Redacción. La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huelva, Alicia Narciso; y la concejal de Participación Ciudadana, María José Pulido han visitado esta mañana en la zona de playa conocida como el ‘Caño de la Culata’ a los usuarios del programa ‘Un Baño sin Barreras’. Un proyecto puesto en marcha por la Cruz Roja, en colaboración con la institución municipal, hace 16 años con la finalidad de brindar a las personas con discapacidad la oportunidad de disfrutar de un día en la playa.
Alicia Narciso ha felicitado a la Cruz Roja por esta iniciativa e igualmente al equipo de voluntarios que consiguen, con una gran dedicación y profesionalidad, que los baños en la playa sean accesibles para todos los onubenses.
Un programa abierto a las asociaciones de personas con discapacidad, como a la población en general, con algún tipo de incapacidad física, psiquíca o mental, que a nivel individual o privado deseen hacer uso del servicio. En concreto, de la capital se prevé que se beneficien de esta actividad veraniega unos 100 ciudadanos, de los 140 onubenses que van a participar en este programa.
‘Un baño sin barreras’, como en todas las ediciones anteriores, incluye, además, actividades de animación con paseos por la orilla del mar, charlas, juegos de cartas y pelota y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de estas personas con mayores dificultades en su día a día.
Para ello, se instala una carpa en la playa, junto a uno de los puestos de socorro de Cruz Roja, con el objeto de ofrecer un lugar de sombra y prestar una atención rápida, en caso de emergencia, a los usuarios del proyecto. La carpa está dotada de sillas y mesas, así como de materiales de ocio, como juegos o aparatos de música, con el objetivo de ofrecerles no sólo actividades de desplazamiento y baño, sino también otras alternativas de ocio. Y la playa está perfectamente acondicionada para ellos con baños y duchas adaptadas, agua potable, aparcamientos adaptados y amplias pasarelas.
De esta forma, se ofrece una actividad de ocio y tiempo libre lo más normalizadora e integradora posible y dirigida de forma específica a este colectivo, fortaleciendo sus capacidades y reduciendo su vulnerabilidad.
El equipo está integrado por más de 30 voluntarios y voluntarias de diversas áreas asistenciales, desde técnicos sanitarios a socorristas acuáticos, pasando por educadores sociales y estudiantes de diversas disciplinas, hasta conductores de vehículos adaptados, conductores de vehículos de apoyo y voluntariado de acompañamiento, todos ellos perfectamente cualificados e implicados en la tarea de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Los voluntarios de Cruz Roja se encargan de recoger en sus casas y en las sedes de sus asociaciones a los usuarios y usuarias y a sus acompañantes, les trasladan hasta la playa y, una vez allí, les ayudan a bañarse utilizando la silla anfibia denominada ‘Anfibuggy’, al tiempo que hacen posible que estas personas puedan pasar una jornada de convivencia y diversión al final de la cual, y acompañados en todo momento por los voluntarios, son llevados de nuevo a sus puntos de origen.
Antes de encargarse de esta actividad, los voluntarios de Cruz Roja reciben formación exhaustiva a través del curso ‘Ocio y Tiempo Libre en Personas con Movilidad Reducida’, que mediante un completo programa teórico y práctico capacita a los voluntarios para atender a las personas con discapacidad que participan en el programa ‘Un baño sin barreras’.
Para la prestación del baño se cuenta con tres vehículos especiales llamados “anfibuggy”, atendidos en todo momento por personal de Cruz Roja. Esta silla posibilita que la persona discapacitada disfrute del baño con total seguridad, ya que es fácil de conducir y muy confortable y facilita el desplazamiento y la inmersión ya que flota. El vehículo dispone de tres ruedas para un mejor manejo por la playa, así como para la entrada en el agua.