José Miguel Jiménez / Zalamea. Para subsanar el deterioro estructural del Dolmen número 5, causado por la basculación de uno de los ortostatos de apoyo y el deslizamiento de losas de cubierta de la galería restituidas en su día, como medida de actuación, los técnicos de la Delegación Territorial de Medio Ambiente en Huelva han considerado la eliminación del túmulo.
Los trabajos realizados ha sido realizados por la Consejería de Medio Ambiente, con el asesoramiento de Cultura, y han consistido en investigación arqueológica, protección y conservación, además de facilitar el acceso a los visitantes del conjunto, y favorecer que el espacio recupere su paisaje vegetal originario la obra del entorno de los dólmenes de El Pozuelo, cuya antigüedad podría remontarse al 2.500-1.900 a.C., se centra en el monte público Los Barreros, donde se ejecutan desde tareas de densificación (sobre 25,65 hectáreas) hasta de eliminación de eucaliptos (40,69 hectáreas), así como la creación de senderos de conexión de los distintos enterramientos (3.667 metros) o el arreglo de caminos (4.485 metros). Todo ello, sin olvidar la construcción de badenes o vados (378 metros cuadrados), correcciones hidrológicas (5,2 metros cúbicos) o la señalización.
Este monumento, ubicado en la zona de El Riscal-La Veguilla, es el único de los dólmenes de El Pozuelo que se encontraba con una estructura completa. Destaca por el volumen de su túmulo circular, de 19 metros de diámetro y 2,5 metros de altura respecto al firme externo, que fue reconstruido íntegramente (hecho que lo hace reconocible en el paisaje donde se emplaza) y cuenta con un corredor y cuatro cámaras.