Mari Paz Díaz. El Muelle de la Compañía Minera de Río Tinto es uno de los principales iconos de Huelva. Su visita es obligada para cualquier turista que venga a la capital onubense, dada la importancia histórica y arquitectónica de este emplazamiento que sigue llamando la atención por su prestancia y personalidad en la Ría de Huelva.
Por este motivo, la idea de recuperar la estructura original de este símbolo de Huelva es un acierto, dado que sería una forma de recuperar parte de la historia y el patrimonio de Huelva. Y es que siguen siendo muchos los onubenses que desconocen la importancia de este rincón de la ciudad, que volvería a contar con toda su belleza y esplendor con su recuperación.
Conocido popularmente como el Muelle del Tinto, aunque está situado en el río Odiel, la historia del Muelle de la Compañía Río Tinto se ha difundido en numerosas ocasiones, pero podemos recordar que se trata de un muelle-embarcadero comercial que se utilizaba para el desembarco en el río Odiel de material procedente de las minas de la Compañía Minera Rio Tinto Company Limited. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2003.
Su origen se remonta a la compra de explotaciones mineras onubenses por la Rio Tinto Company Limited en el año 1873, una operación que propició un tremendo desarrollo para la provincia de Huelva, incluida la capital. El transporte de los minerales desde la Cuenca Minera hasta el Puerto de Huelva necesitó de la construcción de este muelle, que se llevó a cabo entre 1874 y 1876.
El Muelle suponía el final de una vía de ferrocarril de más de 84 kilómetros que unía las minas con la capital onubense. Para su emplazamiento se eligió la zona situada junto al Muelle de Levante de Huelva, con unos 500 metros sobre el río Odiel.
La construcción fue diseñada por los ingenieros ingleses Sir George Barclay Bruce y Thomas Gibson, que lo proyectaron con dos plataformas, una superior, por la que circulaban los trenes de minerales, y una inferior para los de mercancías.
El Muelle se mantuvo en servicio hasta 1975, puesto que en el mes de mayo de ese año los buques comenzaron a utilizar una nueva instalación en el Puerto de Huelva. Se calcula que a lo largo de su trayectoria se embarcaron a través del muelle más de 150 millones de toneladas de mineral. Pocos años después fue dividido en dos para que pudiera pasar la carretera paralela a la ría.
Durante un tiempo de olvido, en 1980 se celebró un concurso de ideas para su reutilización como muelle y embarcadero, pero nunca fue llevado a la práctica. Ya en 1990 se proyectó una primera rehabilitación que permitió contrarrestar parte de los daños sufridos, aunque las mejoras más destacadas se llevaron a cabo en 2006.
Razones más que suficientes para pensar que la recuperación del Muelle es necesaria. Una idea que seguro puede contar con el apoyo de Huelva.