es el uso de la música y de sus elementos de forma terapéutica, buscando siempre la calidad de vida de los usuarios. Como siempre digo, es una terapia complementaria a cualquier otra y busca desarrollar y potenciar funciones que tenemos, o bien, restaurar aquellas que por algún motivo estén mermadas. Para mí, es una forma de conectar con las personas, de trabajar con ellas de forma diferente, dejándose llevar por la música, por el momento y evadiéndose a veces del día a día. Es un momento feliz de un día lleno de estrés, de rutina, de carreras, de miedos. Es importante trabajar tanto con el usuario como con los familiares. Mi tarea también es también cuidar a esos familiares buscando siempre momentos para hablar, para que se expresen, desahoguen e incluso participen en sesiones. Tienen una labor encomendable y digna de mencionar.
– ¿Qué formación se precisa para ejercerla?
– Actualmente en España para ser musicoterapeuta es necesario hacer un máster que ofrecen diferentes universidades y, por supuesto, después de esto, como en todas las profesiones una formación continua. Es necesario dejar claro que no valen los cursos de x horas para ser musicoterapeuta, ni vale coger únicamente un instrumento y ponerse delante de personas. El trabajo de un musicoterapeuta, es complejo, conlleva una preparación, conocer a cada uno de tus usuarios, su entorno, preparar tus sesiones en base a unos objetivos específicos con cada persona, evaluar las sesiones, el progreso, valorarte a ti mismo, etc. Como en todas las profesiones hay mucho intrusismo laboral y aprovecho desde aquí para pedir respeto a nuestra profesión. Todos, podemos usar la música, pero no de forma terapéutica, y sobre todo abogo por un trabajo multidisciplinar donde todos los profesionales que trabajamos con un usuario podamos estar conectados para ir todos a una, sin pisarnos.
– ¿Qué resultados puede ofrecernos esta terapia?
– El principal resultado es mejorar la calidad de vida de cada persona que venga a sesión y de ahí desglosamos todo lo que trabajamos en las sesiones, siempre haciendo hincapié en las necesidades más notorias de cada persona. En rasgos generales, puede beneficiar distintos aspectos de las dimensiones en las que trabajamos. En la dimensión Social ayuda a distintos aspectos como a la cohesión social y grupal, además de fomentar el sentimiento de pertenencia e invitar al dialogo, al respeto y a la comunicación, a la expresión individual y a la creatividad. En la dimensión Emocional, la música facilita expresar emociones o compartirlas, ayudando a comunicar sentimientos o estados de ánimo, e incluso modificarlos. En la dimensión fisiológica promueve la relajación y reduce el estrés, mejora la movilidad de las extremidades y la postura e incluso beneficia a la actividad neuronal y muscular, además de al sistema inmunitario y la resistencia al dolor. En la dimensión cognitiva ayuda a desarrollar la memoria y la creatividad, aumenta la atención y la concentración o estimula la imaginación, además de contribuir a la mejora del lenguaje verbal. En el área conductual obtiene cambios positivos en la conducta, reconduce conductas disruptivas y favorece el aprendizaje desde un enfoque cognitivo-conductual.
– ¿Qué tipo de sesiones se imparten y a quiénes van dirigidas?
– Imparto sesiones grupales (grupos reducidos) e individuales. Ahora mismo hay varios grupos, dos de los más pequeños entre año y dos año y medio, que vienen acompañados de sus padres; un grupo de niños entre los 3 y 4 años, y otro de entre 6 y 8 años. Arrancamos en octubre con el grupo de usuarios de la Asociación de Parkinson y Trastornos del Movimiento por segundo año consecutivo, y con muchas ganas de poder abrir nuevos grupos y tener nuevos proyectos. Las sesiones individuales pueden ser tanto en los espacios que me habilitan como a domicilio. También se hacen talleres de musicoterapia algo más numerosos, abiertos al público o en centros escolares, ayuntamientos, residencias de mayores, y entidades en general; al igual que se imparten formaciones y charlas. La musicoterapia está abierta a todo tipo de público, lo importante es que los grupos sean reducidos y homogéneos para que todos puedan beneficiarse.
– ¿Cuántas ediciones lleváis?
– Después de varios años dedicándome sólo y exclusivamente a la educación, decidí emprender con este proyecto maravilloso dando un giro total a mi vida en el año 2017. Desde entonces me dedico exclusivamente a esto, lo cual me ha aportado mucho en mi vida, ya que me ha hecho crecer profesionalmente, pero aún más personalmente. El trabajar mano a mano con familias y formar parte de ellas, te hace ver la vida de otra forma y replantearte mucho tu estilo de vida, tu mentalidad, te hace abrir el alma de forma incondicional. Es una experiencia maravillosa y a veces difícil porque ni puedes ayudar todo lo que necesitan, ni obrar milagros. Lo mágico está justamente ahí, cuando ambas partes nos dejamos ser y cualquier ayuda o palabra es suficiente como aliento ante una situación complicada.
– ¿Cómo van avanzando los usuarios de otros años?
– El avance en cada caso es diferente, pero por norma general tengo la suerte de decir que gracias al trabajo llevado a cabo, muchos de los usuarios que vienen a Musicoterapia han avanzado sustancialmente. Quizás sea en los niños en los que más se nota el avance. Es cierto que no a todos los usuarios les conviene sesiones grupales o individuales, por lo que hay que ver cuál es su necesidad y cómo trabajan mejor. Intento explicarles a las familias que por mucho que quieran que sus hijos estén con otros niños, a veces es necesario trabajar primero individualmente. Yo abogo por la inclusión, pero eso no quita que a veces necesitemos trabajar individualmente, ya que la estimulación y el trabajo pueden ser más ricos que si lo hacemos en un grupo donde nuestra atención esté dividida. Con respecto a los adultos/mayores con los que he trabajado, el trabajo es totalmente diferente. Ellos agradecen el tiempo de la sesión como un momento donde evidentemente mejoran sus funciones básicas, pero principalmente me encuentro que los adultos necesitan cauces diferentes para evadirse de la rutina, donde expresarse emocionalmente, donde puedan ver sus logros y hacerle frente a sus dificultades.
– ¿Cómo te sientes al ejercer tu profesión? ¿Es satisfactorio ver cómo avanzan tus alumnos?
– Trabajo de lo que quiero, de lo que me gusta y para lo que me he formado mucho, por lo tanto me siento maravillosamente. Como he dicho antes, para mí no hay nada mejor que poder ayudar a las personas y hacerles la vida más fácil. No siempre las sesiones salen como a uno le gusta o como estaba previsto, y a veces la improvisación se adueña de momentos con los que no contabas, pero por norma general sales con sensación de plenitud, feliz. Hace días, he retomado el trabajo después de un mes de vacaciones con un peque, su madre me decía que quería que empezáramos ya porque el comienzo de curso, como para cualquier persona, para su peque no estaba siendo fácil. La conexión fue mágica desde el primer momento, al peque se le vio radiante de felicidad durante la sesión y después. Estaba loco de contento de que estuviera con él, en su casa, en su entorno, donde él estaba seguro. Solo quería enseñarme cosas, me llevaba por todos lados de la mano, me invitó a un zumo y no sé quién de los dos estaba más feliz, si él o yo. Además de a él, vi a su madre feliz, y eso no se puede pagar con nada. Me siento muy afortunada con mi trabajo y con quien tengo la suerte de trabajar.
– Envía un mensaje a los onubenses.
– Aprovechar nuevamente para agradecer a todo aquel que está haciendo que mi camino siga construyéndose, que apuesta por mi trabajo y por mí. Por otra parte, agradecer a mis queridas familias por dejarme ser parte de ellas y quererme tanto y tan bien. En cuanto a la musicoterapia, animar a Huelva a que apueste por cosas nuevas, por jóvenes emprendedores de la ciudad, animar a las personas a que difundan por los distintos medios todo lo que se ofrezca y sobre todo, a todas las entidades que estén interesadas, que se pongan en contacto con nosotros porque tenemos mucho que aportar.