Antonio J. Martínez Navarro. Era hijo de Pedro García Jalón, acaudalado propietario nacido en Villapradillo de Camero (Logroño) en 1831, que, tras afincarse en nuestra ciudad en 1847, con mucho esfuerzo e inteligente visión comercial consolidó una respetable fortuna. Contrajo matrimonio con la onubense Emilia Morales Hernández, nacida en 1854, alivió muchas necesidades en su ciudad de adopción y representó muchas veces a Huelva en su Municipio, ya como concejal, ya como teniente de Alcalde alcanzando en estos cargos fama de honrado, que, a veces, le ocasionó disgustos, ya que todos quieren justicia, pero pocos en su casa.
Pero, precisemos, con todo lujo de detalles, el instante en que nació el futuro Alcalde de Huelva. Así en el Libro de Nacimientos del año 1882, del Juzgado, página número 53, anotación núm. 333, está anotado que ”En la Ciudad de Huelva a las tres de la tarde veinte y uno de Agosto de mil ochocientos ochenta y dos ante don José Natalio Cornejo y Caballero, Juez Municipal y don Enrique Gómez Robles, Secretario, compareció don Manuel Mercet y Martín, natural de Madrid, edad cincuenta y un años, ocupación empleado y domiciliado en la calle del Puerto, presentando con objeto de que se inscriba en el registro civil, un niño y al efecto, como mandatario del padre declaró: Que dicho niño nació en la calle Tetuán –actual de Mora Claros, añadimos nosotros- número seis el día veinte y uno de la fecha a las dos de la tarde.
Que es hijo legítimo de don Pedro García Jalón, natural de Pradillo de Cameros, de cincuenta y un años y de doña Emilia Morales Hernández, natural de Huelva, de edad veinte y nueve años y domiciliada con su esposo.
Que es nieto por línea paterna de don Antonio García y García y doña Manuela Jalón y Gregorio, naturales de Pradillo de Cameros, provincia de Logroño, difuntos.
Y por la línea materna de don Francisco Morales de la Corte, de sesenta y cinco años y de doña María Hernández Mateón, de sesenta y dos años de edad, naturales de Huelva…”.
De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Pedro, Antonio, Francisco y Santiago, que fueron educados por profesores particulares y completaron sus aptitudes culturales en el Instituto General y Técnico de Huelva.
En el diario “La Provincia” del viernes 13 de noviembre de 1909 se anunciaba la inminente toma de posesión como Alcalde de don Francisco García Morales, según R. O. del Ministerio de Gobernación de fecha 11 del citado mes y año:
<<Probablemente el lunes próximo, en sesión extraordinaria, tomará posesión de la Alcaldía don Francisco García Morales>>.
Y así ocurría en la fecha citada. La toma de posesión, según leemos en “La Provincia” del lunes 15, estuvo presidida por el gobernador Sr. Luque y el nuevo alcalde hacía alusión a los grandes retos que tenía que afrontar la población: “…La traída de agua, el alcantarillado, el saneamiento de la población, la cultura pública y el fomento de las obras municipales…”.
Para lograr alcanzar los objetivos expuestos el Sr. García Morales estaría secundado por los concejales señores Moreno, Mora Romero, Rey, Amo, Romero (L), Aragón, García (D), Ramos, Romero ©, Muñoz, Barrientos, de la Corte, Vázquez Pérez, García (J) y Gutiérrez Montiel.
La actuación del Sr. García Morales se resume en los siguientes logros:
Estructuración y aclaración de la labor que ejecutaba cada uno de los funcionarios. A partir de estas fechas comenzó a percibir un sueldo municipal el Ingeniero municipal y su Ayudante.
Instalación de cuatro centros de vacunación para combatir la terrible plaga variolosa.
Al principio del siglo XX, nuestra ciudad carecía de jardín o Parque de categoría para el solaz de sus ciudadanos. Pero, en la sesión municipal del día 3 de diciembre de 1909, este problema quedaba zanjado gracias a la iniciativa de un onubensista entusiasta y afirmativo: Francisco García Morales.
En varias ocasiones hemos elogiado cumplidamente su labor como alcalde y el inextinguible amor que sentía por su patria chica. Así, nada más tomar posesión de su cargo, imaginó el proyecto de crear en Huelva un Parque “… porque -decía- además de ser una obra de carácter social, realizada para la higiene y el entretenimiento, el pueblo de Huelva, que no disfruta de dicho esparcimiento y está condenado a pasearse por las dos fajas de polvorientas carreteras, tendría un Parque para pasear placenteramente…”.
Y dispuesto a hacer realidad su anhelo fijó sus ojos en una finca que había tenido como dueños, entre otros, a un tal Morón, que la vendió a Antonio Framilio, de nacionalidad italiana (de ahí que fuese conocida la finca como “El Huerto del Italiano”. Éste, a su vez, lo cedió en venta a Claudio Saavedra Martínez que, en 1910, la vendió al Ayuntamiento en la suma de veinticinco mil pesetas.
A pesar de que hubo detractores de esta adquisición municipal, hay que considerarla como positiva ya que la finca estaba situada en uno de los lugares más poéticos y más frondosos dela ciudad, entre cabezos, pinos y eucaliptos. Estaba muy próxima al Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, lindando con el entonces llamado Paseo de la Cinta (actual Avenida “Manuel Siurot”) y tenía una extensión de cuatro hectáreas, setenta y ocho áreas y noventa y ocho centiáreas. Además, poseía una espléndida vivienda, un pozo y todas sus pertenencias.
En la parcela económica, las veinticinco mil pesetas no quebrantarían la actividad municipal ya que el pago se realizaría en dos plazos de doce mil quinientas pesetas cada uno a pagar en dos anualidades.
Verificada la compra, el día 17 de junio de 1910 se realizaba el acto de toma de posesión por el municipio del nuevo Parque. El día 20 de enero de 1911, con motivo de la festividad al Santo Patrón, Huelva, que como la antigua Atenas tenía ya su Parque, lo inauguraba con gran asistencia de público.
El Parque recibió el nombre de “Moret” en honor de Segismundo Moret y Prendergast, ex presidente del Gobierno, a la sazón recientemente fallecido, político nacido en Cádiz en 1838 y que con Prim, ocupó la cartera de Ultramar siendo el autor de la famosa y afortunada ley de abolición de la esclavitud en Puerto Rico; con el rey Amadeo I de Saboya fue ministro de Hacienda, siendo más tarde embajador en Londres, miembro destacado de la izquierda con los Borbones… La designación del nombre “Moret” fue a propuesta del propio Alcalde (sesión de 6 de enero de 1910).
En la sesión del día 13 de enero de 1910 y a propuesta del Sr. Alcalde se adquieren “cien bancos con destino al paseo y parque de la Cinta, se acordó aceptar en principio dicha moción y que conforme a lo propuesto por el señor García, don Diego, pase a la Comisión de Hacienda para que fije el precio de adquisición de los bancos y el crédito disponible para su pago bajo la base de que la adquisición deberá hacerse mediante subasta o concurso…”.
Pero continuemos con otros logros de don Francisco García Morales: Explanación de la calle Cervantes y Camino del Polvorín y saneamiento de las calles Ricardo Velázquez, San Salvador, Matadero, Molinillo y San Andrés.
Gracias a una moción suya a todos los soldados onubenses que formaba parte del ejército de operaciones en Melilla o fuesen reservistas, se les concedió cincuenta de aquellas pesetas para que en la Navidad de 1909 estuviesen más aliviados.
En la sesión municipal del día 1 de enero de 1910 el Gobernador civil de la provincia participaba que por Real Orden del Ministerio de la Gobernación de 27 de diciembre, comunicada telegráficamente, había sido nombrado Alcalde-Presidente de este Excmo. Ayuntamiento don Francisco García Morales. En la citada sesión, éste expresaba “su reconocimiento al Gobierno de S. M. por haberle honrado por segunda vez en el nombramiento de Alcalde de esta Ciudad…”.
Siendo un simpatizante de la gesta de Alonso Sánchez de Huelva, en la sesión municipal del día 27 de enero proponía la construcción de un monumento en su honor:
<<…Dada lectura a una moción del Señor Alcalde Presidente proponiendo que se reanude y dé nuevo impulso a la suscripción popular iniciada para erigir un monumento a Alonso Sánchez, dedicando sus productos a la conducción de un monumento a los hijos ilustres de Huelva que tomaron parte activa en el glorioso hecho del descubrimiento de América autorizándose a la Alcaldía para que realice las gestiones necesarias para la formación de un proyecto y presupuesto del mismo; abierta discusión el Sr. Domínguez Ortiz felicitó a la Alcaldía por su pensamiento que considera digno de la más entusiasta acogida…>>.
Este monumento se realizó medio siglo más tarde. No obstante, la primera piedra había sido puesta por el Sr. García Morales.
En la sesión municipal del 3 de marzo de 1910 el Alcalde presentó moción interesando se celebre en La Rábida una Exposición de Arte retrospectivo como número importantísimo de la Exposición Hispano Americana que se proponía realizar la ciudad de Sevilla.
En la sesión municipal del día 23 de marzo de 1910 podemos leer:
<<…Abierta la sesión de orden del Señor Presidente se dio lectura por mí el Secretario a una Real Orden del Ministro de la Gobernación de fecha veinte del actual por la que se dispone que don Francisco García Morales cese en el cargo de Alcalde Presidente con arreglo a lo dispuesto en el artículo cuarenta y nueve de la ley municipal y en sus disposiciones complementarias por convenir así al mejor servicio y leída así mismo y leído otra Real Orden de la misma fecha por la que se nombra Alcalde Presidente de esta Corporación a don José María Amo Caballero….>>.
Según el diario “Heraldo de Huelva” del miércoles 12 de febrero de 1913 el Consulado de Honduras en nuestra capital se encontraba en la calle Tetuán, -actual calle Alcalde Mora Claros- número 6 y estaba regentado por don Francisco García Morales.
Don Francisco continuó en la política participando activamente. Veamos algunas de sus mociones (cabildo secular del 3 de abril de 1914):
<<Leída una moción que suscribe el Sr. García Morales solicitando que al derribar la primera casa de la calle que ha de poner en comunicación la de Cánovas con la de Méndez Núñez, se rotule con el nombre del preclaro hijo de Huelva don Rafael López Hernández y que este acuerdo se comunique a su señora viuda en señal dela consideración y aprecio que la ciudad guarda al que fue en vida su esposo…>>.
En mayo de 1903 se funda “con objeto de atender malcomidamente a la defensa de la propiedad urbana” la Asociación de Propietarios de Fincas Urbanas de Huelva” (Cámara de la Propiedad Urbana). En la Guía de Huelva y su provincia del año 1906 nos indica que se situaba en la calle Vázquez López, número 35. Y en la misma publicación, en su edición del año 1917, figura que está situada en la Plaza de las Monjas, número 1.
En el número del periódico onubense “La Lealtad”, del 4 de julio de 1915, se nos ofrecía los siguientes datos:
<<Hemos recibido atento B. L. M. del señor Presidente de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana, declarada tal por R. D. de abril último, participándonos esta nueva con titulación de la antigua Asociación de Propietarios y la elección de Junta Directiva, que ha quedado constituida como sigue: Presidente, don Francisco García Morales; Vice, don José Cumbreño Álvarez; Tesorero, don Claudio Saavedra Navarro; Contador, don Gerónimo Cerisola Domínguez; Archivero-Bibliotecario, don Narciso Morgado Vázquez; Secretario General, don Emilio Cano Rincón; Vocales, don Manuel Reyes Delgado, don Anastasio Barrera de las Heras, don José Pablo Martínez, don Joaquín Palacios Sotil, don Francisco Morales Garrido y don Victoriano Ruigómez>>.
Don Francisco dio clases de Esgrima en nuestra ciudad. Atendamos al “Diario de Huelva” del día 3 de marzo de 1915:
<<Bajo la dirección del profesor honorario don Francisco García Morales, han dado comienzo en el Círculo Mercantil las clases de esgrima, nuevo deporte casi nuevo en Huelva que sigue despertando gran interés especialmente entre el elemento joven>>.
Francisco García Morales era, sobre todo, un terrateniente. A través de la sesión municipal del 4 de marzo de 1916 sabemos que había adquirido el huerto de Camacho:
<<…Asimismo es leído y aprobado informe de la Comisión de Fomento proponiendo la cesión a don Francisco García Morales, que lo tiene solicitado, de la barranca sobrante de la construcción del Camino de la Cinta (primer trozo) lindante con el huerto llamado de Camacho, hoy de su propiedad, de forma trapezoidal de bases normales, al eje del camino citado, de once metros treinta centímetros y cuatro metros cincuenta centímetros y una altura que constituye su frente de fachada de veintinueve metros treinta centímetros y con una superficie de doscientos setenta y ocho metros, veinticuatro centímetros cuadrados, debiendo conocerse por el concesionario la servidumbre de acueducto para desagüe de la barranca adjunta y habiendo de limitarse a conservar su disposición actual o a construir una alcantarilla en forma, caso de rellenar el cauce hasta la rasante del camino citado; señalándose a la cesión el precio de ciento ochenta pesetas…>>.
Días después (sesión municipal del 1 de abril de 1916) el Municipio autorizaba a don Francisco para comenzar las obras que darían paso a Villa “Conchita”:
<<…Autorizar a don Francisco García Morales para edificar una Villa en terrenos de su propiedad al sitio Camino alto a la Cinta…>>.
En el Legajo número 704 del A M H aparece otra posesión de don Francisco que la tendría cedida en arrendamiento, ya que él vivía en el Paseo de Manuel Siurot…
<<…Ilmo. Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Huelva. Don Francisco García Morales, mayor de edad y con cédula personal que ante V. S. exhibe, respetuosamente expone: Que teniendo necesidad de reparar la techumbre de una habitación interior en su casa número diez de la calle José Nogales, sustituyendo algunos palos que se encuentran en malas condiciones, así como recogida de calzos, arreglo de solería y blanquero. Suplica se sirva autorizar dichas obras previo pago de los derechos correspondientes. Es gracia que espero alcanzar de V. S…. Huelva, 10 de agosto de 1923…>>.
Casado con doña Concepción Limón Caballero, esta unión tuvo numerosa descendencia. Asistamos al nacimiento de uno de sus hijos (“La Provincia”, martes 5 de febrero de 1918);
<<En la parroquia de San Pedro ha sido bautizada solemnemente la recién nacida hija del ex alcalde de esta capital don Francisco García Morales, nuestro buen amigo.
La nueva cristiana ha recibido el nombre de María de la Cinta y fue apadrinada por su tía materna la distinguida señora doña Josefa Limón, viuda de Rodríguez, e hijo de ésta don Francisco Rodríguez Limón.
La ceremonia fue puramente familiar>>.
Don Francisco tenía un singular talante. Así en el “Diario de Huelva”, del viernes, 16 de septiembre de 1921 aparece la siguiente viñeta:
<<Ayer tarde recibieron en la Parroquia de San Pedro las regeneradoras aguas del bautismo, los niños Bernardo, hijo de Santiago Núñez y Carmen Rodríguez; Francisco, hijo de Florentino Valle y María Gallardo, Cayetano, hijo de los mismos.
Estas familias viven en el barrio de la Joya, donde tenían estos niñitos “moros” por no tener quien los apadrinara y por su mijita de desidia. Pero, enterado del caso, don Francisco García Morales, se personó en dicho lugar, ofreciéndose a costear los bautizos de los niños.
Los padres accedieron gustosos y ayer tarde, como hemos dicho, se les echó el agua. Asistió el tamborilero del Rocío a la ceremonia…>>.
En la sesión del día 28 de febrero de 1930, “…A propuesta del Sr. Domínguez Moreno y por aclamación fueron designados Concejales Jurados los señores don Francisco García Morales, don Manuel Nárvaez Villa y don Abelardo Romero Claret, los cuales funcionarán colegiadamente…”.
En su mansión “Villa Conchita” transcurrían los años como en un santiamén. Su posición económica era excelente, su esposa afable y honesta en todas sus consecuencias, sus hijos marchaban por el camino correcto de la vida y, en las reuniones con sus amigos nuestro biografiado daba de lado a sentimentalismo y desahogaba su disgusto crónico sobre la marcha de su ciudad natal, discutiendo sobre lo humano y lo divino. En el cuido de los tiestos de flores que había en su espléndida mansión tenía un motivo más de esparcimiento. Además, amante de los animales, poseía varias mascotas, entre ellas una vaca al que todos los días le daba en su propia mano el terrón de azúcar que al animal le encantaba. Pero, un día, al darle la espalda la vaquilla arremetió contra su dueño y le infirió una terrible cornada. Corrían los días de agosto de 1930.
Rápidamente fue ingresado y puesto al cuidado del doctor Donrrosoro, denominado por su habilidad quirúrgica “El Dios Chico”. Pero, la ciencia médica no pudo evitar que la Parca, irreverente, visitase a don Francisco. Así el sábado 6 de septiembre de 1930 el diario “La Provincia” dedicaba un gran espacio para comunicar a sus lectores la muerte del hombre afable y virtuoso que había llevado las riendas de la capital durante meses:
<<A las doce y media de esta madrugada falleció en la clínica en donde recibía curación desde que fue víctima hace unas semanas de un desgraciado accidente, nuestro querido amigo don Francisco García Morales.
Era el finado una persona inteligente y culta cuya campechana llaneza era bien conocida entre los onubenses. Liberal y demócrata, gozando de una envidiable posición, jamás conoció esa orgullosa soberbia que establece distancia entre los seres humanos que si en algo pueden diferenciarse, es por la educación y por los sentimientos.
El pobre Paco, era un amigo cariñoso y servicial siempre dispuesto a favorecer con su valimiento o su influencia, a los que se les acercaban. Era comprensivo y cariñoso aunque la enemiga pretendiese mostrarle en otro aspecto que realmente no era el que le caracterizaba. Los que le conocimos a fondo, le estimábamos y queríamos apreciando en él cualidades desconocidas por aquellos que no le trataban.
Militó siempre en las filas del partido liberal; fue alcalde de Huelva, diputado provincial y actualmente, desempeñaba una tenencia de Alcaldía, con tanto entusiasmo como buenos deseos de servir a su tierra. Fue demócrata, no se avenía a separarse de los partidos populares, a pesar de los requerimientos que le hicieran otras agrupaciones políticas de más limitados ideales. El anterior régimen, procuró atraérselo a sus filas, pero el pobre Paco, persistiendo en sus ideales de toda la vida, prefirió el ostracismo a traicionarlos, desdeñando puestos brillantes y todo lo que se le ofrecía.
Ha muerto tras una dolorosísima agonía, rodeado de su desconsolada esposa y de sus numerosos hijos, víctima de esa fatalidad que acompaña al hombre desde el mismo instante en que nace. Joven aún, vigoroso y fuerte, desaparece de este mundo dejando a su familia en el mayor desconsuelo.
A toda ella y especialmente a su viuda, la distinguida señora doña Concepción Limón Caballero y a sus hijos, enviamos la más dolorosa expresión de nuestra condolencia, en estos tristes momentos de verdadera prueba, porque están pasando.
¡Descanse en paz el alma del cariñoso y apreciable amigo!>>.
Las posesiones de los Herederos de don Francisco eran inmensas. Así, en los últimos días de marzo de 1936 el Ayuntamiento republicano ordena, para acabar con el elevado número de parados existentes en nuestra capital, que todos los solares yermos sean edificados. Así en la sesión municipal del 1 de abril de ese mismo año, aparecen diversos solares a nombre de los Herederos del Sr. García Morales: “…Avenida de la Libertad, propiedad de los Herederos de don Francisco García Morales; solar sito en calle Fray Juan Pérez…: solar sito en calle José Nogales, número 10…; solar sito en calle Béjar, número, 8; calle Pérez Galdós, números 12 y 13…”.