José Luis Rúa. La cita estaba en el auditorio del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte y era un encuentro entre la escritora ayamontina Clemen Esteban y los pequeños, porque se presentaba un poemario para los más peques El color de la poesía, que cuenta con las ilustraciones de Antonio Garrido, un especialista en el dibujo y la ilustración. El auditorio se quedó pequeño para la cantidad de gente que quisieron acompañar a la autora en un momento tan especial, como era su presentación.
Clemen Esteban forma parte del colectivo Los Poetas del Guadiana y tiene publicados un par de poemario, amén de estar presente en alguna que otra publicación poética conjunta y colectiva de los poetas fronterizos. Sin embargo esta es su primera obra dedicada a la infancia, pero era un compromiso que tenía con sus alumnos de guardería, sus niños y todos los peques del mundo. La autora participa en las actividades del Centro Andaluz de las Letras y de la Red Internacional de cuentacuentos, con lo cual su presencia en el mundo infantil le lleva a formar parte de él.
Rafael Montagut tuvo que dirigirse a un auditorio repleto de público, para introducir el acto de la manera más adecuada posible. Y lo hizo, sus palabras se mezclaron con las voces y gritos de los muchos peques que sentados, de pie o correteando, se dejaron sentir. Antonio Miravent leyó un poema que supo adecuar a la mayoría de los espectadores. Un montaje de imágenes nos trasladó a la vida cotidiana de la autora y su mundo repleto de críos. Y rodeada de críos, con los que comparte cada día y con los comparte sonrisas y lágrimas, supieron entonar una canción que arrancó tantos aplausos como gritos de admiración. A continuación, niñas algo mayores pero niñas a fin de cuentas, recitaron de memoria tantos poemas como eran ellas. Un nuevo vendaval de aplausos se dejó caer por entre las butacas.
Clemen Esteban supo controlar los momentos, se movió como pez en el agua pero dejó entrever un poemario de nervios, que se pudo camuflar entre los cambios de luces y las alternancias de silencios y exclamaciones. Y como invitadas especiales, las autoras lusas, Ana Francisco y Carla Sabino, la una a la guitarra y la otra a la voz, liberaron para los presentes un tema especial dedicado a los pequeños que esta noche acudieron a la cita con la poesía y que eran los protagonistas, junto a la poetisa. Finalmente Gema Martin, concejala de cultura del ayuntamiento de Ayamonte, no quiso romper la magia de la noche y fue breve pero sincera en las palabras dirigidas a todos lados.
Una presentación que se escapa a todas a las que estamos acostumbrados a asistir en la ciudad o en la otra orilla del Guadiana, pero es que esta vez los receptores eran los más pequeños del barrio. Un poemario escrito y pensando en los peques, dicho en letra mayúscula y barnizado de un sentimiento inmenso. Un poemario que se queda ya en la memoria de todos, “El color de la poesía” y que pasa a formar parte de la inmensa creatividad poética del Bajo Guadiana. Felicidades a todos, especialmente a la autora y al ilustrador, porque nos han sabido sorprender a todos.