José Luis Hernández García. Este martes, día 30 de enero de 2018, celebramos en nuestro colegio asumiendo con gran responsabilidad el significado de la efeméride. Intentaremos crear conciencia de su significado en nuestros alumnos y alumnas a través de diferentes actividades en todos los cursos, encaminadas a un solo fin:“CONSEGUIR Y PROMOVER LA CULTURA DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA ESCOLAR”.
Tenemos que llevar a cabo un modelo educativo en nuestros Centros, donde la convivencia en armonía sea una realidad y nuestro principal objetivo.
Hoy, donde nuestra sociedad se manifiesta beligerante, extremadamente competitiva, donde casi vale todo para conseguir un fin, donde los medios exacerban el consumismo, el éxito por encima de otros valores, donde la violencia en imágenes y en palabras emana de cualquier situación; debemos crear el escudo con la fortaleza de la cultura, del conocimiento de los derechos individuales, con la cooperación y la solidaridad, con la igualdad de trato, con el respeto a la diversidad. Para ello es necesario la implicación de toda la Comunidad Educativa: Familia, Alumnos, Profesores, Dirección, Administración etc.
Tenemos que conseguir que nuestros escolares entren en espacios de convivencia basados en la Cultura de la PAZ. Para la PAZ, la violencia, representa su principal amenaza. Solamente con la cultura donde se desarrolla el intercambio y la integración lograrán convertirse en sociedades abiertas, solidarias, respetuosas para quepuedan crecer en plenitud.
Hay ejes fundamentales sobre los que actuar. Debemos cuidar, trabajar y potenciar la inteligencia emocional, la educación en valores, prevenir el fracaso escolar, usar las nuevas técnicas como“el trabajo cooperativo” como uno de los mecanismos donde el respeto al uso de la palabra, a la opinión diferente, a la responsabilidad individual que luego propiciará en la suma un resultado mejor, común para todos y más beneficioso. La suma de individualidades nos llevará al éxito del fin propuesto. La naturalidad en el trato, respeto y convivencia entre niños y niñas, chicos y chicas debe serregla de uso ordinario.
Todos estos aspectos como decía anteriormente, deben trabajarse en total sintonía con las familias. No se pueden obtener resultados positivos de una ambivalencia entre criterios, actitudes,escalas de valores etc. entre familias y centro; ¡bastante difícil nos lo pone nuestra sociedad actual, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías!
Debemos estar muy vigilantes con las conductas y comportamientos que sean o propicien violencia tanto verbal como física. La responsabilidad que como educadores nos comporta nos debe hacer reflexionar en este Día, cargado de significación que nos invita a ser mejores, a dar referentes educativos y de vida a nuestros alumnos y alumnas. ”Para educar a los niños hay que amarlos” (Marcelino Champagnat).