Redacción. Predecir la evolución de un cáncer de vejiga o vesical permitiendo conocer su pronóstico y su posibilidad de reproducción analizando determinados marcadores de una analítica básica, ha sido el objetivo que se ha marcado la Unidad de Gestión Clínica de Urología del Complejo Hospitalario de Huelva a la hora de impulsar un nuevo proyecto de investigación clínica en el que han participado alrededor de 200 pacientes onubense y que le ha supuesto el primer premio en el Congreso Andaluz de Urología a la mejor comunicación oral.
Dicho premio, que han concedido los propios especialistas que integran la Sociedad Andaluza de Urología en su último congreso regional, destaca la aportación que las conclusiones de este estudio sobre el carcinoma vesical pueden ofrecer a la mejora en la atención de este tipo de cáncer, que está considerado el tercer tumor más frecuentemente diagnosticado en España, el segundo en el caso de los varones, que tiene como principal factor de riesgo el consumo de tabaco.
Conocer con antelación el previsible progreso que va a registrar el tumor y las posibilidades de recurrencia, permite a los profesionales sanitarios decidir con mayor grado de eficacia el tratamiento específico y el grado de vigilancia al que debe someterse un cáncer de este tipo estableciendo niveles de riesgo, con el fin de aumentar la eficiencia terapéutica y mejorar las posibilidades de supervivencia y de curación, teniendo en cuenta que esta patología supone, para los varones, la cuarta causa de muerte por cáncer en España.
El carcinoma es el tipo de cáncer más frecuente en la vejiga y supone aproximadamente el 90% de todos los tumores en este órgano. Actualmente en el Complejo Hospitalario de Huelva son intervenidos anualmente de esta patología alrededor de 250 pacientes. Cuando el tumor está únicamente localizado en la capa más interna de la vejiga, sin invadir otras capas más profundas de la pared, se le denomina carcinoma no invasivo o no infiltrante. Cuando el tumor invade la capa muscular de la pared vesical se le denomina invasivo o infiltrante.
El estudio se ha realizado por parte de los doctores Isabel Jiménez López y Juan Francisco Domínguez con la colaboración de la Fundación Fabis, que ha participado de forma decidida en el diseño de la metodología estadística que sustenta parte de la investigación y que va a requerir de una ampliación posterior, una vez que ha sido probada la relación directa entre el grado de infiltración del tumor en la pared vesical antes de la intervención quirúrgica y la aparición de determinados valores en los marcadores de inflamación disponibles en estudios analíticos básicos.
Precisamente entre las aportaciones que ofrece esta investigación, destaca la posibilidad de acceder a dicha información a partir de los indicadores (fórmula leucocitaria) que ofrece una sencilla analítica sanguínea como las que habitualmente se llevan a cabo en los centros sanitarios, no siendo necesario disponer de equipamiento específico ni de ningún procedimiento invasivo, de forma que los beneficios que puede aportar para el paciente pueden resultar efectivos desde las primeras etapas de la asistencia.
Este estudio inicial ha demostrado que determinados marcadores son sensibles a ciertos comportamientos del cáncer vesical permitiendo predecir, antes de la intervención quirúrgica, si el tumor va a resultar infiltrante o no. Poner de manifiesto esta capacidad es la condición previa para continuar el estudio, en el que se valorarán las posibilidades de predecir el comportamiento de la enfermedad en cuanto a su potencial de reparación tras ser tratada quirúrgicamente y de progresar hacia estadios más avanzados. Es decir, siendo capaces de pronosticar las posibilidades de que pase a tener un carácter infiltrante, aumentando así el riesgo de extensión a otros tejidos, de forma que se reducen las posibilidades de supervivencia.
El síntoma más frecuente que suele dar la voz de alarma es la aparición de sangre en la orina o hematuria macroscópica, que aparece en el 70% de los casos. El color de la misma puede variar desde roja a rosa pálido en función de la cantidad de sangre que contenga, que resulta independiente del tamaño del tumor. Además, en un 20% de los casos también puede provocar dolor o escozor al orinar, así como lo que se conoce como tenesmo, que es la necesidad de orinar sin llegar a conseguirlo.
Entre los factores de riesgo destacan, con una mayor contundencia, el consumo de tabaco, ya que los fumadores presentan un riesgo dos veces mayor de presentar dicho tumor que los no fumadores. Las sustancias cancerígenas del tabaco pasan a la sangre, son filtradas por el riñón y se concentran con la orina en la vejiga. También hay que tener una mayor vigilancia en los trabajadores de determinadas industrias químicas en las que se emplean aminas aromáticas como la bencidina, ya que su exposición supone un mayor riesgo.