
Antonio J. Martínez Navarro. La presentación de Punta Umbría nos la brinda el tomo VI de la Gran Enciclopedia de Andalucía” editada en 1980 y que nos dice, salvo ligeras y necesarias modificaciones realizadas por el trabajo de investigación, lo siguiente:
<<Punta Umbría. Villa de la provincia y del partido judicial de Huelva, a 26 kilómetros y con 15.053 habitantes en el año 2016 y una extensión superficial es de 38,4 kilómetros cuadrados. Se encuentra situada a una altitud de seis metros y a 100 kilómetros de Sevilla.
Punta Umbría a finales del siglo XIX no era más que uno de tantos lugares desérticos de esta costa (Costa de la Luz). Carecía en absoluto de comunicaciones terrestres y las marítimas no se habían establecido. Una torre de señales marítimas y vigilancia de costa del tiempo de tiempo de Carlos III y a su amparo un puesto de carabineros y una docena de chozas de pescadores formaban la población.
Sus primeros moradores en la época veraniega fueron los ingleses de la Compañía de Río Tinto que obtuvieron del Gobernó, en 1896, una concesión de doscientas hectáreas para el disfrute da vacaciones de su personal. Allí construyeron una veintena de chalets de madera, sobre pilotes de tipo palafítico (para que las arenas voladeras discurran libremente y no formen dunas a su alrededor, circundados de barandas o marquesinas de estilo colonial. aún quedan chalets de esta época que se encuentran ubicados en la ría.
Fue a partir de la segunda década del siglo XX cuando se establecen en Punta Umbría los primeros veraneantes españoles y los servicios regulares de transporte fluvial con Huelva, En esta misma época se inicia el establecimiento de una industria pesquera que en los años treinta llega a contar con cinco galeotes para la pesca de sardinas, y otros barcos de vela dedicados a la pesca de caballas y otras especies marinas –atunes, añadimos nosotros-.
Por decreto de 15 de enero de 1959 se autorizó la constitución del municipio independiente de Punta Umbría, segregándose del municipio de Cartaya al que pertenecía hasta entonces.
Punta Umbría, a pesar de haberse independizado hace sesenta años, cuenta, como hemos apuntado anteriormente, con una historia local importante que comenzó con la instalación de la Torre Vigía…
Durante las fiestas patronales en honor de la Virgen del Carmen, 16 de julio, las antiguas “canoas” que hacían la travesía de Punta Umbría-Huelva-Punta Umbría son las que hacen del altar, conduciéndolas por las aguas del embarcadero y bajándola ante el local de la Cofradía de Pescadores. Va acompañada por autoridades marítimas de Huelva y escoltadas por las lanchas de los pescadores y algunas embarcaciones deportivas que se une a la procesión…>>.

En 1873 la Company Río Tinto Limitada adquiere, con contrato valedero por noventa y nueve años de duración, las minas enclavadas en Riotinto y, poco después, establecer una colonia para operarios de su plantilla en Punta Umbría, hasta entonces una humilde y apartada minúscula aldea de pescadores y carboneros, eso sí, lugar paradisíaco que ya había descubierto el alemán Guillermo Sundheim. En los primeros instantes la Compañía minera lo plantea como lugar de Reposo para la salud de sus obreros, pero, pronto, desecha este y lo convierte en un enclave magnifico. Así, en las proximidades de una antigua torre de observación, sobre las montañas de arena, con vistas al mar y la ría se levanta varias casas de madera sobre pilares, construidas por ingenieros británicos y sin duda obras de singular diseño y exótica belleza que rápidamente se van a conocer como “casas de los ingleses”. Aquí comienza el verdadero nacimiento de Punta Umbría, pero vayamos a sus antecedentes.
Los barcos moros piratas realizaban, a lo largo de los siglos XIV, XV, XVI, XVII y parte del XVIII desembarcos en estas tierras robando y haciendo prisioneros a cristianos que convertían en esclavos. Los mandos onubenses estaban siempre ojo avizor. Así, en el Cabildo del domingo 24 de junio de 1554 se apostaban guardas en Punta Umbría y en el castillo de Huelva:
<<…Se juntaron en la plaseta –posiblemente placeta- desde villa los muy nobles señores Francisco de Lepe… y acordaron que se pusieran guardas a la Punta de Umbría y en la fortaleza desta villa para mor de los moros, porque lo tenían acordado con palos e machos porque palos y machos o lo ponían en su término y que los que estaban a la punta de Umbría se les dé a cada uno dos reales cada día e todo se repartiere por los barcos los que salen a la mar y que tengan cargos de sobra de los barcos, nombrar a Bernardo Mayor y a Juan Rodríguez, regidores para pagar los guardas y tener su quenta y razón…>>.
En las Actas Capitulares del 15 de septiembre de 1828, Junta Municipal de Sanidad, se hacía ver, en unas fechas en la que la población no tenía medios de defensa contra el cólera morbo o la peste bubónica, el peligro de que una epidemia que podía llegar desde Gibraleón. Por este motivo, se indicaba en las anunciadas Actas:
<<Esta Junta de Sanidad que presido en sesión de este día, en consideración a los rumores que hay de epidemia en Gibraltar ha acordado entre otras cosas establecer un barco tripulado de tres hombres y otro más que haya de cabo para que puesto en el río de este puerto vigilen la entrada de los buques viajeros y pescadores de todas clases, observando las órdenes que esta Corporación y de ésta con arreglo a lo que la misma determine. Para esto es indispensable tener fondos disponibles para subvenir los gastos que ocurran y correspondiendo a ese Ayuntamiento proporcionarlos, he acordado dirigirles la presente como lo ejecuto con dicho fin, entretanto la medida de precaución no podrá tener efecto. Dios…Huelva, 14 de septiembre de mil ochocientos veintiocho…>>.
En agosto de 1828, llegan noticias a la villa de Huelva que existían casos de epidemia en Gibraltar. Puesto en comunicación el Cabildo onubense con la autoridad militar, ésta le comunica que debe establecer un cordón sanitario (para impedir que llegaran atacados de la enfermedad) desde la Torre de San Jacinto hasta Ayamonte y se establezca barraca sanitaria en la Torre Umbría:
<<…se manifestaron en los dos oficios órdenes que anteceden del señor Comandante del Tercer Distrito sanitario fecha del 15 del corriente, incertando (¡) orden del Excmo. Capitán General de 12 del actual por la que se preceptúa se auxilie en los términos que la misma expresa a los destacamentos que compongan el cordón sanitario en la corta que media desde la Torre de San Jacinto situado a la desembocadura del río Guadalquivir hasta Ayamonte, y segunda del señor Comandante de dicho Distrito, por lo que con arreglo a dicha superioridad, se le faciliten en los puntos de la Torre de Umbría y Manijata pide se establezca barraca o chosones capones en dichos puntos de combinar cada uno a el menos treinta hombres, quince de caballería y los restantes de infantería con las raciones que de todas clases para los mismos sean necesarias advirtiendo que desde oy (¡) han de salir los destacamentos a cubrir dichos puntos, para hacer un servicio tan interesante, instruidos sus mercedes de todo acordaron su cumplimiento y que en atención a que tanto el punto de la Torre Umbría como el de Manijata, señalados al margen del mismo oficio son y corresponden del todo a el término y jurisdicción de sus dichas villas de Gibraleón y Cartaya; a éstas es a quien justamente corresponden la formación de barracas y chosones caso de no haberlos, como en otras ocasiones y por iguales motibos (¡) lo han efectuado por la facilidad en disponer de las maderas y los demás útiles, y que de entrometerse esta jurisdicción se expondría a ser reconvenidas por aquéllas, dictaminaron se contesten de dichos dos oficios inmediatamente y sin perder un solo instante de tiempo por medio del propio a el Señor Comandante del Tercer Distrito manifestándole dicho inconveniente, ya que acuerda pueda dar sus suposiciones de modo que no se retirase que le está encomendado asegurándole que esta Corporación estará presta a facilitar a los destacamentos las raciones que le sean requeridas y que por orden dieran exigir a esta villa proporcionalmente con los pueblos de los puntos señalados en cumplimiento de la superior orden ya citada del Excmo. Capitán General, y por mí el escribano a continuación que deja nota…>>.

Siempre hemos leído que las costas de Punta Umbría fueron descubiertas para los baños a finales del siglo XIX. No obstante muchas personas se veían atraídas por el entonces verde tapiz de los matorrales que surgían entre los arenales destacando su albura inmaculada alguna que otra casa que al no tener otras a su alrededor no llegaba a darle a Punta Umbría la categoría de poblado. Pues bien, en Oficios y Minutas de julio de 1842 encontramos el siguiente escrito que nos da cuenta de aquel atractivo:
<<Muy señor mío y dueño: Háganos Vd. extender pasaporte para pasar a Cádiz a las señoras doña Asunción Valcárcel, doña Victoria Miñaca y Varcárcel y doña María Josefa Frías que hace unos treinta o cuarenta años que vinieron de Sevilla a esta capital a tomar los baños de mar y para cumplir al mismo tiempo las órdenes del Gobierno para que las pensionistas y demás clases fijen su residencia en las provincias en cuyas Tesorerías tengan efecto el pago de sus sueldos como sucede a estas señoras>>.
(Continuará)