

Redacción. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está estudiando las posibles causas de la muerte de los dos ejemplares de zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) que han aparecido varados este mes en el litoral andaluz, tras la necropsia realizada por técnicos de la Consejería y expertos de la Universidad de la Palmas de Gran Canaria.
La Junta ha informado de que se trata de un macho y una hembra de unos cinco metros de longitud, que fueron localizados en la costa de Doñana -entre Matalascañas y Mazagón, en la provincia de Huelva- y en la de Benalmádena (Málaga), respectivamente. Además de la necropsia, se han tomado muestras de todos los órganos de estos animales, las cuales han sido enviadas a la Unidad de Investigación de Cetáceos del Instituto Universitario de Sanidad de dicha Universidad, para su estudio al tratarse de una especie rara y poco frecuente.
Estas dos muertes han coincidido con el varamiento de otro ejemplar en La Manga del Mar Menor (Murcia), por lo que habrá que descartar si existe alguna causa común que haya podido provocar la aparición casi simultánea de estos tres zifios de Cuvier en un espacio relativamente cercano. En estos animales es especialmente importante descartar el llamado síndrome sistémico embólico gaseosograso, que es similar al descrito en descomprensiones muy graves de buceadores.
Cabe destacar que los zifios poseen el récord en buceo entre los cetáceos, pudiendo alcanzar hasta los 3.000 metros de profundidad. Se sabe que, alteraciones en el medio como pueden ser grandes ruidos submarinos provocados por sónares, provocan una situación de estrés que hace que el animal ascienda de manera repentina provocando un fallo multiorgánico y su muerte posterior.
En el caso del macho localizado entre Matalascañas y Mazagón se han encontrado también, tal y como sucedió con otro animal varado en agosto de 2015, restos de plásticos en el estómago, que podrían estar asociados a la causa de la muerte del animal. El varamiento de zifios es un fenómeno poco frecuente, ya que estos cetáceos no suelen llegar a la costa, ni cuando mueren, y cuando lo hacen, se encuentran normalmente en mal estado de conservación.