Rocío R. Pujazón/Miriam Dabrio. Una segunda zona de especial interés arqueológico dentro del ámbito que analizamos, ha sido el solar del antiguo Colegio Francés, al final de la calle San Andrés. Las transformaciones operadas en este espacio hacían posible, entre los años 2000 y 2007, profundizar en el conocimiento de la llamada Necrópolis Norte de época romana, no sólo en la escuela, sino también en las intervenciones realizadas entre calle san Andrés y Plácido Bañuelos (GARCÍA, 2002). Los enterramientos más antiguos detectados pertenecen a la primera mitad del siglo I a.C., y parece que desde mediados de esa centuria se construyen mausoleos, edificios de pequeñas dimensiones con las tumbas en su interior. La última etapa de la necrópolis es de época flavia, a la que pertenecen los monumentos escalonados realizados con sillares de calcarenita, uno de ellos visible hoy integrado en el nuevo edificio y el otro, de idéntica factura, se ha conservado soterrado en Plácido Bañuelos. Aparece también en el Francés un tramo del acueducto, que se fecha ya en el siglo III. Tras una etapa de abandono de este espacio durante la cual se producen grandes acumulaciones de sedimentos procedentes de los cabezos cercanos, colmatando esta zona de vaguada, tiene lugar la fase almohade, con una vivienda y fosas vertedero detectadas.
La enorme complejidad de los elementos arqueológicos aparecidos en el solar del antiguo Colegio Francés, hizo que las investigaciones arqueológicas se prolongaran en diferentes campañas, las primeras operadas por la Universidad de Huelva (GÓMEZ et al., 2003). Entre el año 2002 y 2007 (HARO, CASTILLA y LÓPEZ, 2006; HARO, LÓPEZ y CASTILLA, 2007), la investigación transcurre de forma paralela a la construcción del nuevo edificio de viviendas, al que se privó de su espacio central para lograr la integración una parte importante de los restos, creándose una plaza en la que actualmente se pueden visitar las construcciones romanas conservadas, todo ello dentro de un espacio expositivo con diversa información histórica de la ciudad de Huelva. Constituye actualmente uno de los principales hitos de la iniciativa “Huelva Ciudad Milenaria”. Presente también en la tienda Sfera y La Almagra, articula la integración de los restos arqueológicos que se han puesto en valor en los últimos años en distintos lugares del casco urbano.
Por otra parte, el desmonte del cercano Cabezo del Pino, deba resultados negativos en su parte baja, Jesús de la Pasión 9 al 19 (GARCÍA y DELGADO, 2000), mientras que en las cotas más elevadas, permitía detectar algunas construcciones protohistóricas que abarcaban los siglos VII-IV a.C.; a su vez se exhumó un enterramiento de cronología almohade y los restos óseos de un cetáceo del terciario así como los restos de aterrazado antrópico de las laderas, para el afianzamiento de las construcciones de la cima, pertenecientes al depósito de agua de la compañía minera Riotinto (GARCÍA y STABILE, 2002).
En estos años también se han llevado a cabo estudios en los dos templos, la Iglesia de San Pedro y la Ermita de la Soledad. El estudio paramental de la fachada sur de la Iglesia de San Pedro, aprovechando la actuación de restauración de sus cubiertas, permitía establecer su faseado (CASTILLA, HARO y LÓPEZ, 2003b): un inicio de la construcción a finales del XIV o principios del XV que hace uso del tapial, una fase del XV dentro del mudéjar castellano-leones y toledano, una ampliación hacia el oeste entre finales del XV y principios del XVI, añadiendo coro y trascoro, y distintos añadidos, como la nueva sacristía, la torre y la vivienda de dos plantas, en los siglos XVII y XVIII. Se puede descartar la presencia de paramentos más antiguos aunque sí hay reutilización de material de construcción como las columnas romanas visibles en las fachadas laterales.
En cuanto a la Ermita de la Soledad, fue objeto de restauración en el año 1991. El equipo de Diputación abordó entonces las excavaciones arqueológicas de apoyo, tanto para la detección y vaciado de las criptas así como mediante un sondeo en el acceso al patio. Se demostraba que la construcción del edificio religioso se hizo desmontando el cabezo, asentando éste directamente sobre las arenas y sin presencia alguna de restos arqueológicos previos (GARCÍA y FERNÁNDEZ, 1999). La no finalización de los elementos proyectados justo delante de este bien patrimonial produce una cierta merma en la calidad de su entorno. Por otra parte, este edificio no cuenta con ningún tipo de protección, puesto que sólo se encuentra recogido en el Sistema de Información del Patrimonio Inmueble de Andalucía (gestionado por el IAPH).
Junto con la Iglesia de San Pedro, constituyen los únicos edificios religiosos que han perdurado hasta nuestros días en el sector más antiguo de la ciudad. Se debería plantear la catalogación de la Ermita de la Soledad tanto a nivel municipal como autonómico. Debería ser incorporado al catálogo del PGOU puesto que queda fuera del ámbito del PERI del Casco Histórico y por tanto no está incluido en el mismo. Es igualmente merecedor de catalogación autonómica, al menos en la categoría básica del Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía (CGPHA).
Actualmente el espacio público se encuentra en parte ejecutado, quedando aún una manzana por construir, proyecto que dio lugar a la Intervención arqueológica en el solar nº 1 de Plaza de la Soledad, aportando un conjunto bien conservado de elementos arquitectónicos de época romana con una función industrial-pesquera. La intervención arqueológica se encuentra pendiente de finalización y por tanto de decisión por parte de la Consejería de Cultura sobre el destino de los restos descubiertos. Constituye ejemplo claro de patrimonio histórico necesitado de una actuación de integración que venga a garantizar no sólo su conservación sino su puesta en valor para uso y disfrute de los ciudadanos. En este caso podemos hablar del hallazgo de las construcciones mejor conservadas del complejo industrial de la Onoba romana. Se trata de un edificio con al menos cinco estancias y una zona exterior donde aparecen las típicas piletas usadas en el proceso de la salazón, que pudo comenzar su funcionamiento a mediados del siglo I d.C. (GARCÍA y GUERRERO, 2009).
En este lugar se podría crear otro espacio expositivo dentro de la línea “Huelva ciudad milenaria” para ampliar la visión de Onoba en relación con la importancia del puerto onubense en la antigüedad, aprovechando la información que nos brindan estos restos arqueológicos relacionados con la producción de garum y otras actividades pesqueras. Juega en contra de la misma la necesidad de edificar al menos dos plantas de garaje en este solar para garantizar la viabilidad económica del edificio de viviendas previsto, cuya construcción también se ha quedado paralizada a la espera de una coyuntura más favorable.
Por último, merece la pena destacar aquí los hallazgos de 2003, durante la Intervención Arqueológica de Urgencia en Plaza de San Pedro nº 4-5 (GONZÁLEZ y GUERRERO, 2008). Arroja como novedad, datos de los primeros momentos de la presencia romana, conservando restos de una vivienda con hasta cuatro estancias identificadas que pudo ser edificada a finales del siglo II a.C. La necrópolis norte, también atestiguada aquí, es sólo un momento concreto de la secuencia romana representado por la construcción de un mausoleo circular con diferentes enterramientos en su interior.
Una tercera subfase romana la constituyen otras construcciones con una datación máxima de mediados del siglo II d.C. que por la utilización de pavimentaciones de opus signinum, mortero hidráulico propio de piletas y sistemas de almacenamiento, revelan una última fase romana con un uso de este espacio de carácter industrial. Sin embargo parece que es la etapa medieval la que ha dejado los restos de mayor entidad. Se trata de un edificio con una última fase de utilización en época almohade (siglos XII-XIII) y que es revelador de la importancia de San Pedro como centro urbano en época islámica sin precedentes en la investigación.
Las dimensiones, técnica edilicia y decoración de estos paramentos debieron hacer de ella una de los principales construcciones de la ciudad para aquellos momentos. Además, pudo estar en uso durante siglos ya que está construida con los sillares almohadillados propios de época púnica (siglos V al II a.C.). Con paralelos en Carmona, Carteia o la propia Sevilla, este tipo de sillares demostraría la presencia en nuestra ciudad de una fortificación perteneciente al momento justamente anterior a la presencia romana, aunque ésta hubiese sido remodelada durante la fase almohade.
Por tanto, los hallazgos en la parcela de esquina entre Plaza de San Pedro y calle San Andrés, que en parte han sido conservados integrados en el nuevo edificio, muestran un gran interés científico y patrimonial para la ciudad de Huelva. Actualmente no es posible su visita y se encuentran necesitados de una labor de musealización que permitiría un uso didáctico de este patrimonio.
Como vemos, son diversos los restos arqueológicos de entidad conservados en las inmediaciones del Paseo Santa Fe. La continuación en un futuro de las excavaciones y la puesta en valor de los hallazgos tanto en Plaza Arqueológica como en el cabezo de San Pedro, vendría a incorporar definitivamente el patrimonio arqueológico como atractivo turístico de la ciudad de Huelva, creándose un amplio recorrido patrimonial visitable, entre la calle Puerto y la Plaza Ivonne Cazenave, pasando por la cima de San Pedro, y con eje peatonal principal en el Paseo Santa Fe, donde el edificio del Mercado tendría un papel fundamental como contenedor de actividades culturales.
Éste es sin duda el máximo al que debemos aspirar los gestores del patrimonio histórico en la ciudad de Huelva y el uso cultural del Mercado de Santa Fe vendría a dar impulso a esta idea.
*Las citas que aparecen a lo largo del texto corresponden a expedientes conservados en los Archivos de la Delegación Provincial de Huelva de la Consejería de Educación Cultura y Deporte, así como a algunas publicaciones científicas.
5 comentarios en «Patrimonio arqueológico en el entorno del Mercado de Santa Fe (II)»
Huelva necesita la creación de una sociedad abierta a la sociedad que sirva para reclamar la protección, puesta en valor y engrandecimiento de su patrimonio. Sin duda, los nuevos medios de comunicación harían posible contar con un gran apoyo ciudadano.
Huelva necesita la creación de una institución abierta a la ciudadanía que sirva para reclamar la protección, puesta en valor y engrandecimiento de nuestro patrimonio. Sin duda, los nuevos medios de comunicación harían posible contar con un gran apoyo ciudadano.
Muy interesante, ¿para cuando unas señales que dirijan hacia estos sitios?
Excelente trabajo. Acercarnos a nuestra identidad es fundamental para saber orientar nuestro futuro. Seguid trabajando a la espera de que otras autoridades más coherentes, pongan a disposición pública el pasado de nuestra ciudad. ¡¡Enhorabuena¡¡.
Gracias por la divulgación y enhorabuena por el trabajo a quienes lo han elaborado. Como escribe Jesús, Huelva necesita… muchas cosas. La primera es que la gestionen personas honestas y sin intereses personales o partidistas.