

M. P. D. Aún queda mucho por investigar en la zona arqueológica de La Orden-Seminario, cuyos restos certifican que Huelva es la ciudad más antigua de Occidente. Así de contundente se muestra Diego González Batanero, responsable de Ánfora, empresa encargada de una de las excavaciones realizadas en este sector, y que ha sido la persona que ha denunciado la destrucción de parte de los restos arqueológicos durante las obras que se llevan a cabo en la capital onubense para la estación del AVE.
Una zona arqueológica que, según González Batanero, tiene unas dimensiones de 23 hectáreas, de las que se han visto afectadas algo más de una hectárea. Por este motivo, «todavía queda mucho por investigar y excavar», asegura.

Al parecer, la mayoría de los terrenos en los que se encuentran los restos arqueológicos son de titularidad pública, de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Huelva. Por este motivo, desde Ánfora se hace un llamamiento a las autoridades para que se cuide este espacio y no vuelva a producirse un incidente similar al ha sucedido en esta ocasión. Para Diego, «con este hecho se ha producido una destrucción muy grave del patrimonio. Es un daño irreparable. Por eso, debemos tener en cuenta que en su entorno hay varias parcelas públicas cuyos restos se pueden recuperar y estudiar».

En concreto, la Administración autonómica cuenta con una hectárea -o un poco más- de terreno, que está sin excavar, mientras que el Consistorio tiene dos grandes áreas que, al parecer, estaban destinadas a zonas dotacionales, situadas cerca del Hospital Juan Ramón Jiménez, un sector amplio que nunca se ha intervenido arqueológicamente. «Es un sitio público y, como tal, sería necesario hacer un estudio arqueológico, ahora que no existe presión urbanística. Eso sería lo ideal», considera el arqueólogo.

Diego tiene claro que, una vez destruidos los restos, «no sirve de nada rasgarse las vestiduras. Ahora tenemos que poner en marcha nuevas intervenciones arqueológicas en estos terrenos públicos, que son imprescindibles, tal y como marca la ley». Incluso, durante las labores de desbroce es habitual que no se tenga en cuenta lo delicado de estos restos arqueológicos, que se encuentran muy cerca de la superficie, utilizándose unos medios muy agresivos sobre el suelo. Una cuestión sobre la que este arqueólogo también llama la atención.

Con todo, Diego González espera que la destrucción del patrimonio que se ha producido sirva «al menos, como un punto de inflexión para que todo el mundo se conciencie en la necesidad de recuperar y estudiar el rico patrimonio de Huelva. En La Orden-Seminario hay muchos más restos arqueológicos en suelo público, así como en otros PERIS de la ciudad de Huelva que están en suelo privado, como puede suceder en zonas como en el antiguo Mercado del Carmen. Un patrimonio que no puede quedar ni olvidado ni destruirse. Estamos a tiempo de recuperarlo y estudiarlo». Que así sea.
Nunca podrá ser una restitución, pero es la oportunidad de cambiar lo que corresponda y continuar con las excavaciones en el resto del terreno, además de protegerlo e informar a todos los incautos profesionales que hacen desprecio por nuestras raices.
Totalmente de acuerdo con Adolfo. Pero, en esta Huelva nunca pasa nada, lo hacen con alevosía y con descaro como ha ocurrido en otras ocasiones; fachada edificio pl Las Monjas, restos arqueológicos bajo un perchero de ropas, eliminación de una palmera centenaria, «taponamiento» y ocultación de salidas de ventilación del acueducto de la fuente vieja… etc. Si a quién incumple la ley, le prohibieran edificar, modificar, etc. durante al menos 50 años, y a la reposición aunque sea en «piedra» ya se lo pensarían.
Es un pena perder esa riqueza
Arquitectónica, ani modo a los que trabajan en ella.desde al Aula de laExperiencia
Hace dos días leí en el periódico la noticia de este yacimiento del Seminario de la Orden… Desconocía de su existencia(no soy de Huelva) pero resido actualmente en Corteconcepcion y me interesó mucho este artículo por su riqueza como Patrimonio Arqueológico. Agradezco mucho su información y sobre todo que existan personas con sensibilidad que están pendientes de que se hagan pública los desatinos que se pueden cometer si alguien del lugar no presta generosa atención. Un saludo