P. G. Lo dijo Carolina, lo ha repetido su entrenador, Fernando Rivas, “este era el Campeonato más difícil de gestionar anímicamente”. Pero todo salió bien, con el añadido de que la final ha sido el mejor partido de Carolina Marín en el torneo que se ha disputado en ‘su’ Huelva, y en ‘su’ Palacio de Deportes, que lleva su nombre.
“Soñaba con este día y con este público”, destacó la ya cuatro veces campeona de Europa de bádminton, que no tardó ni un segundo tras ganar la final a Kosetskaya en agradecer a su gente todo el apoyo recibido: “Quiero dar las gracias a cada una de las personas que han venido al torneo, que me han apoyado, suyo es el triunfo”.
Carolina no ocultó -además no hubiera podido- es confesar que estaba “súper contenta por alcanzar este sueño, que hoy ha sido realidad”. Se da el caso que en la final ha sido cuando la onubense ha podido desplegar su mejor juego. Lo tenía claro Carolina: “Desde que me levantado por la mañana me dije a mí misma que tenía que disfrutar de este día, que va a ser el último partido ante tu gente, tienes que disfrutar de esta final, y lo he hecho y estoy feliz”.
La onubense reconoció que “todo salió como estaba previsto”, por eso “pude disfrutar en la pista”, revelando un detalle respecto al último punto del partido: “No quería que se acabara, quería que fuera el más largo de mi vida, porque quería disfrutar mucho más de toda mi gente”.
Fernando Rivas, su entrenador, señaló que “un buen trozo de la medalla de oro conseguida es de Huelva”, reconociendo que ha sido “el Campeonato más difícil de gestionar a nivel emocional sin duda alguna”, pero que ha hecho “crecer a Carolina a nivel de gestión de las expectativas , resultados y emociones”.