S. D. Navarra. De Pamplona. Joven sobradamente preparada que ha recorrido mundo en esto del baloncesto. Conocemos un poco más a una joven jugadora del Club Baloncesto Conquero, Amaya Gastaminza, quien pese a sus 22 años tiene una dilatada trayectoria. Y es que ha formado parte de la generación junior de oro del baloncesto femenino español (dos oros y tres platas en Europeos y Mundiales en categorías sub 16,18, 19 y 20), pero que ha vivido también ya la cara más amarga de este deporte con dos graves lesiones de rodilla, tanto en Oregón como hace más de un año en Burgos y ambas en plena pretemporada. Formada en la cantera de Siglo XXI, Amaya Gastaminza Ganuza desea volver a ser una de las jugadoras con más progresión del baloncesto español; aquella que llegó a marcharse aunque sin mucha fortuna a probar en la NCAA en la Oregon State University, la Amaya de Perfumerías Avenida o la de Hondarribia. Y todo ello desea volver a conseguirlo esta campaña en Huelva de la mano del Club Baloncesto Conquero, su nuevo destino deportivo en una carrera a la que le quedan muchas páginas por escribir.
– ¿Dónde nació Amaya Gastaminza?
– En Pamplona.
– ¿Cómo se llaman tus padres?
– Agustín y Ana.
– ¿Tienes hermanos/as?
– Dos hermanos, Mikel y Julen.
– ¿Se dedica alguno de ellos al baloncesto?
– No, ninguno. Mikel llegó a ser portero de fútbol y se entrenó con el Promesas de Osasuna pero se lesionó y lo tuvo que dejar.
– ¿Qué recomendarías de tu ciudad natal además de los famosos Sanfermines?
– La gente.
– ¿Los has vivido alguna vez desde dentro? ¿Es algo que se vive desde muy pequeño?
– De pequeñita los he vivido siempre, pero luego como he estado varios años fuera con concentraciones, campeonatos y no tuve ocasión de quedarme. El año pasado pude estar tres días y fue fantástico volver a vivir esas sensaciones. Los Sanfermines son mucho más que los encierros y los toros, hay que vivirlo para poder sentirlo.
– El recuerdo más bonito de tu infancia.
– Las tardes jugando con mi padre y mi hermano Mikel al baloncesto en el parque de abajo de mi casa.
– ¿Cómo te definirías como persona?
– Aventurera y alegre.
– Tu mayor virtud.
– Soy muy positiva.
– Tu mayor defecto.
– Soy demasiado cabezota.
– ¿Qué es lo que más valoras en una persona?
– La autenticidad.
– ¿Qué es lo que no soportas de alguien?
– La falsedad. Prefiero que una persona sea sincera antes que falsa.
– Tu comida preferida.
– Cualquiera que prepare mi madre. Siempre digo lo mismo.
– El último libro que leíste.
– Cometas en el cielo.
– La última película que viste.
– Tres bodas de más.
– Una afición/es que no sea el baloncesto.
– La moda.
– ¿Te gustan otros deportes?
– Sí. Me encanta el tenis.
– ¿Qué haces en tu tiempo libre?
– Salir con los amigos, ir al cine y de compras.
– Si no hubieras sido jugadora, ¿qué te hubiera gustado ser en la vida?
– Estoy estudiando segundo de Psicología y creo que una vez termine mi carrera deportiva por ahí irá mi futuro profesional. Lo estoy haciendo a distancia y es más complicado, pero me lo tomo con tranquilidad, no me presiono, voy poco a poco.
– ¿Qué te parece Huelva?
– Es una ciudad pequeñita, como Pamplona, y me gusta este tipo de ciudades. Las ciudades grandes también me gustan, aunque me amoldo a todo. Todo tiene su encanto.
– ¿Y los onubenses?
– Acorde con la gente del sur, muy acogedoras, alegres y simpáticas. Los caracteres son muy diferentes y se nota mucho la diferencia cuando vienes de fuera.
– Lo que más te gusta de esta ciudad.
– La comida.
– Lo que menos.
– El olor que hay a veces en el aire.
– ¿Eres más de jamón o de gambas?
– Es difícil decidirse pero me tiran más las gambas.
– ¿Montaña o playa?
– Depende del momento, aunque me gusta más la playa.
– ¿Desde cuándo te vino la afición por el baloncesto?
– Desde pequeñita. Mi padre jugaba al baloncesto y siempre iba con mi hermano Mikel a verlo jugar. Aparte, mi hermano, que además de portero también tuvo su época de baloncesto, también empezó a jugar y yo iba con una pelotita en la mano a verlo a todos lados.
– ¿Por qué el baloncesto y no otro deporte?
– Fue lo que viví. Tanto en mi casa, como te he comentado, como en el colegio era lo típico. Todas las chicas se apuntaban al baloncesto, pero yo destacaba y me animaron a que siguiera y aquí estoy.
– Fuiste una joven muy precoz en el baloncesto, campeona y subcampeona de Europa en categorías inferiores y subcampeona del mundo sub-19. ¿Cómo se lleva eso siendo tan joven?
– Han sido experiencias muy bonitas, que vas acumulando y que me han ayudado mucho a crecer como persona y como deportista, me han curtido. Con once años ya iba concentrada con las selecciones y aprendí mucho. Luego llegaron los Campeonatos de Europa y Mundiales desde los 16 hasta los 20 años, y es una pasada. Ha sido una etapa inolvidable en mi vida deportiva.
– ¿Cómo fue tu aventura en Oregón, en la NCCA?
– Tuve un poco de todo. Hubo su parte mala, como fue la lesión en mi segundo entrenamiento de estar allá y todo se me fue al traste en lo deportivo, aunque en lo personal me llevo la experiencia de vivir otra cultura, el idioma… No todo fue negativo.
– ¿Por qué decidiste regresar a España?
– Fue un año muy duro por mi lesión en la rodilla, también hubo algún desacuerdo con la Universidad, y decidí volverme. Me apetecía estar en España otra vez.
– Tienes sólo 22 años y ya has pasado por cinco equipos diferentes. ¿Vas a ser una trotamundos del baloncesto?
– Aunque no lo creas me gustaría asentarme en una ciudad y un club pero no ha llegado el momento hasta hoy. Ya he comentado que soy aventurera y que me adapto muy bien a las ciudades y clubes por diferentes que sean pero me gustaría tener algo más de estabilidad deportiva.
– ¿Podrías conseguirla en Huelva?
– ¿Por qué no? Podría ser pero es algo que ahora mismo no me lo he planteado.
– El año pasado sufriste tu segunda grave lesión en la misma rodilla. ¿Qué te ha costado más, superar la lesión física o la mental?
– Es algo muy complicado. Físicamente fui cumpliendo los plazos y al final la rodilla se recupera pero mentalmente es muy duro, a veces tu rodilla quiere pero la cabeza no y es difícil superar esa etapa pero afortunadamente ya es pasado y estoy a pleno rendimiento físico y mental.
– Por lo tanto, ¿estás ya totalmente recuperada, es pasado ya esa lesión?
– Por supuesto, hace ya algunos meses que me encuentro muy bien y voy a más. La lesión es una etapa dura de mi carrera pero pasada, afortunadamente.
– Tu ídolo o referente en el mundo del baloncesto.
– No soy de ídolos, aunque te fijas en todo el mundo. Cuando era más jovencita me fijaba en Anna Montañana, en Amaya Valdemoro… como casi todas las niñas, pero no he tenido nunca un espejo para seguir sus pasos.
– ¿Por qué el Conquero? ¿Qué te dio este club que no te ofrecieran otros?
– Me convenció el proyecto deportivo que me plantearon y me gustó mucho lo que querían de mí y por eso decidí apostar por Conquero.
– ¿Qué te parece el club y la afición de Huelva?
– Se está haciendo y creciendo cada día. Es un club muy familiar y la afición es espectacular. En España es complicado encontrar una buena afición de baloncesto femenino y tenemos que valorarlo porqu te hace dar el máximo por la gente que viene a vernos. Tuve la suerte de estar en Salamanca, donde hay un ambiente muy bonito, y en Burgos también se vive bastante, pero hay pocos sitios.
– ¿Qué opinas de tus compañeras de equipo?
– Son excelentes profesionales, no tengo pegas de ninguna de ellas. Estoy súper a gusto con ellas.
– ¿Con quién tienes más afinidad?
– Por edad quizá con Ana o Patri, pero me llevo bien con todas.
– ¿Qué opinión te merece tu entrenador, Gabi Carrasco?
– Es muy duro y exigente pero es como debe de ser un entrenador. Es bueno porque nos saca el máximo rendimiento de nosotras y en mi caso me ha venido muy bien.
– ¿Y la presidenta, Rosa Espada?
– Muy cariñosa y muy cercana a las jugadoras. Te da la sensación de hacer un club muy familiar.
– ¿Hasta dónde crees que puede llegar el Conquero esta temporada?
– El objetivo es mejorar los números de la primera vuelta y creo que lo vamos a hacer, seguro. Hemos tenido momentos más complicados que otros y la sensación que tengo es que sólo podemos ir hacia arriba en la clasificación. No hay que conformarse y hay que ir a muerte.
– ¿Se puede disfrutar y a la vez vivir profesionalmente del baloncesto?
– Es necesario, pero es un deporte exigente y duro. Te tiene que gustar mucho lo que haces porque si no se te hace complicado.
– ¿Cuál sería tu sueño como deportista?
– Me encantaría poder llegar a la selección Absoluta y ganar un título sería lo máximo. Más que mi sueño es mi objetivo y trabajo cada día aquí para hacer al equipo mejor, hacerme a mí mejor como jugadora y poder conseguirlo algún año.
– ¿Y a nivel de club? ¿Cuál sería tu reto actual?
– Ayudar al equipo con mi trabajo a entrar en los play-off. A partir de ahí puede pasar de todo y pelearíamos hasta la final si se diera el caso.