S. D. El regatista del Club Deportivo Náutico Punta Umbría, Guillermo Flores, se muestra cargado de moral de cara a la Copa de Europa de Palma de Mallorca-Trofeo Princesa Sofía, última prueba del circuito que vale como clasificación para el Preolímpico de cara a Río de Janeiro. Unos 150 barcos de todo el panorama mundial formarán parte de una prueba, en la que Guillermo Flores se pone como objetivo acabar entre los 40 primeros como mínimo, que le pasaportaría para la gran cita del Preolímpico.
Teniendo en cuenta que compiten por la clasificación de forma diaria, los dos primeros días de navegación son los más importantes para poder pasar el corte. El dos veces campeón de España en la clase Láser, al margen de otros tantos torneos de importancia internacional, se mostraba confiado antes de iniciar la prueba. “Estoy en un buen momento, he trabajado a tope y espero cumplir los objetivos ante los mejores del mundo”, manifestó Guillermo Flores.
Ahora mismo es cuarto en el ránking nacional y, por lo tanto, la meta es acabar entre los dos primeros nacionales para contar con las máximas opciones de engancharse al Preolímpico. En todo caso la obsesión no existe para el deportista del CD Náutico Punta Umbría, ya que con 22 años la meta se la pone a más largo plazo sin descartar el momento presente. “Si puedo clasificar para Río, perfecto, pero si no, está Tokio 2022 y ahí si que me pongo meta clara. Hay que tener en cuenta que he estado mucho tiempo lesionado y el camino para recuperar la forma no ha sido nada fácil”, aseveró el campeón español.
Así pues, cuenta atrás para una intensa semana en Palma de Mallorca, en la que Guillermo Flores quiere volver a demostrar su clase ante los mejores del mundo de la especialidad con la meta puesta directamente en el cielo.