Ana Rodríguez. El 24 de junio de 2017, el onubense Sergio Quintero de Paz, agente de Medio Ambiente de la Unidad Territorial de Costas y Espacios Litorales de Huelva, estaba de guardia. Aquel día, regresaba a casa a las 20.30 horas tras dar por finalizado un pequeño incendio en Marismas del Polvorín, junto a Media Markt, cuando el capataz del retén con el que había estado trabajando hasta hacía unos minutos lo llamó. Habían visto una columna de humo camino de Moguer.
Empezaba para Sergio una terrible noche que, reconoce, ha marcado un antes y un después en su vida. Era el comienzo del llamado incendio de Las Peñuelas, un hecho dramático para la historia medioambiental de la provincia de Huelva, y que pudo ser mucho peor si no hubiera sido por personas como Quintero.
A las 21.00 horas, el agente era de los primeros en llegar al origen de aquella columna de humo. Las condiciones climatológicas eran muy adversas debido al fuerte viento y las altas temperaturas. Como recuerda: “me encontré un incendio que avanzaba en dirección sur, buscando Mazagón a una velocidad de espanto. El fuego saltaba las copas de los pinos como un monstruo, era un tsunami que se llevaba por delante caminos y carreteras con una facilidad pasmosa. A bastantes metros salían focos secundarios que daban la sensación de ser distintos incendios”.
Ante la gravedad de lo que contemplaba, Sergio pidió a la Delegación de Medio Ambiente que movilizara todos los medios disponibles, poniendo en alerta al dispositivo del Plan Infoca para afrontar la extinción. Durante las tres primeras horas del incendio forestal, Quintero ejerció como coordinador de Extinción, hasta que se personó un ingeniero de la Administración, a quien estuvo asesorando hasta las 11.30 horas del día siguiente.
“Me dediqué a defender el flanco izquierdo, a colocar a los medios que iban llegando para que no se abriera más el incendio, a montar el puesto de mando avanzado y a esperar a que viniera el relevo de mando. En estas situaciones es importante hacer un plan de ataque con los medios que tienes para minimizar daños”, explica el onubense.
Fue una gran casualidad que precisamente aquel día Quintero fuera el agente de Medio Ambiente de guardia de su Unidad, ya que desde 2008 tiene asignada la zona de Moguer. Según reconoce: “si tenía que pasar en Moguer, prefiero haber estado yo. Fue una suerte para organizarnos y movernos por la estructura de caminos, porque controlo muy bien la zona. Eso hizo que la gestión fuera más cómoda”.
En cualquier caso, al ver quemarse un terreno que tanto había cuidado, Sergio no pudo evitar sentir una gran tristeza, a la par que impotencia al no tener control sobre la situación. En sus palabras, “el fuego se comportaba como un monstruo libre e indomable. En menos de tres horas había recorrido 15 kilómetros. Tuvo tres cambios de viento importantes, dos hacia Matalascañas y uno hacia Mazagón, que nos obligaron a desplazarnos. Fue una pesadilla esa primera noche y espero no volver a encontrarme un incendio como aquel”.
Durante los días que duró la extinción, Sergio estuvo al pie del cañón, dedicando la segunda noche a defender la zona noreste con maquinaria pesada y, más tarde, a labores de refresco y liquidación del incendio forestal. Unas jornadas que jamás se borrarán de su memoria.
A pesar de todo, el agente de Medio Ambiente apunta que “podía haber sido mucho peor, se podían haber calcinado más hectáreas. La gestión del incendio fue impecable. Hubo coordinación máxima con todas las administraciones. Todos fuimos a una y no se escatimó en medios”. Gracias a esa coordinación y también al duro trabajo de decenas de héroes anónimos como Sergio Quintero de Paz, no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, ni siquiera hubo heridos, y los núcleos urbanos no se vieron afectados por las llamas.
Quizá en representación de todos esos funcionarios públicos que contribuyeron a salvar Mazagón, Sergio Quintero fue reconocido el pasado 13 de junio con el Premio Empleado Público del Año en la categoría Administración General y otros Servicios Públicos. Un galardón que otorga el sindicato CSIF y Huelva Buenas Noticias y que el onubense recibió sintiéndose “abanderado de mi colectivo. El resto de los nominados eran tan merecedores como yo del premio. Es algo muy positivo y yo lo recogí en representación de todos los agentes de Medio Ambiente, un colectivo que la sociedad debe conocer y sentirse orgullosa de él”.
Sergio Quintero lleva 21 años en la Administración Pública, dos décadas en las que ha trabajado en muy diversos sectores de la misma. Aunque de joven estudió auxiliar de clínica en el IES Santa María de La Rábida, luego decidió sacarse el Bachillerato y empezar a opositar. Primero entró por concurso-oposición como ayudante de Servicios de Conserjería en la Universidad de Huelva y promocionó a técnico auxiliar de Servicio de Conserjería. Más tarde, gracias a otras oposiciones, se convirtió en interino de administrativo en la Junta de Andalucía y estuvo trabajando en el Museo de Huelva.
Sin embargo, hasta que tuvo casi 20 años, Sergio había sido miembro del Grupo Scout Saltés y esa pasión por la defensa de la naturaleza y la conservación y respeto al medio ambiente habían calado en él. Por ello, acabó opositando al puesto de agente de Medio Ambiente, al que accedió en 2008. Su primer destino fue Aracena, aunque tras unos meses lo trasladaron al litoral onubense, a la Unidad en la que se encuentra actualmente, asignándole la zona de Moguer.
Tras obtener su plaza, Quintero quiso profesionalizarse aún más, y realizó los estudios de Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural.
En esta década, el onubense se ha convertido en un amante y defensor de su profesión, la cual es muy poco conocida por la sociedad. Como bien explica, un agente de Medio Ambiente es “como un policía medioambiental. Somos los ojos y las manos de la Administración en el campo, una figura clave que vela y custodia la naturaleza. Entre nuestras funciones se encuentran fiscalizar todas las actuaciones que se hacen en el medio forestal (cortas, desbroces, descorches, quemas, vertidos, recogida de plantas, frutos, etc.); la dirección en la extinción de incendios; contribuir a la educación y sensibilización ambiental; la recogida de especies protegidas heridas; las captaciones ilegales de agua; los riegos abusivos en la agricultura o la modificación de cauces”.
En los años que lleva en la Unidad Territorial de Costas y Espacios Litorales de Huelva, el agente asegura que ha tenido que enfrentarse principalmente a dos grandes retos. Por un lado, las ocupaciones ilegales de monte público, es decir, la colonización de la agricultura de terreno forestal, terreno público del que algunos agricultores han tratado de apropiarse sin permiso para incrementar sus zonas de cultivo en detrimento del pinar. “Hoy esta batalla es mucho más leve que hace unos años. Nosotros hacemos una constante vigilancia de los límites, de la frontera entre lo agrícola y lo forestal”, expresa Sergio.
El otro hito fue el ya citado incendio de Las Peñuelas de Moguer, un drama que hoy día tiene una segunda parte: la recuperación de la zona quemada. Quintero está metido de lleno en esta tarea, pues como agente de Medio Ambiente forma parte de sus labores vigilar que los trabajos se lleven a cabo conforme a las directrices de la Administración y que se cumpla el proyecto de restauración establecido, además de determinar el criterio de corte para los árboles quemados, dirigir la retirada de residuos y, en general, decidir cómo actuar sobre el terreno.
En suma, la aventura que, sin saberlo, Sergio inició el 24 de junio de 2017 aún no ha llegado a su fin. Por delante queda mucho trabajo para que el monte se recupere de las llamas, pero la ilusión lo guían a él y al resto de agentes, funcionarios y voluntarios cuya disponibilidad y esfuerzo los convierten en héroes de premio.
2 comentarios en «El agente de Medio Ambiente Sergio Quintero de Paz, uno de los héroes del incendio de Moguer»
¡¡Qué gran persona este Sergio!!
Solamente matizar que el incendio se inició a las 17:40 horas y los primeros en llegar fueron los agentes dé Policía Local de Moguer, que durante más de 3 horas evacuaron las casas de temporeros cercanos a la zona afectada.