Redacción. El área de Educación del Ayuntamiento de Cartaya ha puesto en marcha un proyecto de atención y seguimiento de menores con problemas disciplinarios graves con el que se pretende “actuar de forma coordinada y conjunta por parte de todas las administraciones y los centros educativos, para evitar que estos menores abandonen totalmente el sistema educativo o el resto de dispositivos que este habilita para adquirir la formación necesaria que les permita acceder al mercado laboral en el futuro con las mayores garantías posibles”. Así lo ha explicado el concejal del área, Domingo Crespo, tras la reunión de coordinación que han mantenido en el Consistorio todos los agentes implicados en el proyecto, pionero en la provincia de Huelva “ya que se trata de un colectivo entorno al cual existe un vacío preocupante, quedan descolgados del propio sistema educativo a edades tempranas y las reiteradas expulsiones les suelen conducir al absentismo, con lo que entran en un círculo vicioso que merma en gran medida sus posibilidades de cara al futuro”.
Por todas estas razones desde el Ayuntamiento se pretende “impulsar los mecanismos necesarios para promover una actuación conjunta que implique a los propios centros escolares, de Primaria y Secundaria, así como a los técnicos municipales, a los profesionales especializados en la atención a menores con problemas, y a las propias familias”. Así, forman parte de la comisión de trabajo que se ha creado para desarrollar la iniciativa, las áreas municipales de Educación, Cultura y Seguridad Ciudadana, los responsables de los centros de Primaria y Secundaria del municipio, y una representación de la Delegación de Cruz Roja en Cartaya, que han mostrado su apoyo y su intención de colaborar con la iniciativa municipal. Crespo ha anunciado que “además, nuestro objetivo es plantear la iniciativa a la delegación de Educación, para realizar un esfuerzo conjunto y eficaz”.
Entre las líneas de actuación que se han planteado en el marco de este proyecto, se encuentran las de activar un protocolo de detección de casos ya en Primaria, “porque aunque la mayor parte se dan en Secundaria, los primeros signos de que estos menores van a tener problemas disciplinarios ya empiezan a vislumbrarse en el colegio, y la idea es actuar desde la prevención”. A partir de ahí, señala Crespo, “se trata de hacer un seguimiento a estos menores, trabajando directamente con ellos y también con sus familias, desde una atención individualizada y de acompañamiento evolutivo, de la mano de orientadores y profesionales”.
Además, la idea es buscar alternativas, conjuntamente con los tutores de estos menores, para que “los períodos de expulsión se ocupen con actividades canalizadas y arbitradas para evitar el absentismo o la salida definitiva del sistema educativo”. Son solo algunas de las medidas en las que se asienta un proyecto que el Ayuntamiento, con la colaboración de la comunidad educativa, “estamos impulsando, con idea incluso de empezar a desarrollarlo de forma embrionaria ya en este curso, para perfeccionarlo de cara al próximo, para lo que hemos creado un grupo de trabajo que se reunirá periódicamente”.