R.Fdez.Beviá. La navegación forma parte, en letras mayúsculas, de la historia de la humanidad. La prosopopeya aplicada a los barcos se ha concentrado en sus propias denominaciones. De alguna forma, llevar en las amuras el nombre de una ciudad la ha evocado en los confines del mundo como destino de las innumerables líneas de navegación. Y en esto, ¿y Huelva? ¿Se conocen barcos que hayan tenido el privilegio de llevar el nombre de esta ciudad/provincia lejos de aquí?
Han sido muchas las embarcaciones de nombre compuesto que contienen o han contenido el término Huelva, por ejemplo el clásico de los setenta SAC Huelva o el más reciente superpetrolero Huelva Spirit. Vamos a concentrarnos, sin embargo, en los diez casos que hemos identificado como naves llamadas estrictamente «Huelva».
En 1863 fue botada una goleta de hélice -velero con motor a vapor- llamada ‘Huelva’. Fue encargada por el gobierno español para la Marina de Guerra. Formaba parte de la serie «Covadonga», de ocho unidades – las gemelas Andaluza, Covadonga, Circe, Favorita, Guadiana, Ligera, Sirena y Huelva-. Los periódicos de entonces que se hicieron eco de la noticia -El Lloyd Español, La España, La Iberia, El Clamor Público, La Esperanza y La Época, entre otros- nos confirman que la goleta ‘Huelva’ fue precisamente construida en las atarazanas onubenses, al igual que la «Andaluza» y la «Guadiana». Su primer comandante fue el teniente de navío Juan García Rivero.
El casco de la goleta Huelva era de madera y tenía una eslora aproximada de 46 metros, y una manga de 6,4 metros. Montaba tres cañones, dos en la parte central del buque -uno por banda-, y otro en la proa. Llevaba una tripulación de alrededor de 100 marinos. Estuvo operativa hasta 1875, causando baja en La Habana, habiendo prestado servicio de patrulla para la Armada en Cuba y Puerto Rico.
Antes de dejar de navegar, la goleta ‘Huelva’ coexistió en los mares con un buque británico que había sido botado en 1870, de 719 toneladas de registro, el primero con casco de hierro también llamado ‘Huelva’, con una eslora de 59,6 metros y una manga de 8,5 metros. Fue fugazmente propiedad de la compañía londinense Holloway Brothers. Por la fecha suponemos que esta firma tendría algún vínculo comercial con la principal compañía británica que entonces operaba en Huelva, la de Minas de Tharsis.
Lamentablemente, la vida de este vapor sería muy corta, pues desapareció en la mar, el 8 de febrero de 1871, con una tripulación de 18 hombres. Había salido de la ciudad galesa de Swansea en dirección a Valencia, no llegando nunca a este puerto y quedando como uno de tantos misterios por resolver en la historia marítima mundial.
Al poco tiempo, el dos de mayo de 1882, en la ciudad de Sunderland, al norte de Inglaterra, es botado un nuevo buque llamado ‘Huelva’, vapor carguero de hierro, en los astilleros de John Blumer and Company para los armadores británicos Scott Brothers. Dos años antes, este mismo astillero para la misma armadora había construido otro vapor, el ‘Tharsis’. Ello nos induce a pensar que esta firma también tendría vinculación con nuestra provincia, a través de la compañía de minas de Tharsis, para el transporte marítimo de minerales y mercancías. El «Huelva» de Scott Brothers, portaba 1.342 toneladas brutas.
Unos años más tarde, en 1893, es encargado por la compañía armadora norteamericana C.T. Bowring & Company otro carguero de hierro que sería bautizado en 1894 con el nombre Huelva. Este buque registraba 2,642 toneladas por lo que era bastante más grande que los anteriores «Huelva». Medía 92 metros de eslora y 13 metros de manga, y hasta 1913 lució el nombre onubense en sus costados. En ese año fue vendido a otra compañía, británica, pasando a llamarse «Myrtlegrove».
El cambio de nombre, como apunta una vieja tradición náutica, no debió darle mucha suerte, porque se hundió el 23 de noviembre de 1917 tras colisionar con otro mercante británico, el SS «Mineral», en el canal de la Mancha.
A la Bowring Company debía gustarle el nombre de nuestra provincia porque poco después de vender el barco anterior, encargó un nuevo ‘Huelva’, en 1915. Este barco ya era de unas dimensiones muy notables, casi 120 metros de longitud y 16,3 de anchura, y un tonelaje de 4.867. Tampoco tuvo suerte, pues tan solo dos años después, el 23 de julio de 1917, navegando por encargo del Almirantazgo Británico entre Newport y Malta fue torpedeado y hundido por el submarino aleman U-54, en medio del atlántico, a 270 millas al suroeste del islote de Fastnet -sur de Irlanda-.
Un barco de vapor que llegó a tener hasta seis nombres, entre los cuales se encontró el de ‘Huelva’, y tres banderas sucesivas (británica, griega y española), fue el originario Hillingdon y definitivo Jalón , construido en Inglaterra en 1912, también en Sunderland -como el Huelva de 1882-. Tuvo el nombre de nuestra tierra aunque menos de un año, en 1937. Este buque registraba un peso muerto de 2.800 toneladas, y estuvo navegando nada menos que cincuenta y ocho años antes de ser desguazado.
En la guerra civil española también tuvo protagonismo un bou (pesquero de gran dimensión en las primeras décadas del siglo XX), anteriormente denominado «Virgen de la Cinta nº7» y que durante el periodo bélico, adecuado como patrullero, muy activo en la zona del Estrecho, se llamó ‘Huelva’ (1936-1937). Había sido por primera vez bajado de la grada en 1919 y ya desmilitarizado volvió a ser Virgen de la Cinta hasta el final de su existencia, en la década de los cincuenta.
En 1967 en Hamburgo fue construido un nuevo carguero bautizado ‘Huelva’. Este buque, de bandera danesa y con 2.471 toneladas de arqueo bruto, estaba destinado a transporte de ganado. Mantuvo la denominación objeto de nuestro interés hasta 1981, rebautizado entonces como Diana Clausen y posteriormente, en 1984, como Adele.
En 1976 fue matriculado en Hamburgo un nuevo ‘Huelva’. Esta vez un carguero de mediano porte con bellas líneas, de la armadora alemana OPDR.
Esta compañía había sido fundada en el año 1882 y es una de las empresas navieras más antiguas de Alemania, iniciando su actividad con un tráfico de linea regular entre la ciudad de Oldenburg y Portugal. Hoy OPDR es una empresa moderna cuya sede principal se encuentra en Hamburgo y tiene muy enfocada su actividad a la gestión de porta-contenedores.
Algo más tarde, ya casi finalizando el siglo XX, la armadora Boluda pone en funcionamiento, en 1996, un remolcador denominado ‘VB Huelva’, formando parte de la más importante flota de embarcaciones de su clase en España, que ademas es concesionaria del servicio en el puerto de Huelva. Este ‘Huelva’ heredó su nombre de una unidad más antigua, también remolcador que operaba en nuestro puerto, que Boluda había adquirido a la firma Auxmasa.
Mucho más cercano es el uso del nombre de «Huelva» para titular a un moderno buque porta-contenedores.
Este «Huelva» del siglo XXI se construyó en 2010 en unos astilleros rumanos, por encargo de una compañía armadora holandesa. Bautizado inicialmente como Johanna Schepers, de 141 metros de eslora y 22 metros de manga, registraba un tonelaje de 7.852.
La nave pasó a llamarse Huelva a finales de noviembre de 2013, en manos de la referida armadora alemana OPDR y manteniendo esa denominación hasta junio de 2014. El cambio de nombre se hizo coincidir con su destino para cubrir la linea regular que inició la conexión de la provincia onubense con el norte de Europa. En la actualidad el referido porta containers se llama Susan Borchard, por lo que, dado que tan solo queda el auxiliar, remolcador VB ‘Huelva’, un nombre para un barco tan bonito como «Huelva» se encuentra hoy disponible.