Mari Paz Díaz. A finales del pasado mes de septiembre, la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva (COAH) daba a conocer el fallo del jurado del XXIII Premio de Arquitectura COAH 2016, un reconocimiento que, en la categoría de ‘Investigación’, recaía en el libro de la tesis doctoral titulada ‘Fotografía y Arquitectura Modernas. 1925-1939. Margaret Michaelis. Andalucía’, obra del arquitecto onubense Francisco Javier López Rivera. Una investigación llevada a cabo en el Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica de la Universidad de Sevilla bajo la dirección de José Joaquín Parra Bañón. Un trabajo que analiza la relación entre la arquitectura y la fotografía moderna, dos disciplinas llamadas obligatoriamente a entenderse. Una tesis que se centra en los inicios del nexo de unión entre ambas facetas artísticas como una mirada necesaria para comprender la realidad actual.
En este contexto, López ofrece un interesante análisis de la situación que se vive en Andalucía en este campo, indagando en los profesionales que trabajaron en la comunidad andaluza e intentando acabar con la imagen estereotipada que se creó en ese momento histórico a raíz del floreciente negocio de las tarjetas postales. Una labor llevada a cabo a través de la búsqueda de la documentación existente sobre el tema en los diferentes archivos y bibliotecas.
Unas pesquisas que tienen como hilo conductor la figura de la fotógrafa Margaret Michaelis, una austriaca afincada durante unos años en Barcelona, a través de la cual profundiza en la actividad de otros profesionales de la fotografía y su aportación a la hora de difundir cualquier proyecto arquitectónico, poniendo en valor su trabajo y reflexionando sobre su verdadero papel, tanto que las fronteras entre ambas disciplinas y la de los profesionales que la desarrollan se entrecruzan constantemente. En concreto, Michaelis fue una fotógrafa pionera, valiente e independiente, que se pasó toda su vida huyendo de la Alemania nazi, recalando en Barcelona y, posteriormente, en Australia. Una mujer precursora, a pesar de que no solía firmar sus fotos, que viajó por todo el mundo, aunque nunca estuvo en Huelva.
Nacido en Huelva, aunque afincado por motivos laborales en Sevilla al tener allí su estudio junto a Ramón Pico, Javier López es arquitecto y, desde hace doce años, profesor en la Escuela de Arquitectura de la capital hispalense, de ahí que decidiera realizar su tesis doctoral como una apuesta por la investigación. Fue así cómo se decantó por llevar a cabo este trabajo que ahora ha sido premiado, bajo el título de ‘Fotografía y Arquitectura Modernas. 1925-1939. Margaret Michaelis. Andalucía’.
«Un tema que surgió porque siempre me había gustado la fotografía, así que me pareció bien abordarlo. Doy clases en Expresión Gráfica y pensé que era un modo de reivindicar otras expresiones más allá del dibujo convencional. Así que me puse en marcha con esta investigación que compagina estas dos facetas, un trabajo con el que creo que he cumplido las expectativas iniciales, al tiempo que he disfrutado mucho haciéndolo», nos comenta. Es más, ante la aparición de nuevos datos, reconoce que «lo más difícil ha sido cerrarla, aunque tengo pensado continuar trabajando sobre el tema. De hecho, formo parte de un grupo de investigación a nivel nacional y, por ejemplo, este próximo mes de noviembre participo en un congreso internacional sobre fotografía y arquitectura».
Además, hay que llamar la atención sobre la labor de indagación realizada por Javier López en los archivos y otros centros de estudio, más aún si tenemos en cuenta que, en un principio, los fotógrafos trabajaban desde el anonimato, por lo que en muchas ocasiones era difícil saber la autoría de las imágenes. Por lo general, según este investigador, en los comienzos, «era una empresa la que solía contratar al fotógrafo para que captara instantáneas de todas las provincias españolas con la finalidad de distribuirlas luego en tarjetas postales. Esto provoca que no haya una figura representativa de la provincia de Huelva cuando se habla de fotografía en esta época, aunque sí se pueden citar los trabajos realizados en clave local por grandes maestros como Loty, que, a principios de siglo XX, tomó algunas de las panorámicas más conocidas de lugares tan emblemáticos de Huelva como el Muelle de la Compañía Minera de Riotinto o el Muelle de Tharsis».
No en vano, el legado del fotógrafo francés Justin Marie Charles Alberty Jeanneret, Loty, está compuesto por más de 12.000 imágenes, de edificios civiles, religiosos, monumentos, calles y escenas cotidianas de Portugal, Argentina, Italia, Brasil, el norte de África y de España, lugares en los que captó bellas e interesantes, como sucedió en la ciudad de Huelva. Otra de las figuras clave cuando se habla de los inicios de la relación entre la arquitectura y la fotografía en la provincia de Huelva fue un fotógrafo que marcó una época en España: Lucien Roisin (París, 1884 – Barcelona, 1943).
No en vano, las imágenes de Roisin sobre Huelva son muy conocidas, habiendo dejado una colección muy interesante de la ciudad de Huelva durante las primeras décadas del siglo XX, como pudo verse el pasado año 2013 en la exposición titulada ‘La Huelva de Thomas y Roisin’, con instantáneas de Roisin y del también fotógrafo Josep Thomas i Bigas (Barcelona 1853 – Berna, Suiza 1910), dos de los primeros grandes editores de tarjetas postales de España. Ambos, en su paso por Huelva, captaron con sus cámaras multitud de temas y lugares de interés, como paisajes urbanos y obras de ingeniería.
En cualquier caso, en esta tesis se muestra cómo el papel de los fotógrafos en la arquitectura ha evolucionado mucho a lo largo siglo XX, hasta el punto de que si en un principio casi no se conocía la identidad del autor de los proyectos, en la actualidad, es el profesional de la imagen el que marca los ritmos al ser el que tiene la llave a la hora de difundir las obras arquitectónicas, de modo que «si deseas que tu creación salga en publicaciones de repercusión debes contratar a determinados autores con un cierto renombre».
Una labor investigadora que este onubense ha compaginado con su faceta profesional como arquitecto desde su estudio en Sevilla, con el que ha tenido la oportunidad de desarrollar proyectos de todo tipo, desde paisajismo, interiorismo, construcciones sanitarias o reformas, muchas de ellas llevadas a cabo en Huelva. Por ejemplo, entre las actuaciones efectuadas por su estudio se encuentran varios encargos de la Delegación de Justicia en Huelva, «como el edificio de Medicina Legal, las rehabilitaciones de la antigua Delegación de Educación y de la Audiencia Provincial, donde ahora también realizaremos el cambio de ventanas». Del mismo modo, en la ciudad de Huelva, también han llevado a cabo obras en el Pabellón de Deportes ‘Príncipe Felipe’, entre otras.
Al mismo tiempo, en el marco provincial, destacan los proyectos diseñados en Ayamonte, su localidad natal, como han sido el Molino del Pintado, la piscina cubierta o viviendas de carácter público, entre otros. Actuaciones destacadas, puesto que podemos recordar que la rehabilitación del Molino del Pintado ha recibido diversos reconocimientos, como el Premio a la Promoción Inmobiliaria más sostenible, entre otros. Una intervención que ha permitido recuperar un antiguo molino de mareas del año 1750.
En definitiva, los proyectos arquitectónicos se unen a la investigación en la figura de este arquitecto, que, a través de su tesis, ha podido rescatar datos desconocidos hasta ahora, poniendo el punto de atención en la relación recíproca que mantienen la arquitectura y la fotografía, dos disciplinas llamadas a entenderse que han vivido momentos diferentes a lo largo de la historia, tal y como se recoge en este trabajo que no olvida el caso de la provincia de Huelva.