Redacción. Dentro del ciclo Miércoles Literarios, el profesor, periodista y escritor Manuel Bernal Romero, nos acercó ayer al J. Ramón más cercano y verdadero, con la presentación de sus obras “Mi amigo Juan Ramón” y “El Hombre que escribió Platero”, en un acto que introdujo la gran investigadora Rocío Fdez. Berrocal.
En su presentación del autor, Fdez. Berrocal destacó la dilatada y prolífica trayectoria de este sevillano nacido en Los Palacios y Villafranca, que cuenta con una gran producción poética y narrativa, buena parte de ella orientada al público infantil y juvenil, y que está considerado como uno de los mejores críticos literarios del momento. Manuel Bernal es además un gran especialista en la generación del 27, y profundo admirador de la figura del Nobel moguereño, al que ha querido reivindicar con varios trabajos como uno de los autores más comprometidos con la vida y con los más desfavorecidos, siempre consecuente con sus ideas, y con una enorme carga filosófica en sus textos capaz de mostrarnos la verdad y la belleza a través de un ingente universo creativo en el que se funden como en ningún otro escritor, la ética y la estética.
Bernal Romero presentó en Moguer sus obras “Mi amigo Juan Ramón” y “El Hombre que escribió Platero”, dos trabajos diferentes pero complementarios, con los que el crítico nos descubre a un hombre y a un escritor sin duda excepcionales, por encima de la idea general de que el moguereño vivía en una torre de marfil, ajeno a todo lo que acontecía a su alrededor, encerrado en sí mismo y recreándose en su obra sin fin, “y nada es más falso que eso ya que nos encontramos ante un creador total, exigente en lo literario hasta lo inimaginable, que no sólo está comprometido con su tiempo, sino que es capaz de percibir, de diagnosticar la realidad o el futuro que nos acecha y regalarnos juicios mesurados, pacíficos y certeros como ningún otro autor lo había hecho hasta entonces”.
En el primero de sus libros “Mi amigo Juan Ramón”, el autor realiza una antología del Nobel que incorpora textos de sus libros inéditos publicados recientemente, y que está concebida como si fuera un libro con entidad propia que recorre no ya su obra, sino sobre todo su credo y su pensamiento. El texto incluye además una conversación excepcional entre dos grandes especialistas en su obra, Graciela Palau de Nemes, su primera biógrafa, y Mercedes Juliá, ambas profesoras en Norteamérica, una conversación que nos ayudará a entender su exilio en los Estados Unidos, los difíciles momentos que vivió junto a su mujer, y que desembocarían en la muerte de su querida Zenobia y en la suya propia.
En cuanto a “El hombre que escribió Platero”, Manuel Bernal nos descubre un singular perfil de Juan Ramón reconstruido a partir de sus cartas, escritas, pensadas o guardadas celosamente en las infinitas carpetas de su obra en marcha, que nos muestran la intensa personalidad de un hombre sin fisuras, que quedó oculto tras la leyenda de sus rarezas, pero que sale a la luz a través de este magnífico trabajo, iluminado por la pasión que impregnó toda su trayectoria literaria. Un poeta atormentado en ocasiones, pleno de sol y de luz en otras, al que el amor por la naturaleza, por los más débiles, por los niños y por su esposa Zenoba, le confieren a su obra una sinceridad y una claridad de pensamiento capaces de desentrañar la verdadera esencia de las cosas.
Dos libros sin duda para emocionarnos, y para sentir toda la fuerza de un poeta integral que sigue hoy, 60 años después de su muerte, emocionando a millones de lectores en todo el mundo.