La Sierra reivindica la creación del anhelado Museo de la Electricidad

Central Hidroeléctrica del Salto de Los Batanes en La Nava. / Foto: Félix Sancha.
Sierra de Aracena.
El patrimonio de la Sierra no sólo es de carácter natural.

Mari Paz Díaz. El patrimonio de la Sierra es tan rico que todavía existen muchos rincones que siguen sorprendiéndonos por su belleza e interés. Y no sólo hablamos en clave natural y ecológica, sino también cuando se trata de edificaciones que nos recuerdan la historia de la comarca y su gente.

La última de las aportaciones realizadas al respecto viene de la mano de un serrano que conoce muy bien la historia de la zona. Natural de Aroche, se trata del investigador Félix Sancha, director del Archivo de la Diputación de Huelva y amante de la Sierra por encima de todo. Una cuestión que le añade un mayor valor a todas sus investigaciones. Así lo demuestra Sancha en su último libro, titulado Los orígenes de la industria electroharinera en la provincia de Huelva, editado por la Asociación Lieva dentro de su colección bibliográfica denominada ‘Biblioteca Serrana’donde se recoge una parte muy destacada del patrimonio serrano, al acercarse a las fábricas de electricidad y de harina que se construyeron en la comarca a principios del siglo XX.



Portada del libro.
Portada del libro.

Un llamativo estudio que permite adentrarnos en la historia de algunas de las iniciativas que permitieron que la Sierra entrara en la modernidad, como fueron la Central ‘Santa Teresa de Electricidad’, S.A. de El Repilado, la fábrica Virgen de los Dolores de Encinasola y La Comunal de Aroche.

De estos tres ejemplos, sin duda, el caso más relevante es el de la central ‘Santa Teresa’ de El Repilado, debido a que su radio de acción se extendió por toda la Sierra y sus alrededores, por lo que fue un proyecto que alcanzó una gran relevancia. Una empresa que montó Ramón Talero García al iniciarse el siglo XX, consiguiendo llevar el alumbrado público a Cortegana y Jabugo, expandiéndose luego a Aracena, Alájar y Fuenteheridos.


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Ramón Talero García , impulsor de la central 'Santa Teresa'. / Foto: Félix Sancha.
Ramón Talero García, impulsor de la central ‘Santa Teresa’. / Foto: Félix Sancha.

Ingeniero naval, Ramón Talero era un militar que había pedido excedencia. Había viajado por todo el mundo y tuvo la oportunidad de ver la tecnología punta, que quiso traer a Huelva. Por este motivo, apostó por la electricidad frente a lo que existía hasta ese momento, como el gas y el petróleo.

Según nos explica Félix Sancha, El Repilado se trataba de un lugar estratégico en el que pudo poner en marcha su propuesta, gracias a la fortuna de la familia de su mujer, Teresa García Moreno, una jabugueña rica y poderosa. A pesar de ello, Talero comprobó que necesitaba ayuda si pretendía conseguir dar luz a toda la comarca. «Fue entonces cuando se puso en contacto con apoderados de la zona para crear una sociedad anónima, entidad que nació en el año 1903 lanzando 1.000 acciones a 1.000 pesetas cada una. Entre los primeros miembros de la junta de la sociedad anónima se encontraron personalidades serranas como Rafael Sánchez Romero, fundador de la empresa Sánchez Romero Carvajal. La sociedad anónima estaba conformada por 46 accionistas, que pusieron diferentes cantidades cada uno. Por ejemplo, Carvajal tenía 25 acciones», comenta el investigador.

Félix Sancha recoge el patrimonio de las industrias electroharineras de la Sierra.
Félix Sancha recoge el patrimonio de las industrias electroharineras de la Sierra.

La creación de la sociedad le creó un problema a Ramón Talero, porque hasta ese momento él había tenido todo el poder y, por tanto, la capacidad de tomar las decisiones. Una cuestión que tendría que cambiar a partir de ese momento. Por eso, para poder seguir teniendo el poder de decisión, ideó una fórmula a través de su cuñado Manuel García Moreno, que valoró sus propiedades en 450.000 pesetas, de las que 70.000 pesetas las invirtió en comprar acciones, con lo que consiguió tener más del 50% de la sociedad y, por tanto, no perdió su capacidad de acción. Una operación que llevó a cabo, a pesar de contar con la oposición de su esposa Teresa, ya que nadie creía en su proyecto de la central eléctrica. A pesar de ello, según ha constatado Sancha, “poco a poco fueron ampliando el negocio y consiguieron llegar a toda la comarca, e incluso a Nerva. También lo intentaron en el sur de Extremadura, pero al final no lo hicieron porque hubo complicaciones”.

Antigua Fábrica de Harinas de El Repilado, hoy desaparecida. / Foto: harineras.blogspot.com
Antigua Fábrica de Harinas de El Repilado, hoy desaparecida. / Foto: harineras.blogspot.com

Y no sólo se conformaron con la electricidad, puesto que decidieron diversificar el negocio. Lo hicieron construyendo en 1904 una Fábrica de Harina en El Repilado, un edificio que hoy en día ha desaparecido después de que fuera derribado recientemente, a pesar de que era uno de los edificios más emblemáticos de la zona. Fue el 10 de noviembre de 1902 cuando la Alcaldía de Jabugo concedía el permiso para construirla, cerca de la estación férrea de Jabugo-Galaroza.

La Comunal de Aroche. / Foto: Félix Sancha.
La Comunal de Aroche. / Foto: Félix Sancha.

El derribo de este edificio fue una gran pérdida para el patrimonio serrano. Y es que, como reconoce Sancha, «cada vez son más extrañas las edificaciones que se mantienen en pie y que recuerdan a las antiguas fábricas de harina». Mejor suerte ha corrido La Comunal en Aroche. Sus orígenes se remontan al año 1921, cuando una asociación obrera denominada ‘El Alto’ decide plantearle al Ayuntamiento que libere una finca comunal denominada ‘La Contienda’ que, al ser comunal, se arrendaba y los beneficios se repartían entre los vecinos. Sin embargo, entonces, los obreros pidieron que, en lugar de repartirlo, ese dinero se destinara a construir una fábrica de harinas. Una petición que fue aceptada. Y así fue como en el año 1923 se abrió la Fábrica de Harina ‘La Comunal’, germen del movimiento obrero en Aroche.

Félix Sancha ha visitado la redacción de Huelva Buenas Noticias.
Félix Sancha ha visitado la redacción de Huelva Buenas Noticias.

Es más, ‘La Comunal’, de hecho, es fundamental para entender el desarrollo de la Segunda República y la Guerra Civil en Aroche. Entre otras cuestiones, porque entorno a la fábrica se produjeron una serie de altercados que, incluso, necesitó de la intervención de la Guardia Civil. De forma resumida, Félix Sancha nos comenta que durante la República, los obreros entran en el Ayuntamiento de Aroche y piden una auditoría de cuentas en la fábrica, lo que provocaría que durante la guerra se llevara a cabo una serie de medidas de represión que provocó que en Aroche se realizaran hasta 189 consejos de guerra, lo que daría lugar en algunos casos a que en la tapia del cementerio mataran hasta 200 personas.

Portada del libro sobre la historia de Aroche.
Portada del libro sobre la historia de Aroche.

Son hechos que Félix Sancha también ha podido rescatar en otra de las publicaciones que acaba de presentar, esta vez de la mano de la Diputación de Huelva. Se trata de Aroche, incluida dentro del fondo editorial de la Diputación de Huelva perteneciente a la colección ‘La provincia de Huelva. Historia de sus villas y ciudades’, que gestiona el Servicio de Publicaciones y Biblioteca de la institución provincial.

Vista del pueblo de Aroche.
Vista del pueblo de Aroche.

“Se trata de un compendio de lo que se ha publicado sobre Aroche, sobre lo que he publicado de la localidad, además de añadir otros muchos datos que no se sabían, como puede suceder con La Comunal, así como la época de la transición y la actual”, nos comenta. Y añade, “en este sentido me parece muy interesante algunas fuentes encontradas, como por ejemplo sucede con el periódico El Despertar Arocheño, publicado en los años treinta, en gran parte para conseguir apoyo para el PSOE en la comarca. Con todo se trata de avanzar en el conocimiento de la localidad».

Momento de presentación del libro sobre Aroche.
Momento de presentación del libro sobre Aroche.

En cualquier caso, al autor lo que le gustaría es que “la gente disfrute leyéndolo como yo lo hecho haciéndolo, porque si existe una población emblemática en la sierra es Aroche, que fue capital de la frontera con el Reino de Portugal y un municipio muy vinculado al Reino de Sevilla durante más de cinco siglos”. Una investigación que tiene el aval de la Universidad de Huelva, ya que esta colección está dirigida por José Manuel de Lara, siendo, además, un encargo de María Antonia Peña, “por lo que es un honor para mí”, nos cuenta. Un libro que fue presentado a finales del pasado mes de noviembre.

Pero volviendo a la central hidroeléctrica de El Repilado, la sociedad anónima también tenía una vertiente social, puesto que, entre otras medidas, construyó casas baratas en el norte del pueblo destinadas a los obreros e, incluso, puso en marcha una empresa de automóviles en la Sierra. En concreto, en Santa Teresa hubo 168 trabajadores, procedentes en su mayoría de la zona, con lo que se dio mucho empleo a todos los pueblos de alrededor de El Repilado. Trabajadores que crearon toda una comunidad y, de hecho, al último de los empleados jubilados se le rindió un homenaje.

5J de Sánchez Romero Carvajal.
Entre los accionistas de Santa Teresa se encontró el fundador de la empresa Sánchez Romero Carvajal.

Con todas estas medidas se facilitó el desarrollo de la comarca, beneficiando a muchas personas y empresas. Por ejemplo, fue cuando Sánchez Romero Carvajal logró un gran impulso a su fábrica de chacinas. Para el sector cárnico especialmente fue muy importante la electricidad, puesto que a partir de entonces se pudo trabajar de noche, algo fundamental en este ámbito. Eso a pesar de que al principio las instalaciones eléctricas eran precarias si las comparamos con las de hoy, con lo que con la luz que llegaba no se veía bien, sin olvidar los cortes continuos.

‘Santa Teresa’ se mantuvo de esta forma hasta los años 50, cuando pasó a manos de sus herederos. Tras 70 años de suministro, la producción de energía térmica en la central se abandona en 1973 y en 1980 la compañía es absorbida por la Compañía Sevillana de Electricidad, después Endesa. Eloy García es el encargado de esta empresa en la Sierra. De toda esta etapa queda un magnífico archivo, que permanece en las instalaciones de la central térmica, si bien hay gestiones para que pase a ser gestionado y organizado por la Diputación. “Hay que tener en cuenta de que se trata del archivo más importante que hay en la Sierra, junto al de la empresa Sánchez Romero Carvajal. Es así, tanto por el número de años que abarca, como por el hecho de que está completo”, apunta Félix Sancha.

Central hidroeléctrica de El Repilado. / Foto: mirandoalguadiana.wordpress
Central hidroeléctrica de El Repilado. / Foto: mirandoalguadiana.wordpress

Por todo ello, la Central Térmica Santa Teresa de El Repilado se ha convertido en un edificio tan emblemático que desde hace años se viene promoviendo la creación en sus instalaciones del Museo de la Electricidad, un anhelo que Félix Sancha espera que vuelva a retomarse gracias a este libro. Así se planteó al principio, pero el terreno donde se encuentra ubicado este edificio ha sido adquirido por una empresa chacinera, con lo que ahora mismo este proyecto depende de la voluntad de esta entidad, aunque podría existir un compromiso previo con el Ayuntamiento de Jabugo.

Central Hidroeléctrica del Salto de Los Batanes en La Nava. / Foto: Félix Sancha.
Central Hidroeléctrica del Salto de Los Batanes en La Nava. / Foto: Félix Sancha.

Otra posibilidad para la construcción del Museo de la Electricidad es abrirlo en la Central Hidroeléctrica de Los Batanes en La Nava, conocido popularmente como El Salto, pues el Ayuntamiento podría solicitar a Endesa la cesión del local para el futuro museo. Fue un edificio construido también por Román Talero para aprovechar el agua del Múrtigas, transformándola en luz eléctrica. El Salto se terminó en 1902, antes de los plazos dados. Todo ello hace de este edificio un lugar emblemático para la historia de la llegada de la luz a la Sierra.

Antigua fábrica de Encinasola, hoy desaparecida. / Foto: Félix Sancha.
Antigua fábrica de Encinasola, hoy desaparecida. / Foto: Félix Sancha.

El último caso de las empresas electroharineras que recoge Sancha en su estudio es la fábrica Ntra. Sra. de los Dolores de Encinasola. Sus orígenes se remontan a 1903, cuando Faustino Moreno monta una Fábrica de Harinas en la localidad, una iniciativa de este emprendedor que dio mucho trabajo a la gente de la zona. A partir de aquí, el siguiente paso fue la puesta en marcha de la fábrica de electricidad, si bien le compraba los vatios a la de Santa Teresa en El Repilado, lo que, a su vez, suponía un negocio para Román Talero, ya que en Encinasola sólo se gestionaban los vatios adquiridos.

Sancha hace un llamamiento a la concienciación para crear el Museo de la Electridad.
Sancha hace un llamamiento a la concienciación para crear el Museo de la Electricidad.

En definitiva, como se puede comprobar, la llegada de la electricidad causó una profunda transformación en la mentalidad y costumbres de los serranos. Por este motivo, Félix Sancha espera “que la publicación de este libro sirva para mover un poco la concienciación, haciendo un llamamiento al Ayuntamiento de Jabugo para que se pueda llevar a cabo este proyecto del Museo de la Electricidad de la Sierra. Porque, cabe la posibilidad de que El Salto de La Nava sea regalado al Ayuntamiento, pero lo ideal es que este centro esté en El Repilado”. Dicho queda.



1 comentario en «La Sierra reivindica la creación del anhelado Museo de la Electricidad»

  1. Enhorabuena Félix por tus dos últimos libros. Sé de buena fuente que salen de un gran rigor investigador y de muchas horas de trabajo. Tenemos suerte de contar con gente así en nuestra provincia. Graciassss

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