
Antonio J. Martínez Navarro. Cómo hemos anotado anteriormente, Punta Umbría sólo generaba noticias hasta finales de 1883 (antes de que fuese famosa por sus célebres playas), por la cuestión de que eran muchos los onubenses que se acercaban a por leña, ya fuese legal o no su recogida (Legajo, número 256):
<<…Alcaldía Constitucional de Cartaya. El día 18 de enero anterior fue denunciado por la pareja de guardias cibiles (¡) del puesto de Corrales, entre otros el vecino de esa ciudad Antonio Lara por hacer chamiza de derrame de pinos en los montes de los propios sitio nombrados Punta de Umbría. Para la sustanciación de dicha denuncia he señalado el de 28 del actual. Y para que tenga efectos dirijo a Vd. el presente para que sea notificado en devida (¡) forma el Antonio Lara devolviéndomelo con nota que se acredite para que obre en el expediente de su razón. Dios… Cartaya, 22 de febrero de 1883. José Gómez…. >>.
Una vez recibida la comunicación en el Ayuntamiento de Huelva, sólo le restaba informar al denunciado y devolver la notificación de que había ocurrido tal acto, cosa que en esta oportunidad se hizo al día siguiente.
A Punta Umbría se acercaba, a fin de hacer carbón de leña de pino, el vecino de Huelva Vicente Librero Vázquez, quien fue denunciado en agosto de 1883, según queda observado en el Legajo, número 256:
<<Alcaldía Constitucional de Cartaya. Número 349 Montes. Interpuesta denuncia en esta alcaldía contra Vicente Librero Vázquez de esa vecindad por hacer carbón de leña de pino en los montes de estos propios, he señalado para la sustanciación de ella el día 16 del corriente mes, a las once de su mañana.
Y para que sea notificado el expresado Librero Vázquez en debida forma, dirijo a Vd. el presente que espero me devuelva diligenciado para que obra su efecto en el expediente respectivo obligándome al tanto en caso análogo. Dios… Cartaya, 11 de agosto de 1883. José María Álvarez…. >>.
El Ayuntamiento de Huelva siguió el curso administrativo: “Huelva, 13 de agosto de 1883. Una vez que se notifique, devuélvase. El alcalde…”.
El tal Vicente Librero sería reincidente, esta vez denunciado por la Guardia civil, apenas dos meses más tarde (Legajo, número 256):
<<Alcaldía Constitucional de Cartaya. El día 1 del actual fue denunciado por los guardias del puesto de Corrales el vecino de esa ciudad Vicente Librero Vázquez con cinco o seis g. g. (suponemos que se refiere a cargas de leña, añadimos nosotros) de boleos de pino en los montes de estos propios y sitio Punta de Umbría.
Para sustanciación de la denuncia he señalado el día 6 de octubre venidero a las doce de la mañana en esta sala capitular. Y para que sea notificado en forma legal dirijo a Vd. el presente que espero me debuelba (¡) con esta que lo acredita para que obre en el expediente de su razón. Cartaya, 26 de septiembre de 1883. José María Álvarez…. >>.

La reciprocidad del abastecimiento entre ambas ciudades es centenaria. Así, a lo largo de siglos el pescado ha venido, entre diversas procedencias, de Punta Umbría, lo que ha significado mercado de venta para unos y posibilidad de compra para otros. En la primavera del año 1900, el Ayuntamiento de Huelva decreta la prohibición de la venta de atún fresco. En la sesión municipal ordinaria del Ayuntamiento de Huelva los munícipes debatían tan importante problema y convierte en aserto nuestra opinión:
<<…Don Joaquín Palacios Sotil, contratista de la Pescadería, expone los perjuicios que se le irrogan con la prohibición de la venta de atún fresco.
Puesto el asunto en discusión hicieron uso de la palabra la presidencia y el Sr. Muñoz.
El Sr. Alcalde manifestó que el atún que puede venderse hoy en este mercado, procede de las nuevas almadrabas de Punta Umbría y por lo tanto llega en buen estado para el consumo.
El Sr. Muñoz expone atinados razonamientos y se acordó que la junta Local de
Sanidad informe si debe alzarse o no la prohibición…>>.
En el Ayuntamiento de Huelva no considerando lesivo para los intereses de la Ciudad el cambio de enfilación de la almadraba de Punta Umbría en la sesión municipal del 30 de mayo de 1902 se concedió la autorización:
<<…Informar al señor Comandante de Marina de este puerto que a juicio de la Corporación el cambio de enfilaciones solicitada por don Ramón Romeu Portas como concesionario de la almadraba de Punta Umbría no perjudica los intereses generales de esta Ciudad…>>.
En el alba del siglo XX al no existir comunicación alguna (hasta el día de San José de 1969) diversas canoas solucionaron este inconveniente. El que suscribe, eu unión de Francisco Gómez Gutiérrez, escribió el libro titulado “Historia de las canoas de Punta Umbría y barcos de Huelva”, con magnifica portada del excelente pintor onubense Josè Antonio Brunt, en el que recordaban y repasaban la historia de todas las embarcaciones (“Rápido Trini”, “Bella Ciudad de Alicante”, “La belleza de Alicante”,, “Juanito”, “Ángela Marisa”, “Villa Clara”, el “Chimbito”…) que han realizado este servicio. En la actualidad, seguimos disfrutando de este servicio con la canoa “Nueva Punta Umbría”. No nos resistimos a presentársela a los amables lectores de este hospitalario diario digital:
<<…Desde el embarcadero, totalmente alfombrado de salitre, los pasajeros observan el movimiento del nuevo bajel. Tiene este una longitud de 21,72 metros, una manga de 6,28 metros, un puntal de 2,43 m y desplaza un peso bruto de 68,05 toneladas.
Se había construido, enteramente en madera, en los astilleros galaicos de Rianxo en 1978, y sus líneas marineras y su velocidad de casi diez nudos lo semeja a un ave marina que vuela a ras de agua. Su calado máximo es de 1,62 m.
Bien puede estar orgulloso Francisco José Hernández Palma de la belleza de su canoa y de la pericia de quien la gobierna.
El poderío del buque se asienta en un motor nuevo, tipo intrabordo, marca “Volvo”, modelo Tamd-12 I K, potencia 380 C. V. 279, 41 KW.
Nos sentimos felices y emocionados de que, de nuevo, los pasajeros de los pueblos de Huelva y Punta Umbría esperen impacientes el momento del atraque de la canoa, de que en el futuro se eleven al cielo los gritos de las mujeres viajeras porque el agua les mojen los vestidos mientras escuchan el rufar delicado y característico de su motor y de que, en los próximos veranos, se vea la canoa engalanada con banderas en honor de la Virgen del Carmen que, satisfecha, le enviará su bendición…>>.
El origen de las Colonias Escolares onubenses lo podemos encontrar en la sesión municipal del 11 de agosto de 1911 en donde se habla del primer viaje de prueba que generó las Colonias Escolares y en la que los pequeños estudiantes visitaron La Rábida y Punta Umbría:
<<…El señor Moreno dijo, que en cumplimiento al acuerdo de ocho de julio último se habían realizado las expediciones escolares a La Rábida y Punta Umbría, cumpliéndose por tanto el convenio celebrado con don Joaquín López Gómez, Gerente de la Sociedad “López, García Morales y Compañía”, propietaria del vapor Isla de Saltés, teniendo la satisfacción de hace constar que las excursiones se habían realizado con el más completo éxito, encomiando los servicios prestados por el oficial de la Secretaría don Carlos Coca, a quien consideraba digno de una recompensa por el celo con que había cooperado al éxito de las excursiones dando al propio tiempo explicaciones de la inversión dada al crédito destinado para merienda de los niños de las Escuelas públicas y subvencionadas.
El señor Aragón se felicitó del lisonjero éxito obtenido en las excursiones solicitando de la Corporación muestre su agradecimiento al señor Moreno y recompense en la forma que estime conveniente al señor Coca, expresando la conveniencia de que el crédito destinado a este fin se amplíen en términos que permitan que en el año próximo pueda establecerse la Colonia escolar recomendándolo así a la Comisión de Hacienda para que lo tengan presente al formar el presupuesto para mil novecientos doce.
El señor Rey coincidió con las opiniones del señor Aragón, solicitando que se le otorgue un donativo al señor Coca y que para el establecimiento de la Colonia escolar se interese el auxilio del Estado.
El señor Moreno agradeció los plácemes que se le habían dirigido y propuso que se adquirieran los datos necesarios para el establecimiento de una Colonia escolar consiguiéndose el oportuno crédito en presupuesto.
El señor Domínguez fue de parecer que no figurando el asunto en el orden del día debía aplazarse el acuerdo de otorgar una gratificación al Sr. Coca hasta la sesión próxima.
Y declarado el asunto suficientemente discutido, se acordó: Quedar enterados, a los efectos correspondientes, de haberse realizado todas las excursiones escolares convenidas con don Joaquín López Gómez, según acuerdo de ocho de julio; Que conste en acta la satisfacción con que ha visto el Ayuntamiento el celo y acierto demostrado por el Teniente de Alcalde señor Moreno en la organización de las excursiones, y aceptar en principio que se conceda una gratificación a don Carlos Coca por sus servicios, remitiendo el asunto a informe de la Comisión de Fomento.,..>>.
Las Colonias Escolares continuaron siendo, a lo largo de varias décadas, un aliciente para los niños más pobres de la capital en su desplazamiento veraniego a Punta Umbría. Así, en su viaje de 1916 podemos leer en “La Provincia” otra noticia de las mismas:
<<Los escolares marchan contentos de excursión a Punta Umbría. Ir en una lancha es para muchos una pequeña aventura ¡sin la vigilancia de los padres…! que terminará en la incomparable Punta Umbría…. >>.

Don Camilo Bel no sólo salvaba vidas a través del desarrollo de su misión hipocrática. En “Oficios y Minutas de 1917” podemos leer la siguiente noticia acaecida en la playa de Punta Umbría, población en la que el célebre galeno pasaba su veraneo:
<<El 31 de julio de 1917 se dirige el señor Fiscal en un oficio al señor Alcalde: “Por decreto del señor Gobernador Civil, fecha 16 del actual, para incoar el oportuno expediente de ingreso en la Orden Civil de Beneficencia de don Camilo Bel y Pérez, vecino de esta capital, por haber salvado la vida con inminente peligro de la suya, a una niña llamada Elena Manuela Treviño de Calero, en ocasión de estarse ésta, en unión de otras, bañando en la Playa de Punta Umbría el día 5 de agosto de 1916, y con el fin de aportar a dicho expediente todas aquellas pruebas testificativas que puedan servir para formar juicio exacto del acto humanitario realizado por el señor Bel y calificarlo; espero merecer de la fina atención de Vd. se sirva informar a esta Fiscalía de cuantos antecedentes tenga de él, y, al propio tiempo, sobre la conducta y concepto moral que le merece el precitado señor Bel y Pérez>>.
Ni que decir tiene que algunas de las carnes y otros diversos artículos que se expedían en Punta Umbría procedían de la capital, como hemos aludido antes. Así, en la sesión municipal del 23 de agosto de 1918 podemos leer:
<<…Desestimar petición de don Manuel Carrasco interesando se le exima del pago de derecho de consumos las carnes de borrego sacrificado en este Matadero Perneo, con destino a la plaza de Punta Umbría, término municipal de Cartaya…>>.
Como si se tratara de un barrio más de la capital la Corporación onubense abonaba los gastos surgidos en Punta Umbría (Actas Capitulares del 12 de Agosto de 1921):
<<…otra de tres cincuenta para materiales de instalación en Punta Umbría caseta Colonia…>>.
(Continuará)