El biólogo onubense Álvaro Luna invita a conocer la naturaleza urbana en su primer libro

Álvaro Luna es el autor de 'Un leopardo en mi jardín'.
Álvaro Luna es el autor de 'Un leopardo en mi jardín'.
Álvaro Luna es el autor de ‘Un leopardo en el jardín’.

A.R.E. Álvaro Luna Fernández es un biólogo onubense de 30 años que acaba de publicar su primer libro, Un leopardo en el jardín. La ciudad: un nuevo ecosistema. Una obra de divulgación científica sobre naturaleza en la ciudad muy relacionada con la tesis doctoral que está realizando en el Departamento de Conservación Biológica de la estación Biológica de Doñana.

Álvaro es natural de Huelva capital, donde se crió entre su casa en La Hispanidad y Santa Marta, el barrio de sus abuelos. «Sin la infancia en ese barrio yo posiblemente no sería lo que soy hoy, y lo mismo podría añadir de los veranos en la playa de La Antilla», matiza Luna.



WWF compró los terrenos de la Reserva para luego cederlos al CSIC / Foto: EBD.
Estación Biológica de Doñana, donde el onubense realiza actualmente su tesis / Foto: EBD.

Luego estudió Biología en la Universidad de Sevilla,  especializándose en biología de la conservación, invasiones biológicas y ecosistemas urbanos. De ahí que su tesis doctoral aborde cómo las especies colonizan la ciudad y qué causas y consecuencias tiene este fenómeno.

Pero también, y desde adolescente, Álvaro siempre ha tenido la necesidad de comunicar, de divulgar, lo que le llevó a mantener un blog sobre naturaleza durante ocho años. Además, hizo radio dos años y ha escrito artículos en revistas españolas de conservación, divulgación científica y paleontología. 


Puerto de Huelva

Portada del libro.
Portada del libro.

Al final, sus dos pasiones, la biología y la comunicación, se han unido en un libro con el que trata de abrir los ojos a las personas que viven en ciudades para que sean conscientes y aprecien la biodiversidad del ecosistema urbano. 

Hablamos con Álvaro de Un leopardo en el jardín:

– ¿Cuál es el objetivo de este libro? 
– Actualmente, más de la mitad de la población vive en ciudades y no todo el mundo tiene posibilidad de ir a lo que entendemos como naturaleza asiduamente, por lo que creo que es interesante recalcar que en las ciudades también tenemos naturaleza, y son un lugar idóneo para iniciarse, o para aprovechar pequeños ratos que uno tiene en el ajetreado día a día. En las ciudades hay hasta especies amenazadas, hay ciudades que son espacios protegidos, se están descubriendo nuevas especies… definitivamente la ciudad es un lugar muy interesante para el que sabe observarla con ojos abiertos.

Parque Moret de Huelva.
Parque Moret de Huelva, uno de los espacios reseñados en el libro.

– ¿Con qué intencionalidad has escrito esta obra?
– La idea es transmitir de un modo ameno, divertido y riguroso que los ecosistemas urbanos son sumamente interesantes, y cualquiera puede disfrutar de lo que se cuenta en este libro desde la ventana de casa o en el parque del barrio.

– ¿Cómo se te ocurrió escribir un libro sobre naturaleza en la ciudad?
– Escribo regularmente, y desde hace años (carrera, máster y ahora doctorado) trabajo con naturaleza en ciudad, era cuestión de tiempo que ambos mundos se unieran. Puestos a escribir un libro, sentí que sobre esto tenía mucho que contar y me lancé.También pensé que era un terreno menos explorado, y que podía captar el interés de la gente.

Vista del Parque de las Palomas.
La ciudad es un ecosistema al que muchas especies animales se han adaptado.

– ¿Cómo explicarías de manera resumida el contenido de la obra?
– La obra contiene 20 capítulos repartidos en cuatro bloques en los que se explica cómo las especies logran vivir en la ciudad, qué las caracteriza, cómo interaccionan con características propias de las ciudades, como el ruido, la luz y la basura. Por otro lado, hay un bloque dedicado a especies invasoras en la ciudad, otro a conservación de especies en entornos urbanos y el último, más distendido, en el que intento explicar curiosidades sobre la fauna que podemos encontrar dentro de casa.

– ¿De qué planteamiento partes?
– Parto de la idea de que, aunque muchos vivimos en ciudades, pocos realmente las disfrutan en su plenitud. Yo me asomo a la ventana y veo aves espectaculares que en países más aficionados a la ornitología matarían por tener; veo aves que hace diez años eran impensables en España y ahora abundan porque las hemos traído; veo que nuestras basuras y luces están alterando las reglas del juego de la vida… Todo esto creo que a la gente inquieta puede interesarle, para ver su propia localidad con un punto de vista más rico, y porque, a decir verdad, nuestro propio bienestar nos va en ello.

El gorrión es una especie que prácticamente vive en ciudad.
El gorrión es una especie que es difícil encontrar fuera de las ciudades.

– ¿Cómo definirías la ciudad-ecosistema?
– Las ciudades son el último ecosistema en aparecer en el mundo, y lo han hecho expandiéndose a una velocidad pasmosa. Hace un siglo sólo el 16% de la gente vivía en ciudades. Ahora superamos el 50%. Las ciudades son una de las transformaciones más profundas y duraderas que pueden hacerse a un paisaje. Cuando uno piensa en un ecosistema, piensa en ríos o montañas, pero una ciudad también es un medio con estructura, funciones y seres vivos, solo que el escenario donde todo se produce son edificios, carreteras, parques, jardines, puentes…
Aunque pueda parecer un desierto hostil, hay especies a las que les va mejor en ciudad que en el campo, especies que han sabido aprovechar las oportunidades que este nuevo ecosistema ofrece.

– ¿Qué especies son esas que tienen más éxito en la ciudad que en la naturaleza?
– Las especies que tienen más éxito suelen reunir algunas características. Por ejemplo, suelen ser atrevidas, exploradoras, y desde luego toleran la presencia humana. Vivir en una ciudad debe tener sus contras, pero si lo piensas bien, te liberas de gran cantidad de enemigos que no están presentes en la ciudad, en las ciudades hace algo más de calor (lo que ayuda en el invierno), en los edificios hay posibilidad de hacer nido, y entre desperdicios nuestros y alimentos que ofrecen los parques y jardines muchas especies tienen lo suficiente para vivir bien sin mucha labor de búsqueda. Hoy en día hay especies, como el gorrión, a las que es casi imposible encontrar fuera de contextos humanizados.

El abubilla es una especie muy interesante para los ornitólogos extranjeros.
El abubilla es una especie muy interesante para los ornitólogos extranjeros.

– ¿Cuál es esa naturaleza con la que convivimos y que no vemos? 
– Sinceramente, en la ciudad de Huelva y sus alrededores hay especies como la abubilla o el abejaruco que a los turistas extranjeros les encantan. Es un lujo tenerlas en plena ciudad cuando hay gente que viaja desde lejos, entre otras cosas, para poder observar estas especies. Los vencejos son espectaculares, aves que prácticamente nunca se posan y que en nuestra ciudad se encuentra por miles. Hay lechuzas, cernícalos y murciélagos que nos ayudan a regular plagas indeseables. Tenemos cigüeñas y golondrinas, tan simbólicas para nuestra sociedad. En los últimos años ha llegado también la tórtola turca, especie que ha protagonizado la colonización más espectacular del siglo XX, ya que ha llegado por sí sola (y a veces transportada) a medio mundo. Hoy en día te diría que hay que valorar hasta la presencia de gorriones, porque en ciudades europeas se han extinguido.

– ¿Y en relación a otros animales y especies?
– Saliéndonos de las aves, creo que tener un parque, como el Parque Moret, es un lujo al alcance de pocas ciudades, y que en Huelva hay reptiles e insectos que también son interesantes. Por ejemplo, las salamanquesas y camaleones son reptiles únicos y están en la ciudad. Las plantas también tienen su interés, ya que, aunque poca gente lo sabe, estamos decorando las calles con plantas venenosas o potencialmente invasoras. En Huelva se puede hacer mucho en cuanto a naturaleza en la ciudad. Hace falta interés y educación.

La salamanquesa, un reptil único que encontramos en las ciudades.
La salamanquesa, un reptil único que encontramos en las ciudades.

– ¿Cómo asocias la urbe con la fauna y la flora en este libro?
– La ciudad es un lugar donde ciertas especies pueden entrar a vivir, en Inglaterra hay zorros en las ciudades, en Estados Unidos coyores, y en la India leopardos. Allí tener un leopardo en tu jardín de noche es una posibilidad.
En el fondo la naturaleza se abre camino, intenta subsistir en lo que le vamos dejando, y entender que las ciudades tienen que ser sostenibles, habitables y verdes es crucial, porque el futuro del mundo es hacia la urbanización, y necesariamente vamos a tener que entender cómo la naturaleza interacciona con ese cambio tan profundo que es instalar una ciudad donde antes había campo. Son varios puntos de vista los que se muestran, unos quizás más del gusto de naturalistas y biólogos, al tratar temas evolutivos y ecológicos, y otros para todo tipo de personas con un mínimo de inquietud por entender mejor su barrio y su ciudad.

– ¿Cuáles son las referencias a Huelva que aparecen en tu libro?
– En el fondo, muchas de las cosas que cuento son personales y transcurren en Huelva o Andalucía, como mis anécdotas de infancia. El Parque Moret aparece en algún lado, y ha sido una clara influencia para mí desde mi infancia, aparte de ser el parque por el que más paseo. Prácticamente todo está inspirado en Huelva, aunque no se mencione siempre, y los ejemplos que salen está en su mayoría presentes en nuestra ciudad, aunque no se diga. Iba a incluir un capítulo sobre coquinas y el abuso que se hace de ellas en nuestras ciudades de veraneo, pero al final quedó en el tintero para un futuro libro.

Huertos del Parque Moret.
Una práctica muy positiva: la creación de huertos urbanos como los del Parque Moret.

– ¿De qué otras ciudades hablas? ¿En todas ocurre lo mismo?
– En el libro aparecen Sevilla, Nueva York, alguna ciudad Argentina, algunas ciudades Indias, Sidney, Londres, Roma, Barcelona, Gibraltar, Ciudad de México, Santo Domingo… y un largo etcétera. No he ahorrado en ejemplos.
La verdad es que todas las ciudades tienen biodiversidad, y observando sus parques, jardines y especies se puede extraer mucho sobre esa ciudad. Independientemente de donde seas, los fenómenos vienen a ser los mismos, aunque hay ciudades en las que la naturaleza es un espectáculo al nivel de algunos de sus monumentos.

– ¿Cómo se relaciona un urbanita con esa naturaleza urbana? Buenas y malas prácticas.
– Suele relacionarse regular, predomina el pasotismo o el maltrato. Malas prácticas habituales son matar a todo lo que se mueve, aunque sean animales beneficiosos al comer insectos, o maltratar (desde la administración) el arbolado y hierbas de la ciudad, impidiendo que la naturaleza prospere. Ensuciar también suele ser marca de la casa. Ahora comienzan a abundar huertos urbanos, aulas de naturaleza y actividades varias. Son avances, pero a la mayoría de la gente la sacas del gorrión y ya no sabe nada más, y hablo de especies que ha visto diariamente durante toda su vida, tal vez sin darse ni cuenta. Es muy curioso que en Sevilla hay una población enorme de loros invasores y hay personas que dicen no haberlos visto nunca, pese a que en ese mismo instante estaban sobrevolando sus cabezas haciendo ruido, ¡y hablo de aves verdes, grandes y gritonas!

Camaleón.
Otra especie muy urbanita, el camaleón.

Muchas gracias Álvaro

El libro Un leopardo en el jardín fue presentado el pasado 5 de octubre en la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla con motivo del Día del Hábitat, Ecosistemas y Ordenamiento Territorial. Próximamente, está prevista su presentación en Barcelona y, para primavera, en Huelva, aunque el autor reconoce que está abierto a sugerencias.

Para adquirir esta singular obra, pueden dirigirse a librerías y, en internet, en la web de Tundra Ediciones.

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