Mari Paz Díaz. Cáceres acogía a finales del pasado año el ya tradicional Encuentro Internacional de Guitarra Norba Caesarina, que incluía en su programación la celebración del V Concurso de Guitarra ‘Ángel Iglesias’, en su modalidad de infantil y juvenil, un certamen que pretende dar a conocer a las nuevas promesas en este instrumento, toda una seña de identidad de nuestro país. Un prestigioso concurso en el que se alzaba con el primer premio la joven onubense Lucía Pilar Garzón Martínez (Huelva, 2000). Una artista, cuyos orígenes familiares hunde sus raíces en la Sierra de Aracena, y que ha recibido de sus padres su pasión por la música.
Un amor por esta manifestación artística, que viene desarrollando desde que con 8 años se matriculara en el Conservatorio de Música ‘Javier Perianes’ de Huelva, donde se decidió por la guitarra clásica, un instrumento que le está dando muchas alegrías, puesto que no sólo ha ganado este concurso en Cáceres, en la categoría juvenil, sino que, además, también acaba de conseguir el segundo premio del Concurso Internacional de Guitarra ‘Alhambra’, celebrado en Valencia.
Dos importantes logros en la prometedora carrera artística de esta joven onubense, que ha terminado segundo de Bachillerato, al tiempo que cursa Sexto de Profesional en el Conservatorio de Huelva. Formación que le gustaría continuar en el Conservatorio de Sevilla con las carreras de Guitarra y Musicología, tal y como nos cuenta en esta entrevista.
-Lucía, ¿cómo surge tu interés por la música?
-Mi interés por la música surge en la infancia. En mi casa siempre suena música, de todos los estilos, desde Chavela Vargas a Pink Floyd, Tchaikovsky o Bob Dylan. No tengo la suerte de provenir de una familia de músicos, pero sí el gusto de vivir en una que adora todas las músicas. De mi padre recibí el jazz y el flamenco, mientras que de mi madre, la música clásica.
-¿Cómo llegaste a la guitarra?
-Entré en el Conservatorio con 8 años y elegí la guitarra clásica. La verdad es que no sé muy bien por qué lo hice, porque mi madre, -como toda madre que apunta a su hija al conservatorio-, quería que tocara el piano. Sin embargo, aunque me resultaba bonito, en aquel momento, me parecía un instrumento frío, lejos de la calidez que me produce la guitarra, aunque hoy también doy clases de piano.
-Acabas de recibir dos importantes premios, en Cáceres y Valencia. ¿Qué han supuesto para ti estos reconocimientos?
-Se ha tratado del primer premio en la categoría juvenil del concurso internacional ‘Ángel Iglesias’, celebrado a mediados de noviembre en Cáceres, así como el segundo premio en la categoría C del Concurso Internacional de Guitarras ‘Alhambra’ para jóvenes (CIGAJ), que tuvo lugar a finales de ese mismo mes en Valencia. Dos premios que suponen para mí muchas ganas de seguir trabajando, pero, sobre todo, que me aportan experiencia en el escenario y el poder conocer a otros guitarristas de los que aprender.
-¿Ha sido muy difícil lograrlo? ¿Cómo te has preparado para estos importantes concursos?
-Los he preparado con mi profesora María Esther Guzmán en Sevilla y mi profesor del Conservatorio José Raúl Llanes.
-Acabas de terminar Segundo de Bachillerato y estás en Sexto de Profesional en el Conservatorio de Huelva. ¿Cómo te planteas el futuro a partir de ahora?
-Me gustaría entrar en el Conservatorio Superior de Sevilla y hacer las carreras de Guitarra y Musicología.
-Hablemos un poco de tu carrera. De los lugares que has tocado, ¿cuáles recuerdas de forma especial?
-De todos ellos, recuerdo de forma especial la Casa-Museo de Andrés Segovia en Linares, porque fue un concierto homenaje al maestro, así como el Teatro de Zalamea, porque me acompañó una banda de viento. La guitarra es un instrumento muy solitario, por lo que poder tocar acompañada de otros músicos es reconfortante.
-¿Qué ha supuesto para ti el Conservatorio de Huelva?
-La primera vez que toqué en un escenario fue allí, así como la primera vez que encontré una amiga con la que compartir inquietudes fuera de mi familia. El Conservatorio no solo es mi lugar de formación, sino que, además, durante mucho tiempo, supuso el único contacto con otros músicos.
-Para despedirnos, ¿te gustaría decir algunas palabras dirigidas a los onubenses?
-A los onubenses les animaría a enriquecerse de cultura, a ir más al cine, teatro y conciertos. Creo que es la única forma de que la ciudad tenga más vida.