Redacción. El próximo sábado, día 14 de enero, el Centro de Arte Harina de otro Costal de Trigueros acoge la presentación del poemario Física elemental, el primero de la autora pacense María A.R.
Durante el evento, de entrada libre y que comenzará a las 13.0o horas, se llevará a cabo una lectura de la obra y los asistentes también podrán escuchar la interpretación de varias piezas musicales a cargo del violonchelista Gretchen Talbot.
Recordemos que María A. R. es natural de Badajoz, aunque reside en Sevilla, donde es profesora en un instituto de Secundaria. Con anterioridad hemos podido leer algunos de sus trabajos tanto en diversas revistas como en las antologías Anónimos 2.2 y Anónimos 2.3, publicadas con motivo de Cosmopoética, en Córdoba.
Asimismo, la escritora ha sido reconocida con el Premio de Poesía Proyecto rojo de vino y poesía.
Les mostramos uno de los textos de su primer poemario, que podrán conocer más en profundidad el próximo 14 de enero en Trigueros:
Ser la que calla
La niña de silencio que me habita
huidas de su boca las palabras
de barro y algas cegada la garganta
recorre
los profundos abismos oceánicos
donde las cosas
no pueden ser llamadas.
La mujer de silencio en la que habito
al enfrentar desnuda sus fantasmas
pudo poner nombre al miedo
y me poblaron las voces que callaba.
Por otro lado, también el próximo 14 de enero, tras la presentación del poemario y a partir de las 14.00 horas, el Centro de Arte Harina de otro Costal celebrará otro de sus encuentros ‘Migas de Autor’, en esta ocasión con Rafa Triguero quien elaborará para todos presentes unas ‘Migas hortelanas’, así llamadas por la cantidad de hortalizas que las componen.
Como explica este sevillano, natural de Los Palacios, “de origen árabe, uno de los platos más típicos de Hammam Al Ándalus, son las migas. Su origen se sitúa en el tharid árabe, un potaje que llegó por el sur de Al-Andalus entre el 811 y el siglo X de nuestra era. El tharid era un plato cuyos ingredientes eran pan candeal, al que se le solía añadir líquido, grasa animal y productos cárnicos. Ésta era una receta diferente a las migas actuales, era más caldosa, pero fue evolucionando hasta quedar como un plato seco. Este plato se popularizó posteriormente entre los cristianos, quienes añadieron al plato los productos del cerdo, contrarios a la creencia musulmana. Aunque estos ingredientes son simplemente añadidos, un buen plato de migas ha de llevar tres elementos: el pan, los ajos y la grasa de cordero. La incorporación de cebolla, patata, longaniza o chorizo es del siglo XX».