
Ana Rodríguez. Los churros son un manjar al que no se le suele dar la importancia que tiene en nuestra gastronomía. En Huelva tenemos grandes ejemplos de puestos y cafeterías en los que se comen riquísimos churros, ya sean de masa o de ‘papa’, al gusto del consumidor. Desde mediados de 2017, este producto tal y como lo elaboramos en nuestra tierra ha empezado a comercializarse en Alemania, en mercados de Colonia, donde está comenzando a despuntar por ser su elaboración y su sabor, muy diferentes al germano.

Son los primeros pasos de un proyecto de internacionalización de la Churrería Los Calentitos, que se ubica detrás de la Hermandad del Rocío de Huelva, en la calle de los Marismeños. A sus dueños, Ricardo Romero Pérez y Aurora Riquelme Alfaro, se les presentó un día en su establecimiento un señor llamado Valeriano Folgar Gil quien, tras probar sus churros, les pidió la receta para empezar a comercializarlos en Colonia. Después de conocer mejor al extranjero, la pareja aceptó y desde junio de 2017, Valeriano vende en una foodtruck por los mercados de la ciudad alemana churros siguiendo esta receta ‘made in Huelva’.

Que Folgar Gil llegara hasta este establecimiento onubense no fue casualidad. Nacido en Erkelenz (Alemania), aunque con ascendencia española, este hombre de 48 años es un enamorado de los churros desde que era pequeño. El problema era que en Alemania no empezaron a vender este manjar hasta el año 2000. Comenzaron a introducirlos en ferias y durante la Navidad, «pero no eran los mismos que conocemos en España. Tienen un sabor muy malo, con demasiado azúcar y aceite, y en lugar de chocolate le echan Nutella caliente», explica Valeriano.
Después de trabajar 11 años de camionero para Coca-Cola en Colonia, Folgar se hizo autónomo para abrir su propio negocio del churro. Como relata, «para obtener los churros originales de alta calidad, fui probando churros de todos sitios de España… Hasta que conocí a Ricardo y Aurora. Churreros como ellos no he conocido ninguno en toda España. Ellos viven los churros, los hacen con un cariño de todo corazón. Y encima sus churros tienen un sabor perfecto. ¡Me encantaron!».

Valeriano no era la primera persona que le pedía a la pareja de empresarios onubenses la receta y técnica con las que elaboran su producto. «Folgar quería montar una churrería en Colonia. Nos sorprendió que llegó a nosotros recomendado por clientes nuestros, que a la vez era amigos suyos. Después de confirmar lo que le decían sus amigos y de probar en todas las churrerías de Huelva, nos eligió a nosotros y nuestras recetas artesanas y tradicionales», explican Ricardo y Aurora.
Aunque inicialmente la pareja se mostró un poco reacia, el entusiasmo del alemán y su idea de negocio les acabó gustando, además de sentirse halagados por haber sido los elegidos entre churrerías de toda España. Al final llegaron a un acuerdo: le confiaban a Valeriano la receta sin coste con el compromiso de que, en el futuro, se asociarían en Alemania para montar una cafetería con distintos foodtrucks para llevar sus churros a los mercados al aire libre de Colonia.

La propuesta de Fulgar casaba a la perfección con las inquietudes que desde hacía tiempo tenía el matrimonio onubense. Ricardo y Aurora querían crecer en Huelva y habían dado pasos para montar un nuevo proyecto de innovación en servicio y hostelería, pero su idea fue desestimada por las autoridades municipales. Tras esta puerta que se cerraba, la llegada de Valeriano a sus vidas y su propuesta de expansión fue la ventana que se abría.
La receta que el matrimonio ha confiado al emprendedor alemán es, en cierta medida, heredada, ya que estos onubenses sólo llevan seis años como churreros. Ricardo es realizador de programas de televisión y radio, además de productor. Trabajó en Foret como jefe de equipo en la planta de productos para alimentación Codex, pero cuando la fábrica cerró y no lo recolocaron, tuvo que tomar medidas. Se le presentó la oportunidad de regentar una churrería, naciendo así ‘Los Calentitos’.

«Nuestro amigo Pepe nos ayudó a elegir equipos y personal, además de darnos sus recetas, ya que nunca habíamos ejercido como churreros. Cuando compramos los equipos, nos ayudaron a entender cómo se utilizaban con distintas harinas y técnicas para una mejor actuación en los procesos de amasado y fritura. De aquí, después de más de 20 días de numerosas pruebas, salieron nuestras recetas«, recuerda Ricardo.
Según Aurora, lo que caracteriza a su producto y lo hace tan especial es que son «churros de masa con lo mejor de la porra madrileña, su crujiente, y lo mejor del jeringo o tejeringo de Huelva por dentro. Con la suavidad de un churro lleno de masa bien hecha y sin tanta química de bicarbonato. Además, hacemos buñuelos artesanos con recetas tradicionales onubenses, con azúcar y canela, parecidos a los de la Feria de Abril».

En sus seis años como churreros, la pareja onubense ha innovado en su sector. Tal es el caso de los churros bombón y de colores, que no pasaron desapercibidos para el blog gastronómico más importante de España, ‘El Comidista’, que los citó en un artículo dedicado al ‘Churro del siglo XXI’. Al final, tuvieron que dejar de hacerlos en Huelva, a pesar de que estas variedades de churros ha triunfado en ciudades como Madrid y Nueva York.
En Alemania la receta original de los churros onubenses es ya de por sí una innovación, pues en el país germano el concepto de este producto es diferente. Los churros alemanes «tienen forma de rayas, pero la masa es de un preparado dulce, que se utiliza en España para hacer rosquillas de donettes en carros al aire libre y de olor a vainilla característico», explican los dueños de ‘Los Calentitos’.
Por este motivo, para Valeriano ha resultado todo un trabajo convencer a sus paisanos de que no todos los churros son iguales y que su producto tiene un sabor completamente distinto a los que puedan encontrar en el resto del país. «Quienes ya probaron los churros con receta onubense se han convertido en clientes fijos. Algunos de ellos me están apoyando mucho en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram. Cada vez tengo más clientela y le encantan los churros con chocolate», asegura el empresario Folgar Gil.
Para elaborar los churros en Colonia, Valeriano importa todos los ingredientes de España, con la idea de que el sabor no varíe. Hasta ahora ha trabajado los churros de masa, pero de cara al verano quiere empezar con los de ‘papa’.
«Cuando tenga bastantes clientes quiero abrir con Ricardo y Aurora una churrería en Colonia. Espero que sea posible para este año o el que viene», manifiesta el emprendedor alemán. De este modo, de una manera casi fortuita, los churros tradicionales de ‘Los Calentitos’ han acabado dándose a conocer en el mercado alemán, con unas interesantes perspectivas de negocio que irán tomando forma con el tiempo. Una muestra más de que la gastronomía onubense triunfa allá donde por donde pasa.