Belén Requena, nueva presidenta de la Hermandad de Emigrantes, una madrileña que se enamoró de la Virgen del Rocío cuando tenía 18 años

Ana Rodríguez. Belén Requena Laviña es, desde el pasado 16 de diciembre, la presidenta electa de la Hermandad de Emigrantes de Huelva, la primera mujer que ocupa este puesto desde la fundación de la filial rociera en 1968, y que este viernes, 10 de diciembre, tomará posesión de su nuevo cargo junto al resto de los miembros de su candidatura.

“Hoy es el gran día. Estoy feliz y contenta y es un honor que los hermanos hayan confiado en el proyecto de esta junta de gobierno. Ha sido un gran logro por nuestra parte y estamos muy satisfechos. Tenemos cuatro años por delante de mucho trabajo y con muchos proyectos”, explica Requena horas antes del acto oficial que se celebrará a las 21.00 horas en la capilla de la Hermandad.

Curiosamente, Belén Requena no es onubense sino madrileña, aunque siempre ha mantenido lazos con el sur peninsular porque su familia paterna es de Granada y “esa sangre andaluza me ha tirado mucho”, destaca. Siempre estuvo pues, muy vinculada a Andalucía y al flamenco a pesar de vivir en Madrid. Allí se relacionaba con un grupo de personas que organizaba distintas actividades y, en una de ellas, en una cena, su padre se encontró con un antiguo compañero de carrera, Carlos Rubio Pérez, un onubense que cambiaría la vida de Belén al formularle una invitación aquella misma velada: “vente este año al Rocío”.

Era 1978, Requena tenía sólo 18 años, y no pudo declinar el ofrecimiento de aquel hombre al que desde entonces llama afectuosamente ‘el tío Carlos’. Cuando llegó el momento y la madrileña se vio inmersa en la romería, algo despertó en ella: “fue una sensación de religiosidad que me dejó prendada de la Virgen del Rocío, la que desde entonces es mi devoción y mi guía junto a Sor Ángela de la Cruz”. Hizo aquel primer camino en el que todo era nuevo, entró en la iglesia durante el ‘salto’ de la reja, estuvo detrás de la Virgen en la procesión y se metió bajo el paso, “fue un Rocío tan completo y especial que lo llevo grabado, fue una experiencia que me marcó porque se sienten enormes emociones”, explica la presidenta de Emigrantes.

A raíz de esta visita a la aldea almonteña y de ese encuentro con la Blanca Paloma comenzó la relación de Belén con la romería y con Huelva, ciudad de la que se terminó de enamorar aquel verano de 1978 en el que retornó a la provincia onubense para pasar unos días de verano. Belén recuerda haber cogido el desvío hacia El Portil y encontrarse de frente con la imagen del mar, “desde aquel momento pensé: tengo que venir a vivir a Huelva”.

Aunque su residencia siguió siendo la capital de España, la madrileña regresaba cada año, sin perderse ninguno, para disfrutar del Rocío y de la belleza estival de Huelva hasta que, en 1988, aquel deseo se hizo realidad y, tras conocer al que es su marido, dejó Madrid y se instaló en la capital onubense.

Sin embargo, la ligazón de Requena con la Hermandad de Emigrantes no se hizo esperar tanto, pues en 1979, un año después de su primer Rocío, se unió a la filial rociera. Como ella misma explica: “la Hermandad es una parte muy importante de mi vida. Mi camino es la Virgen del Rocío, y dentro de eso yo pertenezco a Emigrantes porque mi tío Carlos era de ella y desde que me trajo soy emigrante y no cambio por otra mi Hermandad. Mi concha peregrina la llevo muy a gala y trabajo siempre que puedo por y hacia la Hermandad”.

Con estos pensamientos, Requena, que ya había tenido la suerte de ser hermana mayor de Emigrantes en 2012 y que ocupaba el cargo de tesorera en la actual junta saliente, viendo que se acababa el tiempo de esta última, consideró que había que dar un nuevo impulso a la Hermandad, pero “no había muchas personas dispuestas a dar un paso al frente”, indica Belén. Sin embargo, ella ahora disponía del tiempo necesario para dedicarlo a este objetivo y se lanzó a conformar una candidatura  -la única que finalmente se presentó- con la que consiguió otro hito histórico en la filial rociera: alcanzar el quórum en la primera votación, fijado en 295 hermanos (aquel día votaron 300, de los cuales 236 fueron a favor).

Requena justifica esta hazaña poniendo de relieve la heterogeneidad de su lista, la cual “ha gustado mucho porque la forman tanto personas que llevan muchos años en la Hermandad, como otras más jóvenes y entre todos se toca la totalidad de los grupos y facetas de Emigrantes –quienes van a pie, en tractor, en carros tradicionales, los que no van al Rocío…- y esto es importante, pues hay que conocer las inquietudes y escuchar al conjunto de hermanos”.

Cabe recordar que la nueva junta de la Hermandad de Emigrantes está compuesta, además de por su presidenta, Belén Requena; por Antonio Gálvez, vicepresidente; José Brioso, mayordomo; Francisco Marín, vicemayordomo; Miguel Ángel Sáenz de Sicilia, tesorero; Ana Castillo, vicetesorera; María del Carmen Benito, secretaria; Iván Sáenz de Sicilia, vicesecretario; Manuel Salas, como fiscal; José Antonio Ortiz, primer alcalde de carreta; Manuel Jesús Martín, segundo alcalde de carreta; María del Carmen Ruiz, vocal de culto y espiritualidad; José Ortiz, vocal de Relaciones Públicas; Francisco Javier Rocha, vocal de formación; Juani Rebollo, vocal de juventud; Pilar Barroso, vocal de caridad y Manuel Jesús Évora Lepe, vocal de obras y servicios.

Esta savia nueva llega cargada de ideas renovadoras, siendo sus principales proyectos terminar la casa hermandad en Huelva, dar más vida a la obra social que ya está en marcha y mantener y ampliar el grupo joven. En este sentido, Requena destaca que “la vocal de juventud que hemos tenido hasta ahora ha hecho una gran labor que queremos continuar, pues nuestra idea es crear un grupo infantil y otro de mayores. Queremos abrir esa parcela y atender a este colectivo que forma parte de la historia de la Hermandad y que puede enseñar muchas cosas a los más jóvenes”.

Ampliar la convivencia con los medios de los que disponen es otro de los proyectos de la nueva junta, que además tiene previsto hacer un archivo histórico de la Hermandad con, por un lado, la documentación y objetos que están en las instalaciones de la misma -que hay que ordenar y clasificar-y, por otro lado, con el material que los hermanos puedan tener en sus casas, depositándolo temporalmente en la Hermanad para poder fotocopiarlo.

Asimismo, para la junta de gobierno saliente, Belén Requena sólo tiene palabras de agradecimiento: “ha hecho una labor magnífica y con pocos medios ha llevado a cabo una obra preciosa en la casa hermandad de El Rocío, la obra de la casa de Huelva, han pintado la capilla, arreglado la parte del salón de arriba… solo puedo felicitarles por su labor”.

Bajo el slogan ‘Contigo caminaremos’, que se justifica en un doble objetivo de hacer camino, no sólo durante el Rocío, y de trasmitir unidad, la nueva junta de gobierno de Emigrantes comienza este 10 de diciembre su andadura, un trayecto duro que sus miembros afrontan con ilusión. En palabras de su presidenta: “hoy es el gran día”. El primero de muchos.