
Carmen Palanco. Estela Rengel es una joven onubense que comienza a sentirse en el mundo de la poesía. Es conocida en los círculos literarios de la provincia, también como activista cultural que se viene desarrollando en numerosos focos. Rengel se inicia allá por el año dos mil quince cuando de la mano de Editorial Niebla, publica su primera obra: Ecdisis, un poemario que la sitúa y la fija al mapa de las futuras promesas del panorama literario onubense.
Desde entonces se viene ofreciendo con un verso valiente, donde se denuda sin tapujos y se ofrece con una voz clara que rompe por desmesura.

Ha sido una niña aventajada que se ha escrito por dar norte a los sentidos de la mujer que es hoy: más erótica, más sensual y más profunda.
La autora rubrica su mensaje sobre la carne como célula de sushumanidades, no siendo más erótica por el sólo erotismo, ni más sensual por la ondulada sensualidad, ni más profunda por su expuesta intimidad. Estela se revela en lo explicito, a menudo reservado y en ella desnudo.Semanifiestaenlas superficies para servir nuevas formas al amor y a los avatares de una mujer que se desangra en la más honda frecuencia de su feminismo.

Esta es la naturaleza que ha parido a su paso;hábitat que ha plasmado en su última obra, también publicada por Rafa Pérez y su editorial, Niebla.
La corta vida de una pastilla efervescente da nombre a un poemario en donde la autora ha caído, ha bullido y ha reposado, para ser tragada por los amantes de la poesía con mayúsculas.
Sabes
a arena de verano
escapándose entre los dedos
y a clavar uñas como banderas
en la cima de tu pecho
(me proclamo
a tus espaldas
emperatriz de todos tus huecos).

Quien lea a Rengel estará desvistiéndose frente al espejo de su propia sensibilidad.
La corta vida de una pastilla efervescente verá la luz el próximo 21 de abril a las veinte horas en la Feria del Libro de Huelva, para aumento de este legado poético en el que se siguen escribiendo grandes letras.