ILG. El parto es un momento especial para el que el cuerpo de la mujer lleva preparándose durante nueve meses y que culmina el periodo de gestación. En torno a ese proceso, que puede llegar a prolongarse durante horas, la mujer vive un cúmulo de sensaciones indescriptibles que envuelven el alumbramiento y para el que los profesionales deben cuidar hasta el mínimo de talle.
Antes de dar a luz, la mujer pasa por distintos procesos que requieren de una asistencia hospitalaria precisa y distinta. Por eso, desde el hospital Juan Ramón Jiménez coordinados por el área de Salud de la Junta de Andalucía, se vela por la mejora de los servicios y en la profesionalidad de proceso del alumbramiento de las pacientes.
El pasado mes de junio, el hospital onubense inauguró la nueva unidad maternal, un área adaptado a las necesidades de las madres durante el momento del alumbramiento y que supone un paso más al acercamiento del profesional con la paciente desde el lado más humano. Según el supervisor de Paritorio del hospital Juan Ramón Jiménez, Manuel Prieto, no a todos los profesionales les gusta hablar de humanización del parto ya que siempre se ha velado por un buen proceder de los partos y porque la mujer se sienta lo mejor posible.
Desde los años 80, la atención de un embarazo normal se ha realizado por distintos profesionales de atención primaria y secundaria, siempre sujetos a modificaciones y cambios en los procesos de cara a mejorar los servicios y la atención de la madre y el bebé durante el parto.
La primera vez que se divulgó un proyecto de mejora en la atención del parto fue en el año 2002, cuando se publicó el Proceso Asistencial Integrado del Embarazo, Parto y Puerperio. Años después, en 2005, se publicó una segunda edición que actualizaba el anterior y actualmente ha vuelto a modificarse a pesar de los avances que se han ido produciendo a lo largo todos estos años.
En 2006 se inicia el Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal en Andalucía, una iniciativa que hace posible una conexión entre el uso de la tecnología, que garantiza la seguridad de la madre y del bebé, con la participación activa de las mujeres y sus parejas durante el parto, a partir de las recomendaciones del Plan de Parto y Nacimiento, y de las buenas prácticas en la atención perinatal.
A partir de ahí, en los hospitales de Huelva, como en el resto de Andalucía, se comienza a avanzar hacia un modelo de atención al parto más humano. Se trata de un sistema que permita que, además del uso de los métodos médicos, los padres tengan poder de decisión en el nacimiento de sus hijos respetando el protocolo sanitario establecido, facilitando que se produzca en el mejor ambiente posible.
De esta forma, en los hospitales, en concreto en el Juan Ramón Jiménez de Huelva se inició un proceso de adaptación y mejora de las instalaciones para que se cumpliese con la normativa establecida y que se produjese un cambio en el alumbramiento de las pacientes onubenses. Durante meses, se han llevado a cabo obras de adecuación de las unidades de paritorio.
El hospital Juan Ramón Jiménez inauguró, en los primeros días del mes de junio, un área de paritorio que cuenta con un novedoso diseño estructural basado en salas individuales de dilatación-parto-recuperación donde la mujer vive todo el proceso del parto. Estas nuevas instalaciones se componen de un total de 8 salas, una de ellas adaptadas a mujeres con discapacidad, que están distribuidas a lo largo de un área de control donde se vigilan de forma monitorizada todos los partos que se están produciendo en cada una de las salas.
Son las Unidades de Dilatación, Parto y Recuperación (UDPR), en la que la mujer llega una vez que comienzan las primeras contracciones y la abandonan con su bebé en los brazos, sin necesidad de traslados entre las diferentes dependencias para los distintos procesos que conforman el parto. En una misma habitación se monitorizan, se administra la analgesia epidural, se dilata, así hasta que se produce el alumbramiento.
Las salas están dotadas de camas multifuncionales, una central de monitores para la vigilancia materno-filial, cabeceros integrados con los dispositivos necesarios para una asistencia médica del parto si fuese necesaria y un baño para el aseo de la madre. Además, están dispuestas de todos los elementos necesarios para la atención del bebé una vez nazca. En la misma zona, se integra un área de incubadora adaptada para todos los bebés que nazcan con problemas, asegurando la cercanía con la madre de forma que no haya una separación física entre la madre y su hijo. De igual forma, disponen de un quirófano nuevo para atender de forma exclusiva las urgencias obstétricas y las cesáreas programadas atendiendo a la idea de evitar desplazamientos de la madre hasta el área quirúrgica cuando precisa ser intervenida.
Antes de que se habilitase la nueva área de maternidad del centro hospitalario onubense, las mujeres se cambiaban de habitación una media de 10 veces, según la naturaleza del parto, hasta que finalizaba el proceso. La habitación, monitores, la sala de dilatación, sala de epidural, paritorio, posparto y planta, son todos los lugares por los que debían pasar las madres hasta que finalizaba el alumbramiento. Gracias a la nueva unidad, desde que comienzan los primeros síntomas del alumbramiento, la madre permanece en una sola habitación hasta que da a luz su bebé y pasa a planta hasta recibir el alta hospitalaria.
En estas nuevas unidades de paritorio se respeta la intimidad de la madre facilitándole la participación en el alumbramiento y otorgándole la capacidad de elección de cómo dar a luz siempre y cuando se respeten el reglamento médico y la seguridad de madre y del niño. Todas las salas son independientes y distribuidas a lo largo de un pasillo de acceso independiente para los familiares y otro para profesionales.
“Desde la inauguración de la Unidad de Dilatación, Parto y Recuperación en el área de paritorio del hospital Juan Ramón Jiménez, se han atendido alrededor de 1.400 partos. Diariamente en el centro onubense se atienden una media de 7 partos diarios y todos ellos siguiendo los protocolos de humanización establecidos”, cuenta Manuel Prieto.
Según Prieto, “se está trabajando en la formación de los profesionales sanitarios y trabajando para buscar mejoras de cara a la asistencia sanitaria y a los pacientes. Con este novedoso sistema, se garantiza un mejor control de los partos y se afianza la relación materno–filial durante las primeras horas de vida de los bebés. Se atiende durante más horas a las mujeres, se vigila más, se hacen más pruebas, hay un mayor control de los alumbramientos”.
Para ello es imprescindible que los padres estén bien informados del parto y hacerles partícipe de las decisiones que tengan que ver con la salud de sus hijos y que sean ellos los que decidan cómo quieren que nazca su bebé.
De esta forma y gracias a los avances que se han llevado a cabo, se recupera de alguna forma el proceso natural de dar a luz que había desaparecido a causa de la tecnificación de los partos en los hospitales. Con las nuevas unidades, la principal protagonista del alumbramiento es la madre y el bebé, fortaleciendo la relación materno-filial y devolviendo el carácter natural y mágico del parto.
2 comentarios en «El parto, una experiencia materno-filial que recupera la «naturalidad» en los hospitales onubenses»
Aún falta cambiar bastante la mentalidad pero ya es posible!
Lo que deberían hacer con un parto por cesárea si el bebé nace bien es ponérselo encima a su madre tal y como lo sacan,y dejar q el padre asista al parto aunque sea por cesárea! Que eso ya en algunos hospitales de España ya lo hay!!!