
Mari Paz Díaz. El Consejo Regulador del Cava celebrará este próximo martes, 2 de mayo, la séptima semifinal del concurso ‘Mejor Sumiller Internacional en Cava’, que tendrá lugar en el Hotel Tryp Bellver, de Palma de Mallorca. Un evento en el que se seleccionarán a los dos sumilleres que representarán a la zona balear en la gran final de este certamen, que tiene el objetivo de colaborar en la formación de los profesionales del servicio y la profesionalización del conocimiento del cava. Un concurso en el que pueden participar todos los profesionales del servicio y venta del vino y escuelas de hostelería y restauración que estén trabajando tanto en el ámbito nacional como en el resto del mundo.

Se trata, por tanto, de un certamen consolidado que es un referente en el sector de la restauración, donde, además, Huelva estará representada. Será a través de la onubense Rebeca Bellido Mejías, una isleña que conocíamos en Huelva Buenas Noticias al convertirse en 2015 en la semifinalista más joven de España en el concurso ‘Camarero del Año’. Pues bien, Rebeca no para en su empeño de superarse y, ahora, se ha atrevido a participar en esta exigente prueba, que reconoce a los mejores sumilleres, para lo cual lleva un mes en Palma de Mallorca preparándose.

A lo largo de este mes de preparación, la joven onubense ha conseguido entrar a formar parte de la Asociación de Sumilleres de Baleares y se encuentra trabajando en el Restaurante ‘Schwaiger’, reconocido con el premio a la mejor trayectoria profesional, además de contar con Cristina Pérez, considerada la mejor sumiller y mejor jefa de sala de Baleares. Un establecimiento en el que la isleña ha logrado entrar como segunda maitre y segunda sumiller, teniendo la oportunidad de trabajar con el primer sumiller, Juan Biedman, seis veces campeón balear de sumilleres, optando en la actualidad al Premio de Mejor Sumiller de España en Madrid.

Todo un logro, un paso más, en la trayectoria profesional de esta onubense, que se formó en la Escuela de Hostelería de Islantilla, y que, desde pequeña, tuvo claro que su vocación estaba en el sector de la hostelería. Su familia, de hecho, tiene un bar en el que se crio desde niña. Así que “cuando terminé en Islantilla, con tan sólo 18 años, tomé la difícil decisión de hacer las maletas y dar un paso adelante para irme a Madrid con el objetivo de trabajar en los mejores restaurantes, con los mejores chef y jefes de sala. Y así fue”. Ahora, después de Madrid, se encuentra en las Islas Baleares dispuesta a vivir un nuevo reto, tal y como nos ha querido contar en esta entrevista.

-Rebeca, cuéntanos, te encuentras en Palma para participar en el concurso ‘Mejor Sumiller Internacional en Cava’. ¿Cómo has llegado hasta aquí?
-Gracias a Cristina Pérez, la directora de sala del restaurante ‘Schwaiger Xino’s’. Hace un tiempo me contactó para que formase parte de su equipo. Por aquel entonces, yo llevaba una vida tranquila y estable en Madrid, pero decidí apostar por este nuevo reto. Cristina Pérez tiene una gran influencia en el mundo de la gastronomía en las Islas Baleares, ya que, actualmente, es la mejor jefa de sala y una sumiller reconocida. Su trayectoria es admirable para todos y a mí me seducía mucho la idea de trabajar con ella, así que cuando surgió la oportunidad de embarcarme en un nuevo proyecto del que ella formaba parte, no me lo pensé. Además, gracias a Cristina, he conocido a Juan Biedma, el sumiller y maître del restaurante ‘Schwaiger Xino’s’, seis veces campeón de sumillería de las Islas Baleares. Él me ha ayudado a introducirme en la Asociación de Sumilleres de Baleares, con la que he tenido la oportunidad de formar parte de las semifinales de España de la Mejor Sumiller de la D.O Cava.

-Tu participación se produce este martes. ¿Qué tienes preparado para entonces?
-Este año considero que tengo un gran nivel, gracias al prestigioso curso de la Wset (Wine&Spirit Education Trust), que me ha ayudado a prepararme en el mundo de la sumillería internacional, por lo que para mí supone enfrentarme a un nuevo reto.
-¿Por qué decidiste presentarte a este concurso?
-Yo soy pura ambición en el trabajo. Intento superarme cada día y esto, de alguna forma, es una motivación extra para mí, para seguir en la dirección correcta en el mundo de la gastronomía.

-¿Cómo te encuentras de cara a esta importante cita?
-Me encuentro muy ilusionada y bastante motivada. Con ganas de que llegue este gran día.
-Te conocimos en el concurso de ‘Camarero del año’. ¿Por qué este cambio?
-Ya han pasado dos años desde ese concurso y, la verdad, me aportó una gran cantidad de cosas buenas, profesional y personalmente. Pero, considero que más que un cambio, esto para mí es algo extra. Una buena directora de sala tiene que saber de todos los campos posibles en el sector, así que el mundo de la sumillería y, en este caso del cava, es un complemento a nuestro trabajo. Y, claro está, como profesional, todo lo que sea cultura gastronómica me apasiona y pongo especial interés.

-Fuiste la más joven de España en aquel concurso. ¿Qué papel o características tienes aquí?
-Bueno, cuando empiezas tan joven, como es mi caso, sabes que en este tipo de concursos hay gente experta y con un gran nivel. Está claro que la experiencia es fundamental en este sector, pero mi característica fundamental se llama esfuerzo, pasión y sacrificio. En cuanto a mi papel en este certamen, creo que es como el de todos los concursantes, dar lo mejor y, sobre todo, aprender de esta experiencia. Al final, se trata de disfrutar haciendo lo que más nos gusta.

-¿Qué has hecho en este tiempo?
-Después del Concurso ‘Camarero del Año’ me integré dentro del nuevo proyecto del chef Luis Arévalo, donde fui una de las sumilleres más destacadas, llegando a tener criticas sobresalientes todas las semanas en la prensa madrileña. La verdad es que tengo un buen recuerdo de ‘Kena’, porque fue un lugar donde crecí mucho, gracias a que Luis me dio una oportunidad increíble, de la que siempre le voy a estar muy agradecida.
Después de ese año, decidí seguir creciendo con el grupo Alborada, entrando a formar parte del equipo ‘Alabaster’, un restaurante con una proyección increíble, que cuenta con la mejor carta de vinos de España y con numerosos premios gastronómicos. Y, sin duda alguna, es una de las mejores salas de España, capitaneada por Óscar Marcos, que yo lo llamo «el lince de la sala», atento a todo y siempre un paso por delante de los acontecimientos. Luego, está Francisco Ramírez. Él es pura elegancia en la sala, un libro abierto. Para mí, estar en ‘Alabaster’ supuso un master en todos los sentidos. Y es de agradecer que te cuiden tan bien como ellos.

-¿En qué punto de tu trayectoria te encuentras?
-Ahora mismo, en el que toda la formación adquirida anteriormente me ha hecho llegar hasta aquí. El estar en una de las mejores empresas de Palma de Mallorca, con gente reconocida a nivel internacional, aprendiendo otros idiomas, como el alemán, y dentro de unas semanas capitaneando nuestro nuevo restaurante, en el cual también seré su sumiller. En cuanto a mi trayectoria, tengo mucho que aprender. Soy joven y todavía la vida tiene que aportarme más experiencias para seguir creciendo.
-¿Tenéis algún otro proyecto?
-En una empresa como ésta, nunca se sabe. En cuanto menos te lo esperas, siempre hay alguien llamando a la puerta. Pero, nosotros estamos listos para cualquier cosa buena que llegue.

-¿Algún mensaje a final a los onubenses?
-Que se animen y se formen. Sobre todo, este año que Huelva es la Capital Gastronómica. Tenemos que demostrar que, además de nuestro producto, que es maravilloso, tenemos personas cualificadas que aún lo hacen más grande. Gracias a todos los restaurantes de Huelva que ponen su granito de arena para realzar la cultura gastronómica que hay en nuestra tierra y que esto sea conocido por toda España.
Además, también me gustaría dar las gracias a toda la gente que me está apoyando, sobre todo, a mis padres Julio y Charo, que son mis soles. Y, aunque sea en la distancia, seguiré apoyando a mi casa, Huelva. Apostando siempre por sus productos, sus rincones y su gente. Huelva es pura magia. ¡Viva Huelva!