S. D. Carolina Marín ha completado un excelente Open de Singapur. Con buenas sensaciones y, en muchas ocasiones, un juego soberbio. Pero sigue siendo insuficiente para ganar a la taiwanesa Tai Tzu Ying, número 1 del mundo, que volvió a derrotar a la onubense esta vez por un doble 21-15.
Que Carolina está en el camino queda patente después de jugar en apenas unas cinco semanas tres finales consecutivas. Sólo le falta un poco para coronar todo su esfuerzo con un victoria en un Superseries o Premier. En Singapur volvió a jugar muy bien, porque desarbolar a jugadoras como Sindhu o Sung Ji Hyun no está al alcance de cualquiera. Lo de Tai Tzu Ying es otra historia, por eso es la número 1 del mundo y, sin duda, jugadora más en forma del momento.
La onubense encaró la final con la taiwanesa convencida de la dificultad que entrañaba la empresa y, también, que estaba jugando un buen bádminton. Dijo que iba a ir “a por todas”. Y fue, pero se topó con una jugadora que, ahora mismo, está en un escalón por encima. Demostró sus buenas intenciones en el primer set, con sus primeras ventajas… hasta el 10-8. Porque un 0-4 en favor de la asiática comenzó a voltear la suerte del set. Cierto que Carolina aguantó el tipo y volvió a equilibrar el marcador (14-14). Pero con Tai Tzu Ying no te puedes permitir despistes o bajones, y fue suficiente un par de errores para que la taiwanesa cobrara de nuevo una renta que ya fue definitiva: 15-21.
En la segunda manga, como en la primera, mucha igualdad (8-8); y también otro primer arreón de Tai Tzu Ying antes y después del intervalo: 8-12. En un recorrido similar al primero, Carolina reaccionó, aunque esta vez no para empatar, pero al menos para reducir la desventaja (14-15)… Y desde ahí al final, lo mismo, otro empujón de la asiática para cerrar el set y el partido con los mismos registros: 15-21.
Punto final otra vez con una plata que, seguro, no debe conformar a una ganadora como Carolina, que eso sí, volverá a intentar ganar su primer torneo en 2017. Indonesia en mayo puede ser.