Redacción. Un total de 1.390 menores que requirieron ingreso durante el curso pasado pudieron continuar su formación académica de forma normalizada en las aulas con que cuentan los hospitales públicos de la provincia onubense, evitando así la desconexión temporal con sus clases en Educación Infantil, Primaria o Secundaria.
El delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Francisco José Romero, ha puesto de manifiesto estos datos y ha destacado la importancia de la labor que desarrollan las aulas hospitalarias con motivo de la visita realizada hoy al dispositivo existente en el Juan Ramón Jiménez, a propósito de la reciente apertura del curso escolar 2016-17, y en el encuentro intersectorial posterior que se ha celebrado en torno a la atención educativa que se presta al alumnado con proble-mas de salud. En concreto, esta actividad ha reunido en el salón de actos del centro hospitalario a unos 30 profesionales de los ámbitos sanitarios y educativo, junto a familias beneficiarias de esta asistencia.
Romero ha estado acompañado en el acto por los delegados terri-toriales de Educación y de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Vicente Zarza y Rafael López, respectivamente, cuyas consejerías colaboran para la prestación de este servicio y la dotación de los hospitales con personal docente específico. La puesta en valor de este programa y el análisis de los factores que influyen en el desenvolvimiento de la tarea docente, así como la coordinación entre profesionales, han sido algunos de los aspectos tratados.
Además de la del Juan Ramón Jiménez, la sanidad pública onubense dispone de otras dos aulas más: una segunda en el Complejo Hospitalario de Huelva, ubicada en concreto en la unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Vázquez Díaz y destinada a los menores que acuden a diario a este recurso, y otra en el Hospital de Riotinto.
El objetivo de las aulas hospitalarias es que los jóvenes, sobre todo aquellos que deben pasar periodos prolongados en el hospital o ser internados frecuentemente, prosigan con sus estudios, de manera que una vez sean dados de alta puedan seguir las clases en sus colegios o institutos sin ningún problema. Para ello se establece una estrecha coordinación entre los profesores hospitalarios y los del centro educativo, a fin de que las clases durante el ingreso se ajusten al ritmo de las de sus compañeros.
La atención educativa de los menores ingresados es una de las medidas del Decreto de Atención Integral al Niño Hospitalizado, que establece el derecho de éstos a recibir una asistencia adaptada a sus características y necesidades. Esta línea de actuación ha permitido que los hospitales pongan a disposición de los jóvenes salas lúdico-pedagógicas y ciber-aulas, con objeto de hacer lo más agradable posi-ble su estancia. En este sentido, otra de las premisas del decreto es re-ducir el impacto emocional que para los niños supone ingresar en las instalaciones sanitarias y aislarse de su vida y entorno habituales.
Atención educativa al alumnado enfermo. Desde el año 1988 la Consejería de Educación viene trabajando conjuntamente con la Consejería de Salud en el desarrollo de programas específicos para la atención del alumnado enfermo hospitalizado. Fruto de los esfuerzos y el trabajo conjunto de ambas Consejerías, se logró sentar las bases de las Aulas Hospitalarias, tal y como las conce-bimos hoy día, integradas en la zona de pediatría de los hospitales de nuestra comunidad.
Partiendo del objetivo principal de tratar de asegurar la conti-nuidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje del alumnado hospitalizado, surgen las Aulas Hospitalarias andaluzas derivadas de su particular situación médica, trabajar en la socialización del alumnado hospitalizado, el desarrollo de habilidades de autonomía y solvencia en las tareas escolares, el fomento de la coordinación entre profesionales e instituciones, la apertura del aula a otras actividades de carácter lúdico, de ocio y tiempo libre, fomentando la participación familiar como pieza clave de dicho engranaje.
El trabajo docente alcanza un carácter multidimensional con la puesta en marcha de talleres de habilidades sociales, educación para la salud, relajación, psicomotricidad, manualidades, pintura, participación en la celebración de efemérides, y, sobre todo, la atención al currículo escolar. El personal docente mantiene una colaboración permanente con los servicios sanitarios del hospital y con sus familias para conocer mejor las posibilidades de cada alumno y programar de este modo el trabajo más efectivo para el menor.
El servicio escolar se encuentra adaptado a la dinámica de funcionamiento del hospital y a las necesidades del niño ingresado atendiendo a su propio proceso de recuperación, que puede desarro-llarse tanto en el aula como en la propia habitación del menor, si así lo aconseja su estado de salud. La puesta en marcha de estas aulas se enmarca en el Programa de Atención Integral al Niño Hospitalizado, suponiendo un cambio en la organización, adecuación de las estruc-turas y dinámica asistencial de las áreas infantiles de los hospitales.
Atención domiciliaria. Por otro lado, la Junta también dispone de un programa para la atención educativa de menores que por su estado de salud deben permanecer largos periodos de convalecencia en sus domicilios, como mínimo de un mes de duración. En el pasado curso, un total de 35 alumnos onubenses de Primaria y Secundaria se benefició de este ser-vicio domiciliario, que se lleva a cabo a través de profesorado especia-lizado, adscrito a la Delegación Territorial de Educación.