P. Gamero. Empate que sabe a poco. Porque un punto, un solo punto, a estas alturas de la competición y estando como lo está, con el agua al cuello en los sótanos de la tabla, se antoja escaso botín. Pero eso fue lo que conquistó el Recre (0-0) ante el Alavés, en un partido que medido por los parámetros de la justicia acabó con el resultado más lógico, que sólo sirve para coser un poco la profunda herida del Recre, aunque al menos puede suponer un punto de inflexión si se ve la botella medio llena señalando que, por fin, dejó su puerta a cero.
El Recre, en verdad, fue mejor en el segundo tiempo. El caso es que en el primero hubo poco, más bien nada. Aunque Juli, por parte alavesista, y Jesús Vázquez, por la albiazul, bien podían decir lo contrario. Y es que ambos fueron atendidos por las asistencias, el primero para taponarle una herida en el cuello, y el segundo tras un rodillazo en las costillas, doloroso sin duda. Lo malo es que eso fue, junto a la dura entrada de Jarosik sobre Pedro Ríos, en la que se llevó una cartulina amarilla (anaranjada, por la virulencia de la acción), las acciones más destacadas de un partido en el Alavés estuvo conformista -o esa fue la sensación-, y el Recre incapaz de hacer mucho más que pelear, pelear, pelear sin cometer errores. Y esa no sólo fue la sensación, sino la realidad.
De entrada, por cierto, José Luis Oltra se decidió por ‘revolucionar’ el once, con el relevo en la portería, en donde compareció Rubén Gálvez en detrimento de Dani Sotres; además figuraron en el mismo los canteranos Antonio Domínguez y Caye Quintana, para un total de cuatro cambios en el equipo inicial con respecto a la última cita en La Romareda, ya que también regresó Montoro.
Todo estos cambios quedaron en buenas intenciones, porque lo que se dice fútbol no generaron mucho. Poco diría. Nada. El Recre se limitó, aunque su intención seguro fuera otra, en estar firme atrás, no conceder un ápice de terreno al Alavés, tratar de cometer los menores errores posibles y, es puede, buscarles las cosquillas al equip vasco. Esto se vio poco. Quédense con un par de acciones de Caye Quintana, con un disparo a los diez minutos, que no inquietó a Manu Fernández, y con una jugada suya en la que perdió la pelota en el último recorte.
Menos mal que en esta ocasión atrás anduvo solvente. Tampoco estuvo exigido, pues los únicos acercamientos del Alavés al área local escasearon, reduciéndose a una carrera de velocista de Despotovic, bien resuelto por Diego Jiménez, y a un disparo anterior de Juli, rechazado por la zaga local. Por todo esto, el 0-0 con el que se llegó al intervalo fue lo más justo que podía ocurrir. Y es que ninguno de los dos mereció mucho más en ese periodo.
En la segunda parte, siquiera por la voluntad que puso y porque sus intenciones también, el Recre mejoró ligeramente. Aparte un cabezazo de Sangalli, y un casi mano a mano de éste bien resuelto por Diego Jiménez en el último suspiro, las llegadas más peligrosas tuvieron firma blanquiazul. Ocasión de gol, lo que se dice ocasión de gol, una. Un disparo de Rubén Mesa, repelido por Manu Fernández, y luego rematado alto por Caye Quintana.
Pero el tono del partido fue otro. El Recre dio un pasito al frente, puede que hasta le metiera algo más de intensidad, y tanto Antonio Domínguez, primero, como Pedro Ríos, después, por la izquierda, frecuentaron centros, eso sí, nunca rematados por nadie. Porque en eso el Recre ni está ni se le espera.
Pero fue otra cosa. Desde el campo emanaron otras sensaciones, que luego no se vieron cristalizadas. Pero el Recre lo intentó, como pudo, con sus carencias, con las dificultades que entraña sobrevivir como está sobreviviendo en la posición que ocupa y con una losa de nueve -ya son diez- partidos sin ganar.
El Recre no ganó, empató simplemente. A poco sabe el punto con tanta hambre. Pero puede ser el primer paso. Un pasito, pequeño, pero hacia adelante, a donde tiene que caminar este equipo onubense, carcomido por el miedo a fallar, con nervios, pero que al menos ante el Alavés expuso ganas, tuvo fe y solo se estrelló ante su principal -no la única- deficiencia: no le hace un gol al arco iris.
RECREATIVO: Rubén Gálvez, Víctor Díaz, Diego Jiménez, Córcoles, Fernando Vega (Juanan, 63′); Jesús Vázquez, Montoro; Antonio Núñez (Braulio, 77′), Pedro Ríos, Antonio Domínguez (Rubén Mesa, 63′); Caye Quintana.
ALAVÉS: Manu Fernández; Medina, Migue, Jarosik, Raúl García; Toribio, Beobide; Toti (Sangalli, 52′), Juli (Ión Vélez, 80′), Lanzarote; Despotovic (Rafa García, 64′).
Árbitro: Rubén Eiriz Mata (colegio gallego). Mostró la cartulina amarilla a Antonio Nuñez (42′), por el Recreativo; y a Jarosik (25′), Beobide (86′), por el Alavés.
Incidencias: Partido correspondiente a la 23ª jornada en Segunda División, disputado en el estadio Nuevo Colombino, al que asistieron 5.074 espectadores.