Redacción. El sábado 21 de julio, a las 19.00 horas, con la suave brisa que siempre sopla en la campiña beasina, los clarineros, como cada año, acompañaron en peregrinación a su Virgen de Clarines, desde la aldea que lleva su nombre, hasta Beas, para dar comienzo a las fiestas patronales en su honor.
Cientos de beasinos dejaron por un momento su descanso vacacional, para acompañar a su Virgen, ya sea como costalero, de promesa, o como peregrino de a pie o a caballo, cumpliendo un año más la tradición del traslado de la Virgen al pueblo. En la comitiva, muchos jóvenes, entre ellos las 11 aspirantes a Romera Mayor de las fiestas, y la Reina del año 2017, que entre vivas y piropos a Clarines recorrieron los 3,5 km que separan la aldea del pueblo.
Este año los peregrinos de a pie echaron mucho de menos a quien durante más de 50 años les acompañaba con su inseparable guitarra, y sus letras irrepetibles dedicadas a Clarines. Nos referimos a Manuel G. Bando Beltrán, poeta, músico y gran devoto de la Virgen, que falleció repentinamente hace pocas fechas.
Momentos emotivos del traslado fueron la salida de la ermita entre vivas, la subida de la cuesta de la Cruz de San Bartolomé, el descanso de los romeros en el abrevadero de los grifos, la llegada al pueblo al caer la tarde, y por fin la entrada en la iglesia ante una abarrotada Plaza de España.
Beas tiene por delante un intenso mes de agosto dedicado a su fiestas patronales, con multitud de actos religiosos y culturales, que culminaran en la Romería en honor a su Virgen de Clarines, que este año, además, celebra el 25 aniversario del nombramiento como alcaldesa Perpetua de la localidad, de los que iremos dando cumplida cuenta a través de estas páginas.