Redacción. Catorce universitarios palermos han recogido en el Ayuntamiento de su localidad su ‘Beca Matrícula’, una subvención con la que el Gobierno Local pretende desarrollar una política activa que haga posible la igualdad en las condiciones de acceso a los estudios universitarios.
Esta es la segunda entrega tras la puesta en marcha del Programa que contempla una subvención del 40% sobre los gastos de los créditos en primera matrícula para jóvenes palermos que cursen estudios universitarios o masteres oficiales en universidades públicas. La subvención también es aplicable a los gastos de tasas de secretaría del curso en el que se matricule el alumno y los gastos de apertura de expediente del primer curso.
En esta ocasión los estudiantes cursaban en su mayoría grados de Ingenierías en la Universidad de Huelva. Concretamente 12 universitarios estudian en la UHU y 2 en la Universidad de Sevilla. Entre los beneficiarios estudiantes de Grado de Psicología, Estudios Ingleses, Derecho, Ingeniería Mecánica, Química, Relaciones laborales, Ingeniería Informática o Biología; un amplio abanico de futuros profesionales a los que, sin duda, su formación académica les va a salir más económica.
“Yo confío en el capital humano como motor de desarrollo cultural, político, económico y social y, quiero que el Ayuntamiento contribuya como administración a que Palos tenga de cara a futuro la más valiosa de las herencias: una sociedad libre. Estoy seguro que la formación universitaria no sólo va a aportar a Palos profesionales capaces de afrontar retos laborales sino personas cultas, autónomas, con sentido crítico y plenas”, reflexiona el alcalde.
De los 14 universitarios que recogieron el viernes su subvención tres comenzaban el primer curso de sus títulos de Grado mientras que el resto ya tenían cierta experiencia en la universidad; algunos estaban en segundo curso, otros en tercero e incluyo había quien estaba trabajando ya en el proyecto fin de carrera.
En cuanto al importe de los cheques las cifras eran tan variadas y dispares como las cartas de pagos aportadas en cada expediente. El perfil de cada estudiante era único; los había que se habían matriculado de muchas asignaturas, otros de pocas, unos que habían fraccionado el pago de la matricula en plazos otros que la habían abonado íntegro. Tras cada estudiante, una persona que se había diseñado su programa formativo en función de muchísimas variables marcadas por sus posibilidades, sus circunstancias, sus capacidades, etc.
Carmelo Romero manifestó que “la sociedad demanda profesionales con un elevado nivel cultural, científico y técnico que sólo la enseñanza universitaria es capaz de proporcionar; además la educación a todos los niveles supone autorrealización personal, por eso estamos tan convencidos de este paso que hemos dado”.