Miguel Ángel Velasco. Aproveché el viaje a Cumbres Mayores para, dominado por el espíritu del escritor aragonés Ramón J. Sénder, meterme de refilón en la vida de Sancho IV y su baluarte defensivo contra los Lusitanos, el Castillo de Sancho El Bravo. O quizá fuere el espíritu infantil y aventurero de Pepe Garcés en sus andanzas con su amada Valentina por los riscos del castillo de otro Sancho, en tierras de Chafalea de Cinca, lo que enturbiaba mi ánimo. Lo cierto es que me encontraba en este pueblo serrano con sabor a los primeros dominadores, admirando la mole imponente de la sierra del Viento y entendiendo el porqué los Celtas la llamaron Capote o Altura Fortificada. El paisaje es imponente, con una altitud que se siente en los pulmones, bajo una almohada verde y la presencia cercana de la ermita de Nuestra Sra. de la Esperanza. La luz, incalificable. Oro tibio entre el azul pálido del cielo.
Abajo, ya en el pueblo, alrededor de la puerta de la iglesia de San Miguel Arcángel, por donde había quedado citado con Rocío Castaño, los vecinos y foráneos se agrupaban entre los mostradores de la Feria Gastronómica Cultural de la villa, que se viene celebrando estos días. Jamones, embutidos de todos tipos propios del cerdo, toda la variedad típica de los productos de origen de este animal.
Hacía mucho frío y Rocío se tapaba con un grueso chaquetón de piel vuelta y botas camperas. Me sonrió y empezó a decirme: “ No lo puedo evitar. Nací en Huelva pero esta tierra me tira muchísimo. Mi bisabuelo Dionisio fue el que empezó con la tradición familiar aquí, en este mundo del jamón. Después mi abuelo, Eulogio Castaño Rodríguez, se fue a Huelva para abrir un almacén con los productos que se elaboraban en Cumbres, trayéndose con él a sus hijos. Estos ya se radicaron definitivamente en Huelva sin perder por un instante su origen serrano. Lo mismo me pasa a mi; me encanta que me llamen cumbreña. Siempre que puedo me vengo para acá, pasear por las calles tranquilas, ver a los mayores sentados al sol o a la sombra, dependiendo de la estación del año. Recuerdo perfectamente, cuando pequeña, venía todos los años, acompañando a mi padre, a casa de mi abuela materna, en la época de las matanzas. Nos levantábamos muy temprano para ir en busca de los animales y después las mujeres mayores ponían a hervir enormes calderos de agua para cocerlos y sobre las mesas se preparaba a los bichos y se les abría para extraer sus vísceras y de cada zona elaborar las distintas chacinas y embutirlas en las tripas que previamente habían hechos. Si te fijas en mis apellidos verás que la tradición me viene por las dos ramas, la paterna y la materna. Cumbreña cien por cien. Y, además, formamos la cuarta generación.
– Pero tus ideas iniciales fueron muy distintas a todo lo que me cuentas.
– Efectivamente. Una vez terminado los estudios secundarios me matriculé y diplomé en Turismo, en Huelva. Y luego realice un máster en Marketing y Ventas y otro en Dirección y Gestión Hotelera. Estos los hice en Inglaterra y Estados Unidos. No tenía ninguna intención de seguir la línea de mis padres. Al igual que mis hermanos que, aunque lo sienten como suyo, han escogidos profesiones muy distintas a éstos, como es la medicina, el periodismo y la informática. ¡ En fin, el jamón para comerlo…!
– Entonces cómo te llegó esta afición
– Pues por pura casualidad. Fue exactamente en octubre del 2.013. Estaba en U:S:A. estudiando el último Máster cundo leyendo una revista especializada me topé con un artículo sobre el jamón y su venta on line. El mundo del Internet es el mundo del presente y la plataforma para el futuro y yo tenía la base familiar. Me entusiasmé con ello y fui madurando la idea hasta que al venirme a España entré en contacto con el ICADE para que me orientarán y asesorarán al respecto. Me pusieron en contactos con proveedores, diseñadores; me explicaron los caminos legales y administrativos a seguir y todos los pasos a dar. En verdad, les estoy sumamente agradecida. Igualmente, me puse en contacto con la Cámara de Comercio de Huelva y la Agencia Idea Expansión para estudiar las distintas subvenciones para la innovación propia y su expansión.
– Pero, en concreto, el objeto social de tu empresa, ¿Cuál es?
– Intento explicarte. En abril de este año, después de hablarlo con mi padre y de pedirle su asesoramiento profesional, me embarco en este proyecto y creo de Bellota GOURMET con el objetivo social de la promoción y venta on line de los productos del cerdo. Y lo hago on line por razones obvias, En primer lugar, porque en las tecnologías está el presente y, luego, para poder conciliar la vida laboral con la familiar. Pero, antes de lanzarme al mundo empresarial, hice mi plan económico, de negocio y viabilidad, de toda la documentación pertinente, etc. Y lo más importante, como he estudiado marketing y venta empecé a elaborar una página exquisita, desde mi punto de vista, y completa. Una página donde todo el que entrara en ella pudiera encontrar las opciones, conocimientos y formas de ver, comprobar y comprar el producto. Todo ello, con imágenes, composiciones, mezclas, explicaciones técnicas y procedencias de origen. Y, finalmente, en abril de este mismo año se abrió la página. Así que, aunque no neófita, soy toda una novata en estas luchas.
– Y tus metas.
– Ahora estoy en pleno proceso de marketing on line y el primitivo boca a boca. Los medios no son muchos y hay que ir con cautela. Bien es cierto, que cuento con una carta de presentación fundamental y extraordinaria como es la empresa que toda la familia Castaño posee que es TARTESSOS y dado de que ésta se encuentra formada por un miembro de cada rama familiar, me dieron permiso para ser una especie de distribuidora on line de los productos de la marca.
Pero, aparte de ello, mi idea también es expandirme en el mundo real de los eventos. De entrada hace poco hice uno de mis primeros pinitos en la inauguración de la nueva peluquería de mi querido amigo Moisés Giraldo y obtuve, por lo que me dijeron, un éxito rotundo. Introducirme en el mundo social y económico de Huelva es fundamental. Espero que se vaya superando la crisis económica que ha venido lastrando los eventos culturales, sociales o deportivos de la ciudad, incluso los empresariales y vuelvan el esplendor de los mismos como se daban hace una década y poder participar en ellos y dar a conocer , no sólo mis productos, sino todo lo relativo a la puesta en marcha y disposición de todo un buen y selecto catering.
– ¿De qué productos hablamos ?
– Del Jamón y de todos los derivados del Ibérico. Quesos, conservas y algo de vinos. Huelva posee una mezcla geográfica que le hace capaz de ofrecer esa mezcla de productos tan diferentes, genuinos y exquisitos como los que se dan en la costa, en el Andévalo o en la sierra , cómo de origen, fuera de nuestras fronteras provinciales y nacionales. Encima sus caldos son agradables y extraordinarios. Productos, en suma, de calidad y de una categoría suprema para todo buen gourmet.
Todavía queda algo de tarde por delante. La plaza sigue siendo un hervidero de gentes que degustan sin cesar los productos de la tierra acompañados de buen vino que hace más llevadero el frío gélido de la tarde que comienza a declinar. Rocío Castaño se marcha en busca de sus hijos y yo miro la masa ya oscura de la Sierra del Viento esbozando un adiós encogido a los espíritus de Pepe Garcés y de Valentina.