La importancia de las tarjetas de visitas en el mundo profesional

Redacción. Hoy en día, muchos de nuestros contactos profesionales se realizan a través de las nuevas tecnologías: envío de correos electrónicos, uso de las redes sociales, visitas a la página web de nuestra empresa, etc. Son métodos rápidos y funcionales, aunque insuficientes. Las relaciones profesionales se establecen tanto en el mundo virtual como en el real, tanto en situaciones controladas como en entornos informales. Es por eso que, al igual que mimamos la presentación de la información en nuestro muro de Facebook o en nuestro sitio web, las tarjetas de visita que entregamos deben mostrar cuánto nos importa la imagen que dan de nosotros. Y es que alguien que recibe una tarjeta de visita incompleta, inexacta o impresa de forma chapucera no es muy probable que quiera contactar con el propietario en el futuro. Bastante información ha obtenido ya sobre la persona y sus servicios.

De lo que estamos hablando aquí es de lo que se ha dado en denominar branding offline, es decir, la forma en que construimos nuestra marca fuera de la Red. Cuando entregamos nuestra tarjeta de visita, ofrecemos mucha más información que únicamente la que lleva impresa. A través de la tarjeta, también podemos mostrar que cuidamos las formas y que damos importancia a un servicio profesional y de la máxima calidad. Así, es importante prestar atención al diseño y elegir bien un estilo que vaya con la idea fuerza que queremos transmitir. Da igual si se trata de un diseño minimalista o todo lo contrario; si el fondo es de un color o de otro. Lo que importa es que despierte el interés de nuestro interlocutor. Además, es primordial utilizar un papel de calidad y recurrir a impresores de confianza, como Flyeralarm, que son especialistas en business-to-business. Solo así conseguiremos provocar en nuestros clientes, inversores o empleadores potenciales el deseo de conocernos mejor. Optar por un servicio de impresión online nos permitirá, además, hacer tantas pruebas como sean necesarias hasta dar con el diseño que mejor se adapte a nuestras necesidades. Porque cada sector es distinto y no es lo mismo una tarjeta de visita para un distribuidor de frutas, que para una empresa energética o para un hotel familiar situado en la Costa de la Luz. Cada tarjeta debe comunicar a nuestro interlocutor lo que podemos ofrecerle en caso de que nos necesite en el futuro, cómo contactar con nosotros y, lo más importante, la certeza de que va obtener lo que busca con el máximo nivel de satisfacción por su parte. Una buena manera de conseguirlo es utilizar tarjetas impresas por ambas caras, de modo que podamos incluir en el reverso cualquier imagen que traslade con eficacia lo que queremos transmitir: confianza, seguridad, profesionalidad, compromiso, disponibilidad, etc. Por cierto, el coste que supone para un negocio la impresión de tarjetas de visita es insignificante. Sin embargo, los beneficios pueden ser muy interesantes. Por eso, solo puede considerarse una inversión de gran rentabilidad. Al fin y al cabo, las primeras impresiones son las que cuentan.