Redacción. En el transcurso del intenso programa conmemorativo con el que Moguer festejó el pasado 25 de octubre la concesión del Nobel al más ilustre de sus hijos, la poesía, la cultura del vino y la gastronomía se dieron la mano en una cata maridaje organizada por el Grupo Sentire, con la colaboración de Bodegas Sáenz y la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez.
Esta empresa andaluza especializada en la producción y puesta en valor de experiencias enogastronómicas y culturales, eligió Moguer para promover una deliciosa actividad que conquistó de principio a fin a sus comensales, entre ellos el presidente del Consejo Regulador del Vino del Condado, Manuel Infante, que compartió mesa con el alcalde de Moguer Gustavo Cuéllar, el organizador del evento Víctor Vega, el director de la Fundación que custodia el legado del Nobel Antonio Ramírez y el dueño de la antigua bodega del Diezmo Nuevo Antonio Sáenz, junto al director del Parador de Mazagón Alfonso de Miguel y el presidente de Apyme Moguer Cayetano Toribio.
En el extraordinario marco de la popularmente conocida como Bodega Sáez, se desarrolló este encuentro culinario en el que se puso en valor la tradición vitivinícola de la ciudad, recordando la estrecha relación que mantuvo la familia de Juan Ramón Jiménez con el mundo del vino a finales del siglo XIX y principios del XX.
Los 50 comensales con los que se colgó el cartel de no hay entradas para esta especial cita gastronómica, degustaron cinco vinos y licores producidos en esta centenaria bodega, junto a cinco exquisitas recetas cuyos ingredientes principales aparecen en las páginas de ‘Platero y yo’. Una delicia para los paladares más exigentes, que se enriqueció con el acompañamiento musical de un grupo flamenco y la declamación de algunos capítulos de la elegía andaluza.
Esta cata juanramoniana se inició con una ruta teatralizada por el Moguer de Juan Ramón que contó con una invitada muy especial, la simpática burrita Platerilla, que la asociación del Borrico de Rute regaló a la Fundación del Nobel.