
HBN. La miopía es un problema de la refracción que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos debido a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o porque el ojo es más largo de lo normal. En nuestra sociedad es algo muy común, tanto que se prevé que en unos años, más del 80% de la población joven será miope. Esto se debe a que el esfuerzo del ojo en la visión de cerca empeora la dolencia y el uso de tablets, smartphones y otros gadgets tecnológicos juegan en su contra, al requerir un mayor esfuerzo del ojo.

Las necesidades actuales y el alto porcentaje de miopes que habitan en nuestra ciudad, han hecho imprescindible la apertura de esta nueva unidad en el Hospital Costa de la Luz, por parte de la prestigiosa clínica onubense Gil Piña, especializada en oftalmología. Quien será su director, el experimentado oftalmólogo Rafael Gil Piña, nos ha expresado su ilusión con este nuevo proyecto, innovador en nuestra provincia. En sus propias palabras “es una manera de tener controlado al paciente miope desde el principio al final de su vida, porque pasa por distintos estados”.

Precisamente, esta terapia al igual que la propia miopía, se compone de varias fases, cuatro en concreto. Comienza con un estudio inicial que suele aplicarse a los niños, ya que es muy importante alcanzar un diagnóstico precoz. Es imprescindible una buena hidratación de los ojos para conseguir un mejor estudio. Una vez que se sabe que un paciente es miope, comienza la segunda fase que consiste en intentar reducir los efectos. Lo único que se ha demostrado que puede frenar la miopía es mirar más desde lejos, reducir considerablemente la visión de cerca, por lo que la miopía puede empeorar con las tecnologías, ya que obligar a forzar mucho más la vista. La visión cercana aumenta la miopía, por lo que hay estudios que dicen que, en unos años, más del 80% de los niños serán miopes.

La tercera parte sería a partir de los 21 años, momento en el que se intenta eliminar la miopía, puesto que finaliza el periodo de crecimiento. La única forma de curar la miopía es mediante operación. Hay tres formas de intervenir este problema, la primera sería mediante el láser femtosegundo, que no tiene cuchilla y cuya recuperación es muy rápida, pero a la que solo se puede acceder cuando la miopía está estable. Otra intervención es mediante tecnología ICL, con la que no hay que tocar el cristalino, algo a lo que se opta cuando no se puede realizar el láser. Y, por último, otra opción es colocar una lente multifocal, que suele implantarse a las personas mayores. Existe además, una última fase para los pacientes que tienen más de 6 dioptrías, a los que se les hace un estudio particular para descartar otras patologías. La Clínica Gil Piña de Huelva, posee recursos de última tecnología, tales como aparatos y pruebas de diagnóstico de numerosas dolencias ópticas.

Esta unidad de miopía, pionera en el mundo oftalmológico, tiene prevista su apertura en el próximo mes de enero de 2019 y contará con la presencia de varios especialistas que tratarán a los pacientes, tanto desde pequeños como desde la fase en la que se encuentren cuando lleguen a la clínica. Rafael Gil Piña será el director de este nuevo departamento que, además dispondrá de un retinólogo, un oftalmólogo especializado en los más pequeños y la asistencia del equipo enfermero y óptico de la clínica. Su objetivo es controlar a los miopes en particular, intentando que mejoren su vida. A través de este seguimiento, se pretende que la miopía no aumente, favoreciendo a una mejora de la calidad de vida del paciente. Para todo ello, esta unidad contará con la última tecnología en cuanto a métodos de diagnósticos, gotas para la graduación, retinología sin tener que dilatar y herramientas para un mejor estudio de la córnea, como Pentacam o IOL Master.

Un nuevo espacio del que dispondrán los onubenses a partir del próximo año y con el que se podrá conseguir un estudio más efectivo de este problema visual, tan repetido hoy en día. Un daño que puede dificultad la vida cotidiana y que no tiene una cura sin pasar por el quirófano. Sin embargo, un seguimiento por parte de un especialista puede dotar al paciente de las herramientas necesarias para disminuir sus estragos y conseguir una reducción de sus consecuencias en el día a día.